Monserrat Marin en un IG a fondo: “Cuando hago fotos dejo que la calle me sorprenda", dijo

 

 

 

 

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Monserrat Marin hace fotografías desde hace más de diez años, aunque es muy joven aún. Tiene un estilo inconfundible de fotografía callejera en donde la apasiona el blanco y negro para expresarse y lograr que el público valore más la instantánea. Es una apasionada seguidora de Vivian Maier, una fotógrafa estadounidense ya fallecida cuya obra se conoció de manera accidental años más tarde de su desaparición física. 

Monserrat Marin (Monserrat es su nombre no su apellido, aclara siempre en Twitter) está exponiendo en la sala MUGAFO (Museo Galería Fotográfica) en una muestra que se llama “Mi mirada”, en donde hay fotos platenses y porteñas, en el marco del Mes de la Mujer que se conmemora hasta el 28 de marzo. Quienes quieran presenciar su obra pueden dirigirse al Centro Cultural Islas Malvinas, calle 19 y 51, del unes a viernes de 9 a 12 y sábados, domingos y feriados de 17 a 20.

Sus orígenes 

“Empecé a estudiar fotografía a los 14 años y desde los 16 me dedico de manera profesional. Lo hacía por pasión y hobby pero también es mi trabajo, así que soy una trabajadora”, comenzó diciéndole a Fernando Camilletti mientras se iban sumando cada vez más participantes a la noche de café virtual que comenzó a las 21 en punto.

Contó: “hay una muestra mía que se llama Mi Mirada en el Centro Islas Malvinas y es parte de una muestra colectiva con trece artistas en el Mes de la Mujer que organizó la Secretaría de Cultura del Municipio. Hay doce mujeres que se dedican a plástica, cultura y escultura, y después está la sala de fotografía en donde estoy mostrando un poquito fotos de La Plata y mi trabajo en Ciudad de Buenos Aires”. dijo.

“Lo mío es fotografía callejera”

Sobre lo que busca exponer dijo que “es poder mostrarle al mundo la propia visión que uno tiene del mundo. Mediante el arte se puede transmitir a la gente lo que uno siente y tiene para mostrar. Lo mío es fotografía callejera, urbana, así que me gusta jugar con eso de sacar de la realidad esos momentos que capaz que para la gente que va caminando por la calle, que sale del laburo o va a estudiar pasan desapercibidos”.

Acerca de su estilo fotográfico, dijo: “yo creo que siempre va cambiando porque uno cambia. Yo siempre intento mantenerme en la fotografía callejera, es mi especialidad y lo que me divierte hacer. Si hay algo que no me entusiasma hacer no lo hago. En cuarentena que no podía sacar a la calle empecé a hacer una serie de auto retratos, y ahí cambié y eran todos retratos míos. El arte es muy versátil y nos podemos rebuscar de cualquier modo (para expresar)”.

Se inclina por lo digital, pero la modernidad puede más

En relación a la preferencia sobre fotografía analógico o digital, dijo: “es una buena pregunta porque cuando yo empecé ya empezaba lo digital porque tengo 25 años, y agarré toda la era digital pero en mi escuela, con José Luis Mac Loughlin se enseñó con fotografía analógica. Si me preguntan qué prefiero creo que la fotografía analógica tiene una magia y un gustito que la digital no. Pero también es cierto que la fotografía digital da más posibilidades para trabajar porque antes eran 36 fotos y ahora hay más y es todo más rápido”.

La imagen del bandoneón

Luego contó algunas anécdotas, como por ejemplo al decir que “tengo mucho en la calle de hablar por la calle con gente. Recuerdo una vez en San Telmo, que es un barrio que me gusta mucho, y estaba medio en babia, no sabía lo que hacer y estaba parada en el Parque Lezama, y se me acercó un chico que me dice que vive en el edificio de enfrente y era bandoneonista y me dijo que siempre se preguntaba cómo se podía ver dese la plaza cuando toca el bandoneón, así que le dije que le hacía las fotos. Se cruzó le hice las fotos y se las mandé por mail. Nos seguimos en Instagram es un genio, es un músico muy virtuoso. Siempre pasan cosas así, muchas veces uno sale por la foto y otras veces las fotos se aparecen solas, es algo muy mágico”.

