24/04/2024 - Edición Nº2953

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Postales del pasado

"La hiperinflación de Alfonsín, es el pasado que vuelve", advirtió Jorge Joury por la FM 96.7

29/10/2021 | Un momento clave de la historia del país cuando el ex ministro de Economía, Juan Carlos Pugliese, tuvo que tomar las riendas de la economía Argentina. La hiperinflación en los tiempos del ex presidente Raúl Alfonsín. Jorge JOury, analista político y reconocido periodista, habló del momento, de sus encuentros con Pugliese y sobre todo de la comparación con nuestros tiempo. Fue en Decisión 96, la política en vivo, por Radio 96.7 de La Plata con Fabricio Moschettoni.


por Redacción


 Este es un resúmen de lo que manifestó el entrevistado: 

"La historia siempre vuelve y castiga a las economías que se enferman por la mala praxis de los gobiernos de turno. Un Rodrigazo o la hiperinflación que acabó con el gobierno de Raúl Alfonsín, paradójicamente hoy se plantean como dos escenarios probables para febrero o marzo, al paso que va la economía del país, que se presenta como un barco sin timón. Este diagnóstico que por ahora es ciencia ficción, tiene que ver con el alto poder de emisión, la inflación galopante, la bomba de las Leliq y la lluvia de "platita" que puso en marcha el gobierno de Alberto Fernández. El Central gasta más de $80.000 millones al mes en pagar intereses a los bancos por esas letras. Y además están emitiendo 4 mil millones de pesos por día, con lo cual calientan cada vez más la plaza. Es sembrar inflación y fabricar cada día más pobres. El acuerdo de congelamiento de precios por noventa días para 1.247 productos de consumo masivo con los valores del 1º de octubre que impulsa el flamante secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, es como tapar el sol con las manos. Solo una medida electoralista de corto plazo, con tal de rascar votos para el 14 de noviembre.Los precios congelados son parte de una cadena de fracasos a través de décadas.En la larga lucha de los precios congelados con los gobiernos, siempre ganaron la inflación, la escasez de productos, la falta de insumos y el mercado negro".

"En nuestras postales del pasado nos vamos a retrotraer al  6 de febrero de 1989, cuando el gobierno de Raúl Alfonsín decidió devaluar el austral, dando inicio a una escalada de precios sin antecedentes en la historia argentina. En los meses previos, la situación estaba en franco deterioro y el llamado Plan Primavera, lanzado en agosto de 1988, no trajo alivio alguno.
Aquella vez, el país lentamente fue caminando hacia el caos. El escenario era una severa crisis eléctrica,  la peor de la historia, producto de falta de inversiones que se desató en todo el país y, en consecuencia, afectó la actividad industrial y causó malestar en la población. Los cortes masivos se extendieron por más de cuatro meses. A raíz de ello, el gobierno se vio obligado a declarar varios asuetos administrativos, hubo canales de TV que operaban sólo cuatro horas diarias y los bancos trabajaban de 8 a 12.
Se atribuyó la crisis a la "falta de inversiones en materia de generación", expresando que en el período 1984-87 las inversiones en generación alcanzaron a 28 millones de dólares cuando en realidad deberían haber sido de alrededor de 250 millones.
Por su parte, los sectores económicamente más poderosos invadidos por el pánico retiraron sus depósitos de los bancos, retuvieron los dólares obtenidos mediante sus exportaciones y a propósito retardaron el pago de sus respectivos impuestos. El 5 de febrero, el ministro Juan Vital Sourrouille el presidente del Banco Central, José Luis Machinea, y el secretario de Hacienda del Ministerio de Economía, Mario Brodersohn, resolvieron aplicar cambios en la política económica. Para ello dispusieron decretar un feriado bancario por 48 horas. Ante los rumores de inestabilidad, se inició una corrida masiva hacia el dólar que la devaluación anunciada un día después no logró frenar.
En febrero, el peso se devaluó un 61,1% respecto del dólar. La inflación, que entonces era del 9,6% mensual, alcanzó 78,4% en mayo. Y el Índice de Precios al Consumidor alcanzó en todo el año la cifra de 3.079,5%.
La explicación de ese fenómeno inflacionario está en que en los comercios la escalada del dólar hizo que los precios de las mercaderías cambiaban todos los días, e incluso a veces en la misma jornada, sin importar si los productos que se vendían tenían o no componentes importados. El valor de la moneda se depreciaba tan rápido que, con lo que se obtenía por la venta de un auto usado, en pocas semanas apenas alcanzaba para un equipo de audio que no era de última tecnología.
A fines de marzo de 1989, cuando faltaban 40 días para las elecciones presidenciales, el gobierno radical hacía agua, acosado por la inflación. Alfonsín intentó un golpe de timón desplazando a Juan Vital Sourrouille, un técnico artífice del Plan Primavera, para poner en el ministerio de Economía a Juan Carlos Pugliese, un político de raza. Al contrario de lo que esperaba, no frenó la escalada de precios sino que terminó asfixiado por la hiperinflación.
Tampoco se puede dejar de mencionar que el comienzo de 1989  fue tormentoso. Empezó con el copamiento del cuartel de La Tablada llevado a cabo por miembros del movimiento de ultra izquierda “Todos por la Patria”. La aventura extremista terminó con un saldo de 39 muertos. 
La falta de confianza en la conducción, el agotamiento de los fondos del Banco Central y las enormes tazas de interés depreciaban aceleradamente el valor del austral. El retiro de los fondos de grupos económicos agravó la situación. El 14 de mayo, Carlos Saúl Menem ganó los comicios por el 47% de los votos, derrotando a Eduardo Angeloz, el candidato de la UCR. Pocos días más tarde explotó la hiperinflación.
Juan Carlos Pugliese remplazó a Juan Vital Sourrouille como Ministro de Economía. En mayo la devaluación del Austral fue del 150% y la inflación llegó al 115%. La bomba económica era una bola de nieve desaforada. Lo único que el gobierno atinó a hacer fue imponer más feriados bancarios para evitar que la gente sacase su dinero. Era un torniquete en un miembro amputado. “Les hablé con el corazón y me contestaron con el bolsillo” dijo el veterano conductor de la UCR antes de entregar el ministerio de Jesús Rodríguez.
Los exportadores no liquidaron sus divisas y el gobierno no tuvo recursos para afrontar las exigencias del pago. Toda medida era insuficiente para controlar el desfasaje que condujo a anticipar la entrega del poder con una recesión de 6 puntos del PBI, una deuda externa de 63.000 millones de dólares y una hiperinflación del 5000% anual con una suba del dólar del 2000%. Por aquel entonces se habla de que Domingo Cavallo, que después terminó siendo ministro de Economía de Carlos Menem, había viajado a EE.UU para hablar con los inversores a quien les habría pedido que le corten el crédito al gobierno radical. Alfonsín quedó contra las cuerdas y la
crisis económica derivó en saqueos a supermercados y otros comercios, y Alfonsín decidió anticipar la elección presidencial para mayo, registrándose el triunfo de Carlos Menem. Esto derivó en un adelantamiento del traspaso de mando de Alfonsín, quien así no pudo concluir su mandato de seis años.
El avance del dólar y del costo de vida provocó el empobrecimiento de mucha gente. Por aquellos días, se registraron numerosos saqueos colectivos de mercadería a supermercados y otros comercios.
El 8 de julio 1989 asumió la presidencia Carlos Saúl Menem bajo la consigna “Síganme, no los voy a defraudar”.