26/04/2024 - Edición Nº2955

Economía

Cuentas públicas

Los gobiernos no quieren achicar el exagerado gasto político: menos ministerios y secretarías ya

08/12/2021 | La administración del Estado en Argentina siempre fue un problema mayúsculo y muy pocos gobernantes tomaron conciencias de la necesidad de tener una burocracia relacionada con la potencia económica del país. A nivel nacional casi siempre hay buena información para hacer análisis, pero las provincias y los municipios tienen una tendencia a mostrarse más laberínticos, y es allí en donde los signos feudales aún perviven con más dramatismo. El privado desaparece y la política despilfarra cada día más.


por Fabricio Moschettoni, editor de ImpulsoBaires Twitter @FMoschettoni


Un informe publicado por la revista Forbes el 8 de diciembre de 2019 y que pertenece al Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) daba cuenta que entre el 2015, año en el que asumió la presidencia Mauricio Macri, y la fecha de publicación el gasto público cayó del 24 al 21%, pero la estructura organizacional de la administración central creció levemente 3%.

En el informe se detalle muy bien la cantidad de aparato burocrático que creó el macrismo al asumir y durante el primer año “el andamiaje burocrático administrativo creció en sus distintos niveles: ministerios (de 18 a 23), secretarías (de 69 a 85), subsecretarías (de 165 a 204), direcciones nacionales (de 290 a 398) y direcciones generales (de 127 a 144)", y así, en el 2017, Argentina llegó a su máximo histórico organizacional.
Pero después en 2018 el Gobierno contrajo el plantel de ministerios y eliminó 10 llegando a 13 para el 2019.

Ese sinceramiento de los últimos dos años del gobierno macrista tuvo que ver más con la necesidad imperiosa de dar señales ante organismos financieros internacionales, pero de todos modos constituyó una muy buena noticia para los inversores porque significaba que el Estado entendía que tenía que hacer un sacrificio para reposicionarse y con esa buena cuenta en su haber estaba más habilitado para pedir esfuerzos.

Luego de las elecciones de medio término, el ex presidente Macri aprovechó el envión de las urnas y lanzó un severo plan de responsabilidad fiscal en donde comprometía a las provincias y municipios a cumplirlo, y estaba relacionado con no aumentar los planteles de empleos públicos, reducir gastos, no hacer nombramientos desmesurados en los últimos trimestres de fin de mandato de los gobernadores, y cuestiones vinculadas al manejo de los ingresos, política impositiva, y situaciones que de no cumplirse había severas penalidades como por ejemplo no facilitar garantías para la toma de crédito a las administraciones subnacionales.

En años del macrismo, la Secretaría de Modernización había publicado un informe que daba cuenta que en junio de 2018 los entes públicos contaban con 393.243 puestos de trabajo repartidos en diez ministerios, Jefatura de Ministros y Presidencia, llevándose casi la mitad de la plantilla lo relativo a fuerzas de seguridad, y una buena parte otras áreas del Estado como educación y seguridad.

En tanto, un informe de la fundación FIEL publicado por Iprofesional.com, indicó que a fines de 2018 en el sector público nacional había casi 707.000 personas de las cuales 421.303 trabajaban en la administración nacional, y el resto en universidades, sector financiero y empresas públicas.

Un detalle: cuando en 2007 Cristina Kirchner comienza su primer mandato presidencial había 501.817 empleados en el sector público y cuatro años después había 590.914.

En todos los mandatos kirchneristas entre 2003 y 2015 se pasó de un Estado en donde se crearon seis nuevos ministerios, 25 organismos descentralizados, 20 universidades, y 15 empresas.

Pero no todo el gasto público es malo, porque por ejemplo crear universidades, esforzarse por tener mayor plantilla en seguridad, defensa, salud y desarrollo social son un buen síntoma para el desarrollo. El problema es la burocracia, o sea la creación de más y más entes ministeriales que por lo general son para conformar arreglos políticos.

Las provincias y municipios, el gran problema

El esfuerzo que llevó a la administración nacional macrista de achicar el gasto público en cuanto a entes administrativos y empleos del sector no tuvo correlato en provincias y municipios.

Por ejemplo, entre diciembre de 2015 y diciembre de 2018 el personal estatal en provincias creció un 2.5%, y en los municipios fue peor porque se incrementó en un 3.7%.

La gestión de Fernández subió el empleo público mientras se cayó el privado

Según datos de la cartera laboral del país, al mes de agosto de este año, en el conjunto del sector público nacional, provincial y municipal se crearon 78.644 nuevos empleos durante la gestión del presidente Alberto Fernández, mientras que el mercado laboral privado se contrajo en 139.076 personas.

¿Cuánto ganan?

Por ejemplo a diciembre del 2020 el presidente Alberto Fernández recibía un sueldo bruto de $ 354.694,16, en abril de este año pasó a cobrar $ 390.163,58, en mayo se incrementó y llegó a $ 418.539,12; y en junio trepó rápidamente a $ 494.080,98, publica IProfesional.

La veintena de ministros que acompañan su gestión también tuvieron incrementos importantes. En diciembre del año pasado cobraban $ 312.646, en abril $ 343.911, en mayo $ 368.934 y en junio $ 435.509.

Sistema poco previsible y aumento del empleo público como indicador de alarma

Un trabajo de investigación de Bloomberg Línea del 30 de septiembre de este año da a conocer una encuesta de la Universidad Austral que indica que el 62% de mil encuestados prefieren un trabajo del sector público a uno del privado, y ese indicador era del 55% en 2018 y del 48% en 2016.

Ese estado de la opinión pública va en consonancia con datos de la economía real cuando INDEC marcó que en segundo semestre de 2018 la tasa de empleo público era de 17.1% del empleo total y en mismo trimestre de 2021 era de 20.2%.

Datos del sector privado

En 2020, según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), cerraron 90.700 locales comerciales, 41.200 pymes, y quedaron afectados laboralmente 185.300 personas.

Un informe de la consultora Ecolatina citado por una nota de Infobae.com en 2020 el 4 % de las empresas argentinas tuvieron que cerrar las puertas.

Según Mario Casasco, director Ejecutivo del Centro de Desarrollo Pyme de UCEMA, desde 2008 no hay crecimiento pyme en Argentina. 

“Entre el año 2018 y 2019 se perdieron 11 mil pymes, en el 2020 fueron 22.500 pymes, y esa tasa de desacelera a Dios gracia porque la economía se empieza a abrir por la vacuna de por medio, pero al día de hoy tenemos una caída de pymes registradas de aproximadamente tres mil”, dijo a ImpulsoBaires.com.ar

Sin embargo, un trabajo reciente determina que el sector privado sumó 19.600 nuevos puestos de trabajo en septiembre, con lo cual el empleo registrado fuera del sector público ya acumula 11 meses de crecimiento, destacó un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).

Según el CEPA, el empleo continúa en progreso, habiendo recuperado 139.700 de los 187.000 puestos de trabajo perdidos durante la crisis por la cuarentena del Covid-19, es decir, un 75%.

La desconfianza

En medio de una negociación dura con el Fondo Monetario Internacional, no hay signos de un ajuste de la política para acomodar el déficit que genera un Estado de enormes magnitudes, inoperante y que podría conducirse con entre ocho y diez ministerios y no con la exagerada cantidad que hay en la actualidad que superan las veinte carteras.

La misma lupa corresponde a Provincia y Municipios en donde las plantillas de ministerios en el primer caso y de secretarías en las comunas son una verdadera preocupación porque no paran de incrementarse. Un verdadero escándalo.

La política resuelve sus problemas creando entes, funciones, funcionarios y más burocracia, mientras que el sector privado debe mantener todo ese aparato estatal con más impuestos, menos rentabilidad y leyes laborales que no lo favorecen.