28/03/2024 - Edición Nº2926

La Plata

La semana que pasó

La vida cotidiana: el temible golpe de gracia de una inflación de tres dígitos y la implicancia en la región

23/01/2022 | Tibiamente los economistas comienzan a advertir un hipotético aumento del costo de vida extraordinario para el 2022. Algunos hablan de una inflación del 100% probable, y otros dicen que el piso es 60%. Con acuerdo con el Fondo Monetario Internacional los pronósticos son de elevado costo de vida, y sin acuerdo es altamente probable que la puerta del infierno se abra de par en par. Mientras tanto, una región de clase media empobrecida cruje y espera uno de los peores años en décadas. También en esta columna: tablero de la vida cotidiana.


por Fabricio Moschettoni, editor de ImpulsoBaires Twitter @FMoschettoni


Este sábado buscaba zapatos en calle 12. Tenía tiempo de sobra, andaba poca gente y visité tres locales conocidos. En todos ellos la variedad de productos era ínfima, prácticamente la oferta se reducía a unas dos o tres opciones: “ni colores ni modelos ni talles, estamos mal, pero por ahí en los próximos días algo entra”, era la salida elegante de los vendedores, aunque por fin uno de ellos se sinceró del todo: “mirá, dicen que no hay materia prima ni se pueden importar algunos insumos, solo algunos lograron importar mucho y son los más grandes, y acá (en La Plata) no los vas a encontrar”. Me conformé con lo que había porque los necesitaba, pero estaban todos muy lejos de ser lo que buscaba.

Los comerciantes de diversos rubros no se llegaron a recuperar del mazazo dado por una cuarentena eterna, improvisada e incomprensible, y ahora esperan más achique en el poder adquisitivo de los consumidores, y como producto de las políticas macroeconómicas actuales podría profundizarse la merma en la mercadería para ofrecer. “Cerraron tres fábricas proveedoras nuestras, quedó una sola de todas las que trabajábamos”, me contó un experimentado vendedor del rubro del calzado, uno de esos que pasó varias crisis y que incluso por su edad seguramente conoció la famosa “tablita” de ´Joe´ Martínez De Hoz en el Proceso Cívico Militar que trató de devaluar de manera programada para evitar pérdida de competitividad pero logró lo contrario, y hasta me atrevo a decir que posiblemente haya sido víctima también, en el 4 de junio de 1974, del gobierno peronista que anunció una devaluación de más de 100%, tarifazo de 200%, liberalización de precios abruptos en el marco de acuerdos salariales con aumentos inferiores al 40% y que terminó en el “Rodrigazo”, justamente un fenómeno inflacionario de alto impacto que se dio a partir de la gestión del ministro de Economía de ese entonces, Celestino Rodrigo. Esa locura económica, que intentó corregir a garrotazos las atrocidades de años de “keynesianismo acriollado” de los tiempos previos, terminó con una herencia de 16 años de inflación astronómica (María Estela Martínez de Perón: 276.2%; Jorge Rafael Videla, 147%; Roberto Viola, 148.6%; Leopoldo Galtieri, 104.4%; Reynaldo Bignone, 401.7%; Raúl Alfonsín, 398.1% / Inflación anualizada).

El tema obligado tanto con esos comerciantes como luego, al mediodía sabatino tomando un café con un amigo economista, giró sobre “a cuánto va a abrir el dólar el lunes”. Hablábamos del dólar “blue” está claro, o sea el valor verdadero del billete verde para la economía real. Cerró en $ 219 en la city porteña el viernes, pero en La Plata algunos vendían a $ 225 y por supuesto que había quienes lo compraban a ese precio: si se puede vender a un precio es porque hay disposición a comprar, así funciona un mercado más o menos libre. Otro tema obligado fue las tarifas, los subsidios, y los precios en las góndolas.

En el oficialismo hay quienes se molestan cuando se habla de las altas probabilidades de una inflación de tres dígitos para este año si no hay acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, pero sin embargo es necesario contemplar esa cuestión, porque ya hay quienes lo están mencionando de manera cada vez más insistente.

“No me sorprendería que Argentina termine con tres dígitos de inflación anual en algún momento, no me sorprendería el 100%”, dijo el economista Roberto Cachanosky en La Nación + y en TN hace algunos días.

Y la verdad que no es para nada descabellado porque el escenario ante la posibilidad de entrar en default con el Fondo Monetario Internacional como producto de un no acuerdo es altamente probable debido a la posición negociadora de Argentina que estira la solución del déficit a por lo menos cuatro o cinco años, y se opone a hacer un ajuste mayúsculo. En realidad, no parece haber una disposición seria y contundente de parte de Argentina para acordar con el FMI.

Entonces el escenario que se aproxima ante el no acuerdo es bastante complejo y difícil de hacer frente. Tenemos tarifas en servicios públicos atrasadas, y por lo tanto subsidiadas entre 60 y 70% mediante emisión monetaria mayormente, un atraso muy pronunciado del tipo de cambio que en algún momento tendrá que solucionarse para dar competitividad a la economía, o sea, dicho de manera más directa será una devaluación severa del peso, y además más presión impositiva (aunque a este ritmo nadie sabe quién podrá pagar impuestos).

El gobierno está sin fórmula económica, y esa situación va a castigar con más dureza a los sectores medios: profesionales, comerciantes, pymes de servicios, comerciales e industriales. Sobre estos sectores, que son muy amplios en la economía de nuestra región, va a recaer mayor carga impositiva, mayor costo en alquileres de locales comerciales, márgenes de rentabilidad mucho más estrechos y una ausencia absoluta de crédito. Además, en caso de algunas profesiones como la odontología, que tiene en sus insumos más del 90% de componentes importados, o determinados nichos productivos, la crisis será mucho mayor por la inconsistencia de la política cambiaria.

Este combo para el comercio platense, que vio cerrar más del 20% de los locales de manera definitiva durante la pandemia, será mucho más severo que para el promedio. Nuestra región está poblada por sectores medios que perciben ingresos cuyo rinde es cada vez menor y por lo tanto consumen en menor cantidad y por supuesto disminuyen la calidad.

Hace unos días, un artículo en el diario El Día se tituló: “La inflación avanza y golpea en la canasta básica de los platenses”, y entre otras cosas habla de un relevamiento entre almacenes que da un fuerte incremento de productos esenciales entre 5 y 15 por ciento en lo que va del año, algunos de limpieza 40% e incluso cita apreciaciones del Centro de Almaceneros de Berisso en donde puntualizan incrementos fuertes en lo relacionado a aves, en especial huevos, aunque lo atribuyen a la ola de calor.

Pero además hay que agregar los faltantes que son cada vez más recurrentes, porque hay un desabastecimiento encubierto en varios locales comerciales, y eso se puede apreciar con góndolas más espaciosas y no solo ocurre en comercios medios o chicos sino también en importantes cadenas.

Algunos en el gobierno consideran que el recalentamiento de precios se produce en los operadores que van del productor a la góndola, pero en realidad el panorama es mucho más complejo y esa hipótesis significa un reduccionismo imposible de aceptar. Hay una incidencia importante de toda la cadena logística, pero primero hay que definir y precisar la logística en sí misma, en donde no solo se representa por el traslado de mercancías en transporte de un punto a otro sino por caracterizar la mayor parte del proceso productivo y comercializador, y por supuesto la incidencia de enormes costos laborales, seguros, alquiler de depósitos, tarifas, adquisición de tecnología para ejecutar softwares de inventarios, entre otros tantos.

Un relevamiento de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa determinó que en diciembre un consumidor pagó por alimentos 5.8 veces más de lo que cobró un productor agropecuario. Y sobre todo esa relación se observa con mucha incidencia en los productos de nuestra región.

Pero de todos modos insisto en que hay que mirar el conjunto de los actores que hacen a una transacción económica y hacer un análisis de costo en particular y en general.

La gestión económica tiene que dejar de hacer explotar pirotecnia todo el tiempo lanzando programas inservibles de precios cuidados, protegidos o blindados, al tiempo que habla de hipotéticos controles que nadie puede instrumentar, y comprender que la formación de precios es la representación misma de toda la política económica en donde impacta la intervención en el mercado por parte del mismo Estado, la política impositiva, las prevenciones que el comerciante toma ante la posible disparadas de precios mayoristas (eso es falta de confianza), las tarifas, los costos laborales, los costos de renovación de alquileres, entre otros aspectos.

En el gobierno municipal, en tanto, están readaptando el área productiva y tienen todas las fichas puestas en una Agencia Productiva que va a reemplazar a la secretaría de Producción, y tendrá como objetivo conseguir estímulos para los actores pymes comerciales e industriales locales, y a su vez buscar más inversiones que se radiquen en la región, pero sin embargo el panorama nacional es muy desalentador y una disparada en la inflación que lleve a proyecciones de 85%, 100% o más va a terminar generando un efecto tremendo debido a que no sería nada ilógico pensar en un recalentamiento de precios adicional como producto de que el comerciante busque protegerse de la crisis y tenga fundados temores en la reposición de bienes para comercializar.

Una contracara de alivio parcial la constituye un informe que da cuenta de que en los primeros días de enero el Ente de Turismo local festejó un aumento del 90% en la recepción turística, y eso es bueno porque apuntala tanto a la hotelería como también a la gastronomía y a otros rubros, pero fue lo único interesante para destacar.

De todos modos y más allá de esfuerzos y voluntarismos locales si no hay mercado, o sea si no funciona la demanda ni la oferta, muy poco se va a poder hacer en este plano porque estamos ante un escenario de extinción prácticamente.

¿Por qué se habla de alta inflación y de porcentuales tan elevados?

Por ejemplo, a los dichos de Cachanosky podemos agregan que el economista Agustín Etchebarne dijo en CNN Radio que, según las proyecciones privadas, “la inflación de piso para 2022 puede ser de un 60%”.

En diálogo con Café con Pepe estimó que “puede haber un salto inflacionario”, con el agravante que “ahora la pobreza está por arriba del 40%”.

“La situación de Argentina para 2022 es muy complicada”, sostuvo en el programa conducido por Pepe Gil Vidal.

Asimismo, consideró que “nuestro país comete siempre los mismos errores”, en referencia al congelamiento de precios y a las trabas a las exportaciones que el gobierno mantendrá también durante este año.

Respecto de las negociaciones que se llevan adelante con el FMI, entiende que “se debería llegar a un acuerdo porque les interesa a las dos partes”, sobre todo teniendo en cuenta que en marzo hay un importante vencimiento de deuda.

En este punto, destacó la importancia de reducir el déficit fiscal, aunque cuestionó que se elija el camino de aumentar los impuestos y no el de achicar el gasto público.

“Argentina se achica porque la están masacrando con impuestos”, concluyó.

En tanto, también hay que tener en cuenta la inflación del 2021, que terminó en 50.9% (con tarifas planchadas y precios cuasi controlados) cuando lo proyectado por el ministerio de Economía era de 29% a la hora de hacer la ley de Presupuesto, y ahora para este año la estimación del Palacio de Hacienda es de 33%, porcentual absolutamente irreal.

El Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central presentado en enero menciona una inflación para este año de 60.4% y una de 54.7% para el próximo.

El mismo Fondo Monetario Internacional es cauteloso a la hora de proyectar la inflación en el país.

La CEPAL sacó de los estimadores a nuestro país y a otros como Haití, Suriname y Venezuela por tener valores inflacionarios muy superiores al resto de la región. O sea, habla de una inflación de 7.2% para la región pero se encarga de separar a esos países, entre ellos el nuestro para poder hacer el pronóstico.

Si no hay acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, vale remarcarlo, hay consultoras que hablan de 85% de inflación, y otros que ya la ubican en un probable 100%.

De todos modos, es lógico pensar que cuando se comienza en esas cadenas de imprecisiones en un mundo de inédita volatilidad y en un país tan vulnerable, hasta una lluvia retrasada puede desarticular cualquier variable y hacer explotar una bomba económica.

Lo racional

Entre algunos aspectos, el gobierno debe entender que no puede manejarse sin hacer ajustes correspondientes y bajar el gasto público a la vez de achicar el déficit.

En 2020 en plena pandemia se emitieron 2 billones de pesos, en 2021 se emitieron 1.7 billones de pesos con actividad económica en repunte, y este año podría ser superior si no hay acuerdo con el FMI.

Argentina tiene que hacer reformas urgentes, que no son para nada simpáticas y que costarán un esfuerzo enorme, pero no hay otro camino. Si se sigue con una emisión brutal, con tanta presión impositiva y con una ruptura con el mundo estamos en un escenario de quiebre social sin precedentes.

Hay que entender una cruda realidad, no tenemos moneda y eso agrava la situación. El peso se entiende por moneda cuando sirve como reserva de valor y cuando es aceptado para las transacciones. Hoy nuestro peso no es buscado como reserva de valor y vemos como todo el mundo para llevar adelante operaciones de la vida real habla y se estructura mirando el valor dólar, y en particular el “blue”. ¿O acaso si vamos a comprar un inmueble o un automóvil nos hablan en pesos?. Está tan depreciado nuestro peso que hasta se multiplican todo el tiempo carteles de vendedores de choripán que expresan el valor de sus manjares en billete verde.

En tanto, la política tiene que hacer su parte. Los estados deben achicarse. Es para celebrar que la estructura municipal de La Plata se achique severamente, lo mismo debería hacer el Gobierno de la Provincia. La Legislatura bonaerense debe parar la mano de ser el monumento al gasto público inútil e infundado: un legislador provincial nos cuesta por mes casi 10 millones de pesos, o sea casi cien mil dólares mensuales a un tipo de cambio de $ 100 durante el año que pasó (Cantidad de legisladores: 138; costo en $ 9.866.221; tipo de cambio 100; costo en dólares por legislador por mes, 98.662 / Fuente: Cachanosky Roberto / 13 de enero 2022).

¿Alguien quiere seguir con esto?

Tablero de la vida cotidiana

Pedido de resarcimiento a EDELAP y a ABSA: El ex concejal del Partido GEN, Gastón Crespo, pidió que ambas compañías indemnicen a los usuarios por las pérdidas sufridas durante la ola de calor y las interrupciones constantes de servicios.

Gabinete y demás: nadie es imprescindible en una gestión. Imprescindible es el funcionario que vota la gente porque es producto de la Constitución y sus leyes, el resto van y vienen. Todo gabinete debe ser una adaptación constante, un sistema dinámico con múltiples variables para analizar y combinar. Es elogiable un achique en el gabinete de la Municipalidad y a su vez una modernización y adaptación de las diferentes áreas. Llegar al platense medio, de eso se trata.

Parque Saavedra: en las últimas horas se reactivó el motor que provee agua al lago mayor y el secundario. No fue una tarea simple ya que el pozo histórico, a la vera del espejo de agua más grande estaba seco por lo que la Municipalidad debió explorar otras alternativas hasta encontrar una solución de fondo.

Falta de mantenimiento en calle 12: la arteria comercial presentaba signos de falta de mantenimiento en los desagües ubicados en las veredas. La tierra acumulada entre sus rejas de cemento son fiel testigo.

Ocupación ilegal: siguiendo en calle 12 cada vez son más los metros cuadrados que ocupa la ilegalidad convirtiéndose en obstáculos para los transeúntes y en competencia desleal para el comerciante formal que sufre cada vez más.

Bicisendas: siguiendo en calle 12, la bicisenda es pintoresca pero incómoda, y además en algunos pasajes hay algún comercio que ocupa la cinta asfáltica y termina quedando casi sin paso el automovilista. Otras bicisendas, como en 53, parecen a contramano de la planificación. ¿Habrá un replanteo para tener bicisendas pero mejor posicionadas?.

La FELP y el “Ahora 12”: comerciantes y empresarios nucleados en la Federación Empresaria de La Plata pidieron al gobierno nacional extensión del programa Ahora 12 para poder tener alguna actividad.

Enero platense: para pasar los días en la Ciudad es importante destacar la reactivación cultural de la zona de Meridiano V. Buenas opciones fílmicas para compartir en familia o con amigos mediante los programas organizados por el departamento de cine de la Secretaría de Cultura y Educación comunal. También la República de los Niños desafió la fuerte ola de calor con algunos escenarios musicales más que atractivos.

Ausencias: en la crisis de la ola de calor, ni la Defensoría del Pueblo provincial como tampoco su par local estuvieron demasiado presentes. Los primeros estaban más entretenidos en atender a EDESUR y acompañar en coro los pedidos del oficialismo provincial, y en el segundo caso la falta de estructura, la nula disposición presupuestaria para contratar profesionales que hagan estudios técnicos y demás se hacen sentir. Es hora de hablar en la Ciudad de búsqueda de dependencias y entes más ágiles para ponerse del lado del usuario. Tampoco estuvieron presente los organismos reguladores provinciales.

Les dejo mi intervención de este sábado en el programa "Impulso Ciudadano" por Radio La Red de Mar del Plata


Hasta el próximo domingo.