29/03/2024 - Edición Nº2927

Politica

Contrapoder

Un plan de salvación nacional, de la galera de Massa y letra de Redrado

24/07/2021 | Superada la disputa por las listas, el Gobierno comenzó a preocuparse por el 2023. Si bien es cierto que falta mucho y hoy al oficialismo lo que más le interesa es lograr los votos para obtener la mayoría en la Cámara de Diputados, también observa con inquietud lo que marcan las encuestas en la intención de voto para las próximas elecciones presidenciales. Y en esa dirección hay fuertes versiones que circulan entre los principales caciques del conurbano, que dan cuenta que Sergio Massa podría integrarse al Gabinete después de las legislativas para generar un cambio de rumbo. La idea es que, en medio de una renovación parcial de funcionarios para examinar la gestión, el tigrense se convierta en una suerte de súper ministro, con un plan de salvación nacional que ejecutaría Martín Redrado desde el Palacio de Hacienda.


por Jorge Joury


Las futuras medidas se guardan bajo siete llaves y han sido consensuadas con Alberto Fernández, Cristina, Máximo Kirchner y Sergio Massa . Se califica la jugada como una suerte de relanzamiento  del Gobierno. La propia vicepresidenta avalaría el plan en caso de un tropiezo electoral serio, o de una victoria muy ajustada que complique la gobernabilidad, la paz social, y su propio futuro político del FdT. 

Massa está comprometido en esta acción, también pensando en su futuro político. Hay quienes sostienen que sería la contracara de radicalizar más el Gobierno con las propuestas estatistas extremas de Axel Kicillof y el sector más duro del Instituto Patria. 

Es probable que la elección de candidatos en el Frente de Todos en la provincia de Buenos Aires dará algunas pistas sobre lo que podría pasar en el país políticamente después de las elecciones. Se trata de definir si los candidatos en sí se parecerán más a Cristina y los radicalizados; o a lo que representa la supuesta moderación simulada de Alberto y Massa. Sobre todo, para saber, en caso de que los resultados no sean favorables, a quién se le colocará la cucarda de padre o madre de la derrota.

Otro dato central para la economía y los inversores pasa por poner el foco en el frente opositor. La rebelión de los radicales contra el PRO parece desatada a lo largo y lo ancho del país y en todos los distritos. No solamente le van a cascotear el cuartel a Horacio Rodríguez Larreta con Facundo Manes para encabezar la lista opositora en Buenos Aires, sino que habrá disputa entre radicales y amarillos en todas las provincias y ciudades del país, sobre todo en las que gobiernan. En Casa Rosada y en el cristinismo crece la preocupación por la "desacralización" de la oferta opositora: Diego Santilli viene cultivando un perfil dialoguista con el peronismo y Facundo Manes todavía peor: no tiene vínculo alguno con el ex Presidente ni con la administración Macri.

Los consultores y encuestadores se tiran de los pelos. No queda claro todavía si se va a votar por la salud o por el bolsillo. La mayoría se inclina por el factor económico. Es indiferente: vacunar es imprescindible por la crisis sanitaria que se agrava con la variante Delta; y también para permitir que no se ahogue la reactivación con nuevas cuarentenas.

Al Gobierno las encuestas, que no lo favorecen. Por ejemplo, un sondeo realizado por la Facultad de Psicología de la UBA, da cuenta que la gestión de Alberto Fernández tiene peor evaluación en la Provincia que en la Ciudad de Buenos Aires. El 66% de los bonaerenses calificaron como “mala o muy mala” la administración del gobierno nacional. En el caso de los porteños, esa opinión alcanzó al 59%.

Mucho tiene que ver en el malhumor social la marcha de la economía y los efectos devastadores de la inflación. Hoy los argentinos llegamos a la terrible realidad que con un billete de mil pesos ya no se puede comprar un kilo de nada. Cien dólares son 184 billetes de $100, lo cual marca como han dinamitado la moneda. La inflación va carcomiendo todos los bolsillos de manera implacable.No hay aumento salarial que alcance para compensar ni siquiera las pérdidas. Y el Gobierno se encuentra en la terrible encrucijada de enfrentarse a una elección donde todas las fichas le juegan en contra. Ni siquiera la aceleración del plan de vacunación les garantiza votos. Un reciente informe del Banco Mundial realizado con datos de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec reveló que cerca de 2 millones de argentinos dejaron de pertenecer el año pasado a la clase media.

Las estimaciones muestran que antes de la pandemia alrededor de 14.700.000 personas pertenecían a este estrato social. Pero luego de la crisis económica provocada por la pandemia y los efectos adversos generados por la extensa cuarentena, casi 1.700.000 de personas pasaron a la clase baja.

Por primera vez en la historia argentina la clase media es sustancialmente menor que la clase baja. Históricamente la clase baja era de alrededor del 15% de la población. Hoy ese porcentaje es del 50% aproximadamente.

También existe un preocupante éxodo de empresas y ya son más de 20 las multinacionales que dejaron de operar en Argentina. Cada vez más el país productivo que un día tuvimos, se aleja más del radar productivo. Y hasta el ex ministro Julio De Vido, un hombre del riñón K, hoy advierte sobre el peligro latente de una implosión social.

Otra de las manifestaciones desgarradoras de la realidad es el nuevo trueque.Personas que ofrecen servicios de albañilería, electricidad o plomería, por alimentos.

La canasta básica total (CBT, o canasta de pobreza) aumentó en junio un 3,2%, según informó el Indec. De esa manera, quedó empatada con la variación que tuvo ese mes la inflación. Con ese número, una familia compuesta por cuatro personas –dos de ellas, niños de 8 y 6 años– precisó el mes pasado tener un ingreso de $66.488 para no ser considerada pobre.

El presidente Alberto Fernández  repite incansablemente a su gabinete que hay que mejorar el poder adquisitivo de la población. Esta es la principal directriz para la segunda parte del año cuando se esperan las PASO el 12 de septiembre y las generales el 14 de noviembre. En esa instancia se renovarán 127 de las 257 bancas en la Cámara de Diputados. Para llegar al quórum propio en diciembre los conducidos por Máximo Kirchner necesitan obtener 10 diputados más que en 2017, hoy una cifra casi imposible por lo que marcan las encuestas. Pero como cuentan con 6 o 7 aliados seguros con  incorporar 4 o 5 a sus filas les puede alcanzar para controlar los temarios legislativos de los próximos dos años. Y en el Senado, serán 24 de las 72. Una puesta nada despreciable. No obstante, los equilibrios  que fije la ciudadanía serán gravitantes para que el Congreso no se convierta en una escribanía y el futuro de la Argentina pueda resolverse de una manera más democrática. 
Ya es hora de que el pobrismo deje de ser un medio para perpetuarse en el poder. 

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la UNLP.