“Cuando salgo por lo general dejo que la calle me sorprenda. No me gusta dirigir a la gente ni montar escenas que no existen. Hay un poco de todo, cosas que puedo manipular más o menos y otras que no, pero siempre dejo que todo fluya y mostrarlo tal cual es porque significa que es lo más divertido para mí”, reflexionó.

Una seguidora de Vivian Maier

En su exquisito gusto fotográfico no podía faltar la referencia que hizo de Vivian Maier como quien más la inspiró, y habló de ella contando su historia: “era una fotógrafa estadounidense que sacaba fotos en los años 40, 50, 60, y era una mujer que tenía un estilo fotográfico muy similar al que yo hago, y también su vida era muy interesante porque era niñera y sacaba fotos con demasiado tiempo pero no contaba a nadie que era fotógrafa, y tampoco mostró su obra. Revelaba sus rollos y quedaban guardados. Un día luego de que ella muera un chico encontró material y los mostró. Eso me atrapó mucho porque su obra tomó importancia después de muerta”.

Blanco y negro

“Uso mucho en blanco y negro ya que las fotos así tienen mucho sentido, más que las de color porque las hace valer a las fotos por sí misma. Cuando la gente ve foto en color dice ´qué lindos colores que tiene´ pero yo quiero que digan ´qué buena fotografía´. Intento sacar en blanco y negro porque hay más nostalgia y profundidad”, dijo.

Edward Hopper 

Una pregunta de los seguidores fue si su manera de sacar fotos recibió influencias del pintor estadounidense Edward Hopper, y dijo que “no tiene influencia. Yo de chica leía muchos libros de pintura y creo que todo lo que uno va viendo en cierto modo influye o encuadra, o se puede usar equilibrios y la pintura tiene más equilibrios que la fotografía y yo se lo recomiendo siempre a los fotógrafos, que la miren. Igual no tengo influencia de él, aunque es uno de mis preferidos”.

La foto perfecta

“La foto tiene que transmitir más que técnica. Tiene que transmitir tristeza, amor, enojo, pasión o lo que sea. Después tiene que venir lo demás. Tiene que tener cierta técnica para que tenga más valor o se luzca más, pero para mi es que tenga un sentido”, sostuvo.

Muestra digital

“Nunca hice, y lo más parecido fue con la Secretaría de Cultura en donde me invitaron a documentar la Ciudad y lo hice, y la mostramos en las pantallas digitales de las calles. Estuvo muy bueno porque la gente iba caminando y se encontraba con las fotos. Fue muy bueno porque además fue la primera muestra digital en la historia de la Ciudad”, agregó.

Retoques ¿Lightroom o Photoshop?

Ante una pregunta sobre qué programa de edición fotográfica prefiere, dijo que “soy enemiga de los retoques, pero si tengo que usar utilizo Lightroom”.

Instagram ¿bueno o malo?

Sobre la multiplicación exponencial de fotos en Instagram y otras redes, dijo que “tiene efectos muy malos y muy buenos. En Instagram es todo el tiempo imágenes, y dentro de eso hay cosas muy malas, muy buenas y cosas que ni fu ni fa. Para mi es muy bueno en lo personal porque puede llegar a todo el mundo, pero también veo que hay que competir con gente que por ahí no estudió fotografía, o saca fotos como sea, y eso tiene que ver con la modernidad. Igual yo lo tomo como muy bueno porque acerca el arte a la gente y la gente aprende más como por ejemplo saber qué es un desenfoque”.

Agradecimientos de Noches informadas para Monserrat Marin, por su predisposición; a la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de La Plata; a Hache Erre diseño; y a Radio 96.7 por la difusión.

 

 

 

 

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