por Redacción
Sarlo declaró ante la jueza María Eugenia Capuchetti y dijo que “el ofrecimiento fue a fines de enero por intermedio de mi editor de Siglo XXI, Carlos Díaz". Y agregó: "por lo que yo entendí, desde provincia de Buenos Aires estaban vacunando para lograr fotos que persuadieran a la gente. En ese momento todavía había cierta duda de la efectividad de la vacuna".
Ante la fundada acusación, Kicillof intentó bajar el nivel del escándalo por lo que mandó a una funcionaria de segunda línea, la ministra de Comunicación Pública bonaerense, Jesica Rey, a decirle al diario La Nación: “el 26 de enero, Axel Kicillof anunció en Villa Gesell que estábamos armando una campaña de concientización para convocar a personalidades. En esa línea, se habló con varias personalidades. Queríamos llegar a Sarlo. El 22 de enero, Carlos Díaz (el editor) le escribe para participar; ella dice que no”.
"Hubo una explosión de inscriptos y la campaña comenzó a carecer de sentido. “Nunca hubo un ofrecimiento ilegal. No teníamos cómo contactarla porque ella no usa celular y por eso recurrimos al mail”, agregó la funcionaria.
Por último, añadió: “El protocolo tiene instancias a seguir: personal de salud y mayores de 70. En esa etapa estábamos, no iba a haber personas de 40 años vacunadas”.