"El vía crucis de un gobierno que llega al voto agotado", señaló Jorge Joury por la FM 96.7

Este es un resúmen de lo que manifestó el entrevistado:
"El asesinato del kiosquero en La Matanza, el territorio donde el kirchnerismo tiene más adeptos, es leído como otro cajón de Herminio, que despertó una pueblada y espanta votantes del oficialismo sobre la hora. La pregunta por estas horas es: ¿puede un crimen de estas características con tanta condena social, terminar con 40 años de feudo peronista en el distrito que define una elección?. Lo sabremos el domingo en las urnas. Y si esto se concreta, será el título de tapa el lunes en todos los medios". 
"Algunos peronistas clásicos se preguntan "cómo levantar este muerto" y encima sostienen que" el Presidente se volvió a pegar un tiro en los pies al discriminar a los cordobeses como habitantes de otro país".
Cuando Alberto Fernández salió a recorrer el conurbano después de la dura derrota en las PASO, llevó un cuaderno y una lapicera para anotar las principales preocupaciones de la gente. Un gesto físico que protagonizó en un puñado de actividades con un grupo reducido de gente.  Por consejo de sus asesores, buscaba  mostrarse más cerca de una sociedad que lo había castigado en las urnas.
De esas micro actividades surgió un listado con cuatro preocupaciones fundamentales de la población: inflación, inseguridad, presencialidad en los colegios y generación de empleo.
Paradójicamente, el Gobierno es impotente para terminar con la ola de crímenes, como también con la inflación, que cada día acelera los motores en la fábrica de pobres.
En el Gobierno hay quienes reconocen que, en términos electorales, el homicidio del kioskero de Ramos Mejía les puede pegar por debajo de la línea de flotación. Es un tema hipersensible, en la semana clave, donde la mayoría de la gente decide su voto, y que impacta de lleno en la lista de preocupaciones y reclamos que tienen los miles de habitantes que viven en el conurbano.
En el Frente de Todos reina la incertidumbre y los malos augurios por un resultado que prevén negativo. Lo que no saben es qué tan impactante será.
El peronismo no tiene argumentos para defenderse porque hace 38 años que gobierna en La Matanza y su
 intendente, Fernando Espinosa, que en las elecciones primarias sacó 230 mil votos menos que en las del 2019, se ha borrado sin decir una sola palabra. El actual alcalde es el último de los viejos barones del conurbano. Empezó como chofer del penúltimo caudillo de La Matanza, Alberto Balestrini, que tenía una formación más sólida y métodos mucho mejores. Sabe hacer clientelismo político. De hecho, en los últimos días Espinoza gastó sumas millonarias en conciertos musicales gratuitos, mientras los patrulleros de la policía se quedaban sin nafta. Espinoza fue uno de los más que se opuso a la boleta única o a la boleta electrónica para votar. Quiere el viejo sistema porque  le permite canjear votos por favores, dinero o planes sociales.
Con una interrupción entre 2015 y 2019 de Verónica Magario que responde al histórico intendente, Espinoza. hoy es la tercera jurisdicción con mayor tasa de criminalidad, según un informe de la Procuración bonaerense. Luego vienen en la grilla Lomas de Zamora y San Martín. Desde Juntos por el Cambio denuncian que durante los últimos dos años hubo una subejecución del presupuesto del 31% en el 2020 y de más del 50% en 2021 en materia de seguridad. “Priorizan la especulación financiera y el gasto electoral mientras empeoran las condiciones de vida de todos los matanceros”, alertaron desde la oposición.
Según un análisis presupuestario realizado por la Mesa Política de Juntos por el Cambio La Matanza, en 2020 sólo se utilizó el 31% de los casi $1.000 millones destinados para los programas de Seguridad y Protección Ciudadana. “Es incomprensible encontrar en los registros contables importantísimos montos no ejecutados en rubros como salud, educación y tecnología, adultos mayores, infraestructura urbana, seguridad y protección ciudadana ante los incontables reclamos de los vecinos. Del mismo modo, es inconcebible que a los cuantiosos saldos favorables entre ingresos y egresos se los destine a engrosar los plazos fijos y los bonos dolarizados, inversiones voluminosas que conviven con demandas básicas, decadencia infraestructural y descuido de las prioridades más acuciantes”, alertaron los dirigentes de la oposición.
Otro tema a tener en cuenta en el proceso de degradación que se precipitó en el Gobierno luego de las PASO, el escándalo de la jubilación de la Vicepresidenta es simbólicamente el marcador más grave de lo que separa a la actual administración de la gente. Significa un cachetazo a los jubilados que si cobran la mínima reciben casi 100 veces menos que ella: 26 mil pesos contra 2 millones y medio.
La ex Presidente cobrará un retroactivo aproximado de 120 millones de pesos y dos beneficios mensuales que totalizan unos 2.500.000 pesos. La primera aclaración ante estos exorbitantes números es algo burda pero vale la pena recordarla: el sistema jubilatorio está absolutamente quebrado y desfinanciado.
El beneficio otorgado a CFK en tiempo récord, significa una obscenidad en un gobierno que dice enarbolar la justicia social como su principal bandera.
La oposición tendrá que ser muy responsable el día después, porque el Gobierno tiene un conflicto interno irresuelto y podría encender una mecha de consecuencias impredecibles. La situación social está al lìmire y la calle puede volver a calentarse en vísperas de las fiestas. No olvidemos que durante el año los piqueteros han realizado 4.420 cortes.