Borges, tilos y diagonales: Un día como hoy nació Facundo Cabral y también murió López Merino

Dos grandes poetas de vidas muy diferentes aunque unidos de alguna manera por Jorge Luis Borges: Francisco López Merino a traves de sus encuentros, y Facundo Cabral en sus constantes citas.

Francisco López Merino nació y murió en La Plata. Vivió muy poco porque decidió quitarse la vida a los 23 años de un trágico balazo en el ex Jockey Club, pero dejó una marca cultural en la ciudad de los tilos y diagonales. En lo que fue su enorme casa familiar hoy funciona la Biblioteca Municipal Palacio Francisco López Merino, dependiente de la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de La Plata.

López Merino nació el 6 de julio de 1904, cuando la capital bonaerense tenía apenas algo más de 20 años de vida y el 22 de mayo de 1928 fue como siempre lo hacía al Jockey Club hasta que en un momento se dirige al baño y se quita la vida de un tiro.

A los dieciséis años publicó “Horas de amor” con nueve poemas en forma de folleto que luego fuera autocensurado. En el año 1921 escribió “Fragmento de un libro inconcluso”, y en 1925 publicó su último libro, “Las Tardes”.

A “Panchito”, Borges le dedicó una obra para recordarlo “A Francisco López Merino”, publicada cinco meses después de su muerte. También en 1969 Borges publicó el texto “Mayo 20, 1928” en el que se refiere a la víspera fatal del evento sangriento.

Facundo Cabral nace el 22 de mayo de 1937 en La Plata “en la calle” porque unas horas antes de su nacimiento su padre se fue de casa, dejando a la madre sola y a merced de su abuelo, que los echó.

La vida de Cabral fue muy dura, él siempre decía que su madre terminó culpando a la humanidad de todos los males. Dejaron La Plata en medio de una pobreza extrema, se fueron hacia el sur (su madre no quería ver gente) y perdió a cuatro hermanos por hambre y enfermedades. Cansado de esa vida un día en solitario marcha hacia Buenos Aires, allí va a buscar a “un tal Perón” que era un presidente que daba trabajo. De inmediato un vendedor ambulante en Plaza de Mayo le explica de quién se trata y lo manda a La Plata, porque el entonces presidente Juan Domingo Perón participaría de los actos por el aniversario de la Ciudad. Allí se acerca al General y él lo deriva a su esposa, Eva Duarte, quien lo ampara y le consigue un empleo para su madre.

De ahí Cabral siempre mencionaba a Eva Duarte de Perón con enorme admiración.

Pero en lo literario Cabral siente una enorme admiración por la obra de Jorge Luis Borges, a quien citó en gran parte de su trabajo.

Cabral fue el gran juglar, el pacifista, el que andaba por el mundo llevando un mensaje esperanzador, y que en 2008 fue candidato a Premio Nobel de la Paz a propuesta del presidente de Costa Rica, Oscar Sánchez, fue miembro de Amnistía Internacional, y la UNESCO lo nombró Mensajero de la Paz. La Legislatura porteña, a propuesta de la diputada del Pro, Silvia Majdalani, lo declaró Ciudadano Ilustre.

Cabral fue asesinado el 9 de julio de 2011 en la ciudad de Guatemala víctima de un atentado que aparentemente iba destinado al empresario Henry Fariñas.

Obtuvo éxito y condecoraciones, pero pocos lo recuerdan como un hijo de la Ciudad de La Plata, lugar en donde tuvo dos grandes noticias que forjaron su vida: el nacimiento y la posibilidad de conseguir el primer empleo que lo sacó de la pobreza más denigrante.