Ahora sí, a poner el hombro que desembarca la Vacuna Electoral

Es cierto que existe una escasez mundial de vacunas y la padecemos en la Argentina. La oferta es solo la sexta parte de la demanda. Pero en el país se vacunó con las dos dosis solo al 5% de su población y con una al 18%. España tuvo problemas de acceso a las vacunas, pero ya vacunó con una dosis al 38% de su población y con las dos dosis al 18. Francia lo hizo con una dosis al 32% y al 14 con las dos dosis. Más cerca, Chile vacunó al 43% con las dos dosis. Uruguay inmunizó al 24,3 con las dosis completas y al 35,6 con una dosis. Todos demasiado lejos de los pobres porcentajes en nuestro terruño. 

Algo o bastante se gestionó mal. En esa dirección, la Auditoría General de la Nación inició una investigación sobre las polémicas compras de vacunas. La conducción de la AGN solicitará a la Casa Rosada los detalles sobre “precios” pagados, “cantidades” adquiridas y entrega de vacunas. No obstante, muchos tienen dudas de que  la sangre llegue al río.

Pero a no preocuparse que ahora tendremos una lluvia de vacunas y esta vez no habrá fallas. Viene la vacuna  Electoral. La pongo con mayúscula porque es la más efectiva. No falla, porque es necesaria para ganar una elección. Ya no habrá que padecer nuevos vacunatorios vip. No más privilegiados que se adelantan en las colas, ni secretarias todo terreno de los políticos. Las primeras partidas de la Electoral aparecieron por arte de magia y ya las están probando en Misiones, que asoma como la segunda provincia, después de Buenos Aires, con mayor cantidad de dosis para ser aplicadas: 93.698. Muy por encima de Córdoba, Santa Fe o Mendoza, que casi la triplican en cantidad de habitantes. Existirían tres posibilidades: que el ritmo de vacunación haya sido extremadamente lento; que se haya especulado con el vértigo de estos días en vísperas de elecciones a legisladores provinciales (6 de junio); que hayan recibido refuerzos de parte de la Nación ante el desafío político.

En ciudades importantes de Misiones (El Dorado, por ejemplo) se está vacunando sin turno y a partir de los 40 años. No ocurre en ningún otro sitio del país. El Gobierno nacional envió además un refuerzo de 12.000 dosis de la rusa Sputnik V. El gobernador es el médico pediatra Oscar Herrera Ahuad, funcional al kirchnerismo. Se impuso en 2019 con más del 70% de los votos.

La estrategia misionera, no es ni más ni menos que el adelanto del diseño que está elaborando el Gobierno. Privado de buenas noticias económicas (la cuarentena total o intermitente conspira contra la mejora) apostará a las vacunas a fin de pelear las legislativas de octubre. 

Para que el plan se cumpla necesitará dos requisitos: varios millones de vacunas (Carla Vizzotti anunció el arribo para el fin de semana de 4 millones de AstraZeneca) y una campaña mucho más veloz y eficiente. La transparencia quedaría, como de costumbre, para otra ocasión, pero a preparar los brazos. Lo que falta saber es cómo se implementará el operativo para que sea eficiente en el corto plazo y no haya que apelar a nuevos confinamientos y  tanta cuarentena intermitente.

El Gobierno argentino está ahora tan autosuficiente, que se dio el lujo de rechazar una donación de 15.000 vacunas que había ofrecido el Senado chileno y que estaban destinadas a inmunizar a dos localidades fronterizas. Se trataba de una partida de las vacunas Pfizer y Sinovac que iban a permitir vacunar a la población adulta de Río Turbio y 28 de Noviembre. Sin embargo, no se las aceptó con el argumento de que los laboratorios no están autorizados en la Argentina.

Pero en el mientras tanto, para ir sacando cuentas electorales, la última encuesta de Giaccobbe & Asociados es ilustrativa. En números redondos los votantes que quieren que el kirchnerismo pierda rondan el 60%, mientras hay un 30% de fierro que quieren votar lo mismo que hace dos años. El restante 10% es renuente a confesar en sentido de su voto a favor del oficialismo, pero a la hora de abrir las urnas dice siempre presente.

El piso de Juntos Cambios rondaría también el 40% y en el 20% que está fuera de la "grieta" la encuesta detecta un fuerte componente "anti K", cercano al 10%. En ese grupo los contrarios a Juntos por el Cambio rondan el 3%. El resto, los indecisos absolutos son aproximadamente el 7%. Es en esa estrecha franja de entre 15 y 20%, donde están los votos que marcarán el triunfo o la derrota y la oposición más dura es en apariencia la que tiene mejor caladero para pescar. De ser correctos los números, es mejor perfil el de Patricia Bullrich como confrontadora, que el de Horacio Rodríguez Larreta en su vereda de la moderación.
El oficialismo en tanto ya eligió. Intentan poner toda la carne al asador. Mejorar la vacunación y bajar la inflación, son las claves para que los bolsillos no sigan derritiéndose.

Frente a este cuadro de situación,  en las elecciones de noviembre todo indica que no habrá sorpresas. El voto parece fuertemente estructurado y es parejo. Además, no hay candidatos carismáticos en la oposición que hagan la diferencia. Los dos más importantes no figuran en las boletas.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la UNLP.