Consejos para que no te agobie la rutina

Ya sea que estudies, trabajes por cuenta propia o en relación de dependencia o, incluso, estés retirado; seguir una rutina diaria puede ayudarte a establecer prioridades, limitar la procrastinación, realizar un seguimiento de tus metas y hasta incrementar tu salud. 

De esta manera, podrás concentrar tu fuerza de voluntad y encontrar una motivación. Paulatinamente, formarás un hábito y ya no te costará nada seguir una rutina beneficiosa. Los hábitos son acciones que realizamos repetidamente con poco o ningún esfuerzo. 

Sigue leyendo esta nota para averiguar qué cosas deberías tener en cuenta para armar una rutina saludable y positiva.

Armando una rutina

En este aspecto hay algo realmente importante para recordar: lo que funciona para otra persona, podría no funcionar para ti. Por eso, es importante elegir las actividades que más se adapten a tus gustos y personalidad, las que te empujan a convertirte en la mejor versión de ti mismo y que sabes que podrás mantener en el tiempo, convertirlas en un hábito. 

Además, es una buena idea informarse sobre los diferentes recursos que pueden ayudarte en tus nuevos propósitos: aplicaciones para hacer ejercicios, webs de las que puedes descargar menú semanales, herramientas colaborativas para ordenar tu trabajo en equipo, etc. 

No tengas miedo de probar nuevos hábitos y ver cómo funcionan para ti. Si luego de probar una actividad, te deja energizado e inspirado, sigue haciéndola. Si no, sigue probando otros métodos hasta que encuentres los que sí te sirven. La clave es crear patrones diarios regulares y consistentes, que te lleven a donde quieres ir en la vida, ayudándote a maximizar tus logros en todos los niveles posibles.

A continuación, analizamos algunas de las cosas que puedes hacer en tu rutina diaria para alcanzar mejores niveles de productividad y realización.

1.    Hacer una lista de tareas diarias
Una excelente manera de estar completamente preparado para el día siguiente es hacer una lista de tareas pendientes. Por ejemplo, planear hasta seis tareas que quieres completar durante el día. 
Esto funciona por dos razones: Primero, te ayudará a planificar el día de una manera que te permitirá aprovecharlo al máximo, en lugar de simplemente realizar tareas aleatorias y esperar que te ayuden a avanzar. En segundo lugar, crear una lista de cosas por hacer te mantendrá concentrado en la tarea. Sabrás exactamente lo que quieres hacer y cuándo, lo que aumentará las probabilidades de que lo hagas. 
Si debes afrontar un trabajo en equipo, recuerda que existen herramientas colaborativas que pueden ayudarte a fijar objetivos, asignar tareas y establecer plazos para ti y todo tu grupo de trabajo. 
Mantén una lista de tareas diarias acotada a lo que realmente puedes hacer, para que sea manejable y no te abrumes. Un gran "truco" para asegurarse de mantener tus listas simples es usar una nota Post-It. Las dimensiones de una nota Post-It son perfectas porque la restricción de tamaño te obligará a escribir solo las cosas más importantes que tienes que hacer cada día.

2.    Divide tu día en partes
Dividir tu día en partes te ayuda a ser más organizado y productivo, ya que pasar demasiado tiempo haciendo una cosa puede hacer que pierdas el enfoque y el interés. Además, si tienes que trabajar en algo que realmente no quieres hacer, ya sabes que pasarás solo un tiempo acotado en ello. 
Ya verás que pequeñas modificaciones aquí y allá pueden mejorar enormemente tu calidad de vida de muchas maneras. Ya conocemos todas las opciones obvias para mantenerse en forma y vivir un estilo de vida saludable, pero hay muchos ajustes que se pueden adoptar fácilmente sin mucho esfuerzo. Nuestro objetivo es adoptar un enfoque proactivo, pero realista, para crear una vida saludable y plena. Cada persona es diferente, quizás no eres bueno para hacer ejercicio a la mañana, pero sí te sientes motivado para moverte a la noche. Encuentra tus propios tiempos. 

3.    Optimiza tu cuerpo
Tu cuerpo es tu hogar, si no tienes bienestar corporal no podrás sentirte bien en nada más. Cuando tu cuerpo está cansado y dolorido, tu mente se siente de la misma manera. Si quieres tener energía para aprovechar tu día debes cuidar tener una alimentación balanceada, beber suficiente agua, moverte al menos media hora cada día y crear momentos de disfrute que sirven para calmar tu mente. El estrés tiene efectos muy negativos sobre el cuerpo y puede traerte muchos problemas de salud. Cuando tu cuerpo se sienta feliz, tu mente también lo estará. 

4.    Haz lugar para la flexibilidad
La vida se interpone incluso en las rutinas más detalladas. El objetivo es aprovechar tus momentos más productivos para usarlos en tus tareas más desafiantes y tus momentos menos productivos para hacer las tareas más mundanas. Puede haber ocasiones en las que tengas que ir a una cita con el médico durante las horas que normalmente reservas para el trabajo, o surgirá  una reunión social que ocupará tu noche y ese día te acostarás un poco más tarde. La vida no es a todo o nada, recuerda que las varas que no se doblan se rompen. 

5.    No pierdas la motivación
Crear una rutina diaria puede ser difícil al principio, pero pronto te sentirás motivado. Cuando coseches las recompensas y tu productividad se dispare, cuando se reduzcan los colapsos matutinos y descubras que realmente tienes espacios de tiempo libre durante el día o la semana, sabrás que tu rutina está siendo un éxito. ¿Aún mejor? Nada está escrito en piedra, así que si tu rutina diaria no funciona perfectamente al principio, simplemente haz algunos ajustes hasta que encuentres el horario ideal y los métodos que mejor funcionan para conseguir tus metas diarias y adoptar hábitos saludables.