por Jorge Joury
Pero la ex presidenta contaba con dos jueces amigos, dispuestos a hacer los mandados, fieles al pensamiento de la corriente kirchnerista Justicia Legítima de la cual son miembros destacados.
Por lo que se observa, ahora no hay posibilidades de desligar el insólito sobreseimiento de CFK antes del comienzo de un juicio oral en su contra, de la carta en la que un día después del fallo, con su personal estilo le dio sospechosamente “manos libres” a Alberto Fernández para negociar con el Fondo Monetario Internacional.
Lo que hizo Cristina, fue desviar la atención de la opinión pública tratando de tapar el escándalo judicial. Algunos sostienen incluso, que la referida carta podría haberla escrito varios días antes ya que por primera vez no habló de persecuciones políticas hacia ella y su familia, ni tampoco del remanido lawfare.
Otro dato a tener en cuenta en este comportamiento de la justicia, es que las liberaciones con disminución de condenas por hacer talleres irrisorios en la cárcel, era también parte de un plan. Como en el caso del condenado por corrupto Amado Boudou; así como de Julio de Vido, Luis D’Elía, Cristóbal López, Lázaro Báez, José López, Juan Pablo Schiavi, quedó en claro que ahora el lawfare juega en favor del kirchnerismo. O, en realidad, nunca existió, sino que hay un grupo de jueces federales obsecuentes del poder de turno y otros, alineados con el cristinismo.
Con su carta envenenada, Cristina lo que hizo fue marcar la cancha. No quiere hacerse cargo del ajuste que se impondrá a partir del acuerdo con el FMI. Por eso ella repite que la decisión y la negociación con el Fondo corren por cuenta del hombre que ella misma puso a dedo. Cuando el FMI planteé reducir la brecha cambiaria entre el dólar oficial y el blue o la necesidad de aumentar las reservas del Banco Central, empezarán a sonar las alarmas. Inevitablemente el Gobierno deberá entonces ponerse a ordenar las cuentas, recortar el déficit fiscal y, por carácter transitivo, llegará el tan temido ajuste, tal vez vía inflación. Entonces la culpa será de Alberto.
Entre evidentes cuestionamientos, Cristina afirma además que el acuerdo puede ser "un cepo" a la inclusión social y el crecimiento económico. En el texto además argumenta que el país -al igual que el resto del mundo- sigue atravesado por la pandemia y los riesgos permanentes de una nueva cepa. Advirtió que a esa situación se le suma el peso "inédito" de una deuda con el FMI que contrajo Macri con el organismo y supera los 44 mil millones de dólares.
"Es un momento histórico de extrema gravedad y la definición que se adopte y se apruebe, puede llegar a constituir el más auténtico y verdadero cepo del que se tenga memoria para el desarrollo y el crecimiento con inclusión social de nuestro país", afirma en uno de los párrafos más contundentes.
La carta parece apoyar que se negocie y se acuerde con el FMI, pero marcando un límite. De hecho, a lo largo del año tanto ella como Máximo no se privaron de advertir sobre las consecuencias de un acuerdo con el Fondo. Y las cuatro leyes que Alberto calificó de "centrales" para acordar con el organismo, están cajoneadas en Diputados por decisión del bloque peronista.
Los especialistas anticipan un 2022 de fuerte “ajuste expansivo” que tendrá como principal víctima a la clase media, electorado que ya la administración de Fernández dio por perdido.
El experimentado economista y ex titular del Banco Central Martín Redrado, acaba de afirmar que en 2022 la inflación superará al 50% que se prevé para 2021: “Sí, será más alta”, respondió.Allí reside el motivo por el cual, más allá del intento por desviar la atención de sus causas judiciales a las que quiere bloquear, Cristina Kirchner no acepta de ningún modo aparecer empuñando el látigo del ajuste.
“Es un momento histórico de extrema gravedad y la definición que se adopte y se apruebe, puede llegar a constituir el más auténtico y verdadero cepo del que se tenga memoria para el desarrollo y el crecimiento con inclusión social de nuestro país”, razonó en su carta la vicepresidenta. Si algo así ocurriera, lo más probable es que Cristina culpe a Alberto Fernández y a la oposición, fiel a su estilo de sacarse de encima las responsabilidades del gobierno que ella misma fabricó prometiendo que volvían para ser mejores. Encima diciembre asoma como un mes caliente, la pobreza avanza y el conflicto social está a la vuelta de la esquina.
*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la Universidad Nacional de La Plata. El 22 de noviembre de 2017, el Concejo Deliberante de La Plata lo declaró "personalidad destacada en el periodismo".