24/04/2024 - Edición Nº2953

Politica

Contrapoder

La otra bomba para un segundo tiempo cargado de incertidumbre

20/09/2021 | ¿Y si en diciembre explota la economía con el Gobierno más debilitado por otra derrota más amplia en Las Paso?, Esa es la pregunta que se hacía en las últimas horas un veterano intendente del conurbano bonaerense que ya vivió varias crisis con similares características y ve el resultado difícil de revertir.


por Jorge Joury


El Gobierno aún no ha terminado de asimilar la derrota y se prepara para un segundo tiempo envenenado por la tensa relación en lo más alto del poder, con gabinete de transición y pegando manotazos de ahogado. La orden de Cristina, ahora más empoderada por la crisis que generó, es salir a buscar dos millones de votos que se perdieron en su territorio y poner plata en los bolsillos de la gente. 

Emitir más dinero significa pan para hoy y hambre para mañana, en un país con la mitad de la población en la pobreza. Es además acelerar una explosion en el corto plazo, el camino perfecto hacia una hiper o un Plan Bonex, sostienen muchos economistas, frente a un Banco Central carente de reservas para frenar una eventual corrida. Otra de las dudas es si un gabinete fuerte puede tapar a un Presidente débil. Alberto Fernández logró sostener a Guzmán y a Matías Kulfas, de Producción. Pero no hay margen, en 60 días, para algún vuelco de la economía. Está de por medio, además, el acuerdo con el FMI. Martín Guzmán quedó ratificado aunque cuestionado junto a Kulfas por Cristina y La Cámpora, pero enredado en su propia telaraña. Alberto y su socia tienen que sostenerlo porque no tienen banco de suplentes. Es más, nadie quiere hacerse cargo del actual volcán en erupción. Como sucede en tiempos electorales, el ministro tendrá que hacer equilibrio entre las urgencias de la política y la delicada situación financiera y cambiaria que atraviesa el país.

En el diagnóstico de Cristina, toda la culpa del revés electoral pasó por la mala gestión económica y porque Alberto no supo escucharla. Es probable que a lo largo de la semana empecemos a ver las primeras señales de la batería de anuncios. Son medidas de shock  poco originales, que entre otras cosas contemplan un aumento en el piso del impuesto a las ganancias. Lo mismo de siempre, ante la carencia de un plan que genere certezas y calme las aguas. Habrá aumentos extraordinarios para jubilados, aunque para los de la mÍnima, dejando al resto colgados de la rama, planes sociales, alivio impositivo para asalariados y más dinero para obra pública, además de un nuevo incremento del salario mínimo que nunca alcanzará los niveles ideales mientras se lo devore la inflación. En definitiva, parches para el corto plazo,

También existe un proyecto en el Congreso para dar aumentos compulsivos a empleados del sector privado. Fue de hecho una de las primeras medidas adoptadas por Alberto Fernández ni bien ganó las elecciones a finales de 2019.

El tema es quién se hará cargo de los daños colaterales en la economía cuando pasen las elecciones. El Gobierno está imprimiendo a razón de 40 mil pesos por segundo en un esquema que no se sostiene en el tiempo

Un cálculo de varios economistas de primera línea es que en este último cuatrimestre el Central le enviará al Tesoro un billón de pesos. De ese total ya giró casi $150.000 millones en lo que va de septiembre. Faltarían unos $850.000 millones más.

También hay que decir qie la decisión del Gobierno de apropiarse de los Derechos Especiales de Giro que el FMI giró al Central va en esa misma dirección. Le da espacio a la Casa Rosada para gastar otros $420.000 millones por fuera del presupuesto en caso de requerir, sin necesidad de solicitar todavía más préstamos del Central. La cifra equivale a 1% del PBI.

En conclusión, de  acá a fin de año, la máquina del gasto trabajará las 24 horas, mientras que las reservas seguirán cayendo. Ni siquiera ayudó la tregua tras la derrota del kirchnerismo en las PASO. Las internas palaciegas en el Gobierno alteraron a los inversores y el Central tuvo que salir a vender fuerte para evitar un salto del tipo de cambio. El viernes pasado se perdieron USD 150 millones, una fortuna teniendo en cuenta el volumen exiguo que le quedan de reservas líquidas. Además, también intervino en el mercado de futuros de dólar.

Hay otro dato preocupante a tener en cuenta: Las similitudes del “plan bomba” que Cristina le dejó a Mauricio Macri con el que se está engendrando ahora son casi un calco. Tiene que ver con un fuerte aumento del gasto, reservas nulas, elevada inflación, dólar planchado artificialmente y tarifas congeladas, además de un estricto cepo cambiario

Algunos comparan al Banco Central como un colador. No sólo tiene que intervenir fuerte en el mercado oficial, sino que además pierde reservas todos los días para que no se escape el tipo de cambio “contado con liquidación”, para que no se siga agrandando la brecha cambiaria.En diciembre le tocará a Alberto desarmar la “bomba” financiera para intentar achicar las diferencias en las elecciones. Aunque los politólogos reconocen que será misión casi imposible dar vuelta los números. El objetivo supremo del kirchnerismo es recuperar la provincia de Buenos Aires tras haber perdido por 4 puntos y ganar algunas provincias para no ceder el control del Senado, como La Pampa y Chubut. La moneda está en el aire.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la Universidad Nacional de La Plata. El 22 de noviembre de 2017, el Concejo Deliberante de La Plata lo declaró "personalidad destacada en el periodismo".