30/04/2024 - Edición Nº2959

Politica

Contrapoder

Viaje al abismo en un colectivo destituyente

09/04/2022 | Cristina Kirchner ya se despegó del acuerdo con el FMI y ahora quiere hacerlo con la inflación a pesar de haberla fogoneado con el denominado "Plan platita". Pero todos los males se los atribuye a Alberto Fernández, como si no fuera el socio que ella misma eligió para volver al poder. El Presidente no responde ante los constantes aguijones. Ha optado por el camino del silencio, para no avivar más el fuego de la interna partidaria, que lo debilita a pasos agigantados. Por estas horas se cumple una semana desde que la vice arremetió, como pocas veces, contra Alberto. Fue durante el acto que encabezó por el aniversario Malvinas, en el Senado. Y en los días que siguieron, tres de sus principales espadas, su hijo Máximo, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof y Roberto Feletti, que culpó a Guzmán por la inflación, salieron a la cancha a reiterar los cuestionamientos en público contra su gestión.


por Jorge Joury *


Razones hay: la economía está en llamas y la inflación, como una piraña, se come los salarios. "Algo hay que hacer  porque esto se puede llevar puesto al gobierno", reconoció un histórico intendente peronista del conurbano., quien comparó el escenario social como "muy parecido o peor, que el del 2001. La gente ya tiene problemas para comer y golpea las puertas de los municipios. Hay que descomprimir, antes de que explote. La inflación de marzo pisaría el 6%". Encima falta gasoil y podrían escasear productos en las góndolas", reflexionó el informante.  

"Si se levanta el Gran Buenos Aires, no va a quedar nada en pie", fue la advertencia del dirigente Raúl Castells al Gobierno. El referente social defendió los piquetes como medida de fuerza y le aconsejó al Ejecutivo que "no tire tanto de la soga". Hasta el propio secretario de Comercio, Roberto Feletti, advirtió que el escenario "se puede poner feo".

El Frente de Todos está en proceso de volar por los aires por obra y gracia de su fundadora. Cristina se ha encargado de obsequiarle a su socio, más que un libro,  un pasaje hacia la incertidumbre a bordo de un colectivo destituyente habitado por un ejército camporista que actúa casi de manera caníbal. Con el regalo del libro sobre el final dramático del gobierno de Raúl Alfonsín, la vice sentenció al Presidente a un futuro oscuro. Para ella, ya es Alfonsín 2.0 . Alberto Fernández siempre elogió al ex presidente y ella le dio el gusto de recordar cómo terminó ¿Será una premonición? Nadie lo sabe, pero es un mensaje muy fuerte que acrecienta la incertidumbre sobre cómo continuará la gestión en un proceso de descomposición interna pocas veces visto con tanta pirotecnia verbal en la historia del peronismo. 

Muchos se preguntan si el de CFK será un plan terminal para desgastar al jefe de Estado, para que termine tirando la toalla y le entregue el manejo total del gobierno. Lo que se observa, es que  Cristina está construyendo su propia tierra arrasada, dando a entender que si no se puede gobernar, al menos se puede torpedear a quien detenta el poder. A  la vice le preocupa que los salarios no suben en relación a la inflación, con lo cual su caudal electoral corre el riesgo de licuarse en la provincia de Buenos Aires donde tiene su mayor nicho de votos.

¿Qué tipo de poder planea la vicepresidenta para esta etapa? Sus movidas parecen indicar que es un poder reducido en su tamaño y restringido en su alcance, con un funcionamiento centrado en la obstaculización. Si no se puede gobernar, al menos se puede entorpecer a quien detenta el poder. Ese parece ser su objetivo.

En medio de este tembladeral partidario, el gobernador Axel Kicillof se puso del lado de CFK, se muestra con Máximo y sumó una cuota de mayor tensión al alertar por la disparada de la inflación y señalar que: “En el Conurbano y el interior la situación social no da para más”. También dijo que "“no hay que tener miedo de enfrentar a ciertos sectores” y agregó que llegó la hora de adoptar “medidas muy decididas y extraordinarias”. “No es momento de ajuste”, reiteró.

Por caso, en el conurbano bonaerense el incremento en estos productos alcanzó el 158% desde que asumió Alberto Fernández. Así se desprende del último informe que publicó el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci).También Máximo Kirchner aportó una cuota explosiva al señalar que: “Que no nos vengan a explicar lo que son situaciones difíciles”, disparó y dijo que vio a CFK “pararse de manos” frente al FMI.

Pareciera que algunos dirigentes tal vez están abriendo el paraguas frente a una eventual situación de convulsión social dando a entender que si se llega a eso el culpable es Alberto. No hay que jugar con los diablos, porque terminan apareciendo.

El senador Oscar Parrilli –que siempre expresó la opinión de Cristina Fernández en los medios de comunicación- también disparó contra Guzmán y por añadidura al Presidente: “Con el FMI se votó algo que se sabía que no se iba a cumplir. Si seguimos así vamos a terminar yendo a las elecciones con la boleta de Kristalina (Georgieva) ”, ironizó en relación al acuerdo con el Fondo.

Cristina, que hoy ostenta una imagen negativa del 74%, ha llevado al peronismo a un proceso de quiebra como fuerza política. El libro “Diario de una temporada en el quinto piso”, de Juan Carlos Torre, que le regaló a Alberto Fernández para su cumpleaños, lo único que logró fue profundizar la grieta interna. Esto puso furioso al Presidente. Pocas veces se lo vio ante una ataque de ira como este,reconocieron en su círculo íntimo.En el peronismo tomaron el regalo como “una verdadera maldad” que grafica el mal momento de la convivencia partidaria.

Las primeras espadas del diminuto círculo del albertismo comenzaron a prepararse para sostenerlo en el poder, en el caso de que CFK intente avanzar sobre el Gobierno buscando imponer cambios en el Gabinete o produciendo algún movimiento sísmico que transforme una discusión de gestión en una instancia de vida o muerte.

Hay intendentes del conurbano que admiten en voz baja la situación de zozobra en el gabinete : “Estamos sobre el Titanic y nadie sabe quien manda. Se la estamos dejando servida en bandeja a la oposición con una economía irremontable, en el año y medio de gestión que queda”. También reina el desconcierto sobre qué capacidad tiene Alberto Fernández para poder gobernar sin Cristina Kirchner, proceso que se activó y está en fase de prueba.

El ministro de Hábitat, Jorge Ferraresi, lo dejó en claro durante una entrevista radial. “Si salimos a la cancha con ‘vamos a perder’, vamos a perder”, dijo en clave futbolera. O como sostiene Gabriel Katopodis:"la gente nos va a cagar a palos"

Cristina, La Cámpora y el kirchnerismo de paladar negro están convencidos que Fernández es una suerte de dilapidador del propio capital político y del voto partidario. Sostienen que se demostró el año pasado cuando el oficialismo perdió respecto del 2019 el 40% de los votos y se preguntan: “¿Y si esto siguiera así a dónde vamos? ¿Por qué no abre el juego?”. 

Muchos se preguntan: ¿Qué va a pasar cuando llegue el aumento de tarifas y se desate la tensión social? ¿Los funcionarios de La Cámpora lo van a admitir o se van a ir del Gobierno y dejarán las cajas? ¿El kirchnerismo empezará a hacer planteos judiciales? 

Guzmán quiere aumentarle a la clase media un 40% y el kirchnerismo más duro cree que no puede superar el 25%. El Presidente está decidido a respaldar a su ministro. Es más, se comenta que podría anunciar en breve la baja del número de ministerios y poner todas las baterías al servicio del área económica.

Mientras tanto, la inflación se ha convertido en una epidemia que perturba al 62% de los argentinos y según la consultora Fixer, de Tabakman y Fernández Spedale, es la primera vez en los últimos tres años (incluye el último de la presidencia de Macri) que este flagelo supera la barrera del 60% en la preocupación de la gente. Y el 69% cree que va a ser mayor. Por todo esto, se ha desatado una expectativa que lleva al remarque de los precios con independencia de los factores objetivos que puedan determinar su suba. Es una espiralización que hace que la inflación pase a una escala realmente explosiva.

Lo más dramático, es que el 52% en esta encuesta de Fixer cree que la situación económica va a ser peor en lo que le queda al gobierno.

La población se hace una catarata de preguntas sobre el futuro de la gobernabilidad. El mañana es un gran signo de interrogación, por donde puede explotar otra bomba ¿Una carta de Cristina? ¿Alberto echando a La Cámpora del Gobierno? ¿Massa ganando terreno con la bendición de “sucesor”? ¿La retirada del kirchnerismo de la coalición? ¿La renovación de medio Gabinete o rodando la cabeza de Guzmán? 

Cuidado, porque con estos demonios deambulando, la política se está escindiendo de la sociedad y la gente los está empezando a ver como los otros. Frente a semejante despilfarro político en el oficialismo, la realidad interpela a la oposición y le dice al oído que le queda poco tiempo para elaborar un plan económico creíble.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la Universidad Nacional de La Plata. El 22 de noviembre de 2017, el Concejo Deliberante de La Plata lo declaró "personalidad destacada en el periodismo".