26/04/2024 - Edición Nº2955

Politica

Contrapoder

¿La ruptura final o fuegos de artificio?

11/05/2022 | Mi comentario de la semana anterior, paradójicamente lo titulé: " Capítulos finales de un gobierno que se suicida". Tal vez ello explique que Alberto ahora esté dispuesto a romper con Cristina. El Jefe de Estado necesitó cruzar el Atlántico para confesarle a un periodista español lo que no se animó a hacer acá, porque su socia lo acusó desde el Chaco de hablar en off. El Presidente, esta vez en Madrid, no puso la otra mejilla como en el pasado reciente cuando su socia lastimaba su investidura. Muchos nos preguntamos: ¿ Serán fuegos de artificio para no abdicar o muestra la realidad de un hombre que ya no sabe qué camino tomar? No lo sabremos hasta que regrese al país y ratifique sus dichos. Cuesta creerle su cambio abrupto, después acumular un archivo que no resiste excusas, con tantas marchas y contramarchas en su haber.


por Jorge Joury *


El presidente le respondió públicamente por primera vez a su vice y dijo que Cristina "tiene una mirada parcial, absolutamente económica, que desatiende que vivimos en una pandemia". "El debate no me preocupa, me preocupa la obstrucción al Gobierno, es que a veces las voces se vuelven tan altisonantes que no dejan ver la realidad", dijo.

"El presidente de la nación es quien manda en Argentina. Desde 2019 decían que yo sería una títere de ella. Pero la verdad es que yo tomo las decisiones. Eso no quiere decir que no escuche a Cristina, que desprecie su opinión. Pero la decisión la tomo yo. Y llevó mucho tiempo que se den cuenta de que yo estoy gobernando", aclaró Alberto.

La actitud de Alberto cayó como una bomba, que dinamita todos los puentes para mantener viva a la coalición y pone en duda la gobernabilidad.

En el kirchnerismo, consideran las palabras de Alberto como un gesto rupturista: "Alberto no quiere recomponer", fue la primera reacción.

Alberto ya había dado algunas señales de rebelión interna. Durante un acto organizado por Héctor Daer, secretario general del gremio de la Sanidad,  Alberto retó a su socia, al asegurar que su gobierno no oculta los problemas."Nunca me hice el distraído: ni frente a la pobreza, ni frente a la desigualdad, ni frente a la falta de trabajo. Soy peronista y cuando me entero de un problema le pongo el pecho”, dijo el Jefe de Estado.

La frase es interpretada como un tiro por elevación hacia su compañera de fórmula, quien durante su segundo mandato como Presidenta dejó de medir la pobreza. En aquel momento, su ministro de Economía, Axel Kicillof, defendió la decisión al asegurar que el indicador es estigmatizante.

También durante la Presidencia de CFK estuvo intervenido el índice oficial de precios del Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (Indec). La propia ex Presidenta reconoció el viernes pasado que la inflación era mayor a la que se informaba oficialmente y convalidó números que difundía la oposición. Otro hecho a destacar, es que la CGT dio una contundente muestra de respaldo político a Claudio Moroni, en medio de la presión de Cristina Kirchner y La Cámpora para que Alberto Fernández lo desplace del Ministerio de Trabajo.

Alberto Fernández definió su estrategia y ahora propone dirimir las diferencias con el kirchnerismo en las PASO y serán sus ministros quienes den ahora el debate económico.

Entre otras cuestiones, antes de irse de gira, también le encomendó tanto a Martín Guzmán como  a Matias Kulfas, salir a defender la gestión. El Presidente está enojado. Le repitió a sus escuderos que las explosivas cartas de Cristina le hicieron perder al Frente de Todos unos diez puntos y por eso su gobierno fue derrotado en la elección de medio término. Alberto le reconoció a sus escuderos que debe atarse a la economía y dejar que "ladren", en relación a dichos como los de "Cuervo" Larroque y Máximo Kirchner. Cree que en los próximos meses va a haber mejoras en los indicadores económicos.

En este contexto de internismo feroz, los principales ministros del área económica se alinearon detrás del Presidente.A capa y espada y salieron casi en simultáneo a defenderse de las críticas de Cristina. Tanto el titular de Economía, Martín Guzmán, como el de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, concedieron entrevistas radiales en las que defendieron la gestión económica. No hay que olvidar, que los dos, junto al ministro de Trabajo Claudio Moroni, fueron el blanco preferido del bombardeo kirchnerista; especialmente por La Cámpora, que los quiere fuera de la toma de decisiones y lo hacen público en cada acto público.

La estrategia del Gobierno está clara. Como lo dijo Guzmán en la última reunión de Gabinete, “el rumbo es por acá” y se podrá avanzar con una mejoría en todos los índices si se controla “el ruido político” que repercute en sus medidas.
En plena ofensiva del kirchnerismo y sectores del Frente de Todos que buscan desplazarlo, el embajador de Estados Unidos en Buenos Aires, Marc Stanley envió un fuerte mensaje político de respaldo al ministro de Economía Martín Guzmán: “El trabajo que hizo ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) fue impresionante”.

Lo hizo durante su exposición en la tercera edición del “AmCham Summit”, un encuentro de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en la Argentina (AmCham) al que también asisten autoridades parlamentarias y dirigentes de la oposición. El representante norteamericano se dirigió directamente a Guzmán, que estaba presente en el recinto, y lo elogió por su tarea de renegociación de la deuda contraída por el gobierno de Mauricio Macri.

Mientras tanto, esta semana será particularmente tensa en Buenos Aires. Alberto está lejos de este escenario, pero solo físicamente, al menos hasta el sábado. Ya comenzaron las audiencias para tratar los aumentos de tarifas y la reducción de los subsidios en el área energética, uno de los lineamientos del plan económico de Guzmán al que el cristinismo se opone airadamente. Otro dato a tener en cuenta es el clima caliente en la  calle con la llegada de las columnas piqueteras del interior que este jueves amenazan poner en el centro porteño unas 300 mil personas en un acto frente a la Casa Rosada.

Kulfas, por su parte, respondió a la mención que le hizo, sin nombrarlo, Cristina Kirchner: “No es un libro en contra de nadie. Lo escribí en 2015 y se publicó en 2016. Es un libro que buscó hacer un balance de los tres gobiernos kirchneristas saliendo de la polarización. Analiza ese período histórico no en clave de impugnación o como una visión apologética. Es un libro que hace un balance positivo y señala limitaciones o críticas pero de ninguna manera es en contra de alguien”, manifestó.

En la Rosada ya la semana pasada habían deslizado el apoyo irrestricto a los ministros que el kirchnerismo cuestiona. Cerca del Jefe de Estado comentan: “Tenemos tres ministros de lujo, ¿cómo los vamos a sacar?”. Lo que les molesta es que no gobiernan ellos”, aclararon.

Zabaleta, otra de las espadas más visibles del albertismo, también alzó la voz en un programa televisivo el domingo por la noche para defender la gestión. 

Alberto está firme en su postura de no modificar el gabinete. Tomó nