20/04/2024 - Edición Nº2949

Politica

Punto de vista

La Nación en el palo enjabonado

13/02/2022 | Las difíciles circunstancias por las que atravesamos hacen que resulte pertinente un repaso de temas fundamentales sobre calidad institucional, derivados de una pregunta que tenemos que formularnos nuevamente los argentinos : "en qué cuestiones estuvimos de acuerdo para que la Nación tenga una organización jurídico-política capaz de contenernos y además ejercer la Soberanía?".


por Osvaldo Dameno *


Ya en el Preámbulo de la Constitución Nacional se expresa "constituir la Unión Nacional" . Se observa hoy con este esquema amigo-enemigo que nuestros dirigentes trabajen por la unidad nacional? "Afianzar la justicia": los permanente ataques a la independencia del Poder Judicial dan la impresión de preocupación de los gobernantes por esta directiva? "Consolidar la paz interior y asegurar los beneficios de la libertad...": Podemos conformarnos con la actual inseguridad y las distintas trabas a nuestras libertades? Estas primeras reflexiones arrojan un resultado negativo.

Si vamos al articulado, nuestra norma fundamental expresa que  la Nación Argentina adopta para su gobierno la forma republicana, representativa y federal. Un simple análisis sobre el republicanismo evidencia un claro déficit en sus objetivos. Hay carencia de valores cívicos, no hay compromiso fuerte para erradicar la corrupción. La República es un programa para guiar las decisiones políticas hacia el bien común. Nuestros padres fundadores dieron ejemplo con sus actos y su pensamiento. San Martín, Moreno, Castelli, Artigas y muchos más hicieron contribuciones invalorables. Hoy no hay ejemplos.

Con angustia y nostalgia repasamos la lectura del art. 14 , 14 bis, 16, 17, 18, 22, 36, por citar algunos, que nos obligan a respetar la propiedad, el trabajo, la seguridad social, la igualdad ante la ley, la libertad. Y dejan muy claro que el pueblo no delibera ni gobierna sino por medio de sus representantes y autoridades, y asimismo, que atentará contra el sistema democrático quien incurra en grave delito doloso contra el Estado, que conlleve enriquecimiento. Muchas cosas permanecen soslayadas hoy.

Es que la división de poderes hace a la democracia. Los tres poderes son democráticos aunque los gobernantes lo ignoren, y la democracia exige unidad nacional, transparencia, no mentir, tener idoneidad, humildad y luchar por el pueblo, por su salud, por su educación, por sus jubilados, combatiendo los principales flagelos, como la droga, la inflación, la falta de trabajo, la pobreza, la inseguridad, la perpetuación en el poder, el nepotismo, el abuso de poder y la soberbia. Todos temas en los cuales los argentinos hemos hecho hincapié para aceptar ser parte de una organización supraindividual como nuestro Estado Nación. Tenemos derecho a exigir el cumplimiento.

En nuestra relación con el mundo debemos pararnos según nuestra herencia hispánica y grecorromana, la supremacía del espíritu, el heroísmo, la nobleza. Somos latinos, occidentales, cristianos. Pertenecemos al nuevo mundo y a la comunidad cultural hispanoamericana. Los que nos gobiernan no deberían perder de vista estas premisas, sobre todo en nuestra relación con países no democráticos, cuando no directamente dictaduras que no respetan los derechos humanos.

El título del presente artículo rememora el viejo juego de subir al palo enjabonado. Una tarea casi imposible. Así está nuestra nación. Tratando de elevarse hacia objetivos supremos. Pero a cada avance sobreviene una caída. El rumbo hacia donde nos dirigimos está signado por el desprecio a la Constitución, a las leyes, a las instituciones y a nuestra idiosincrasia. Gobierna una facción, y lo hace sólo para sus simpatizantes y no para todos. No sabemos hacia dónde vamos. Las principales alianzas políticas no tienen un plan, un modelo, un proyecto. No hay diálogo, ni consensos, ni grandeza. La Nación corre serio riesgo de no lograr subir el palo enjabonado.

 

 

* Osvaldo Dameno es abogado, y dirigente de Vamos con vos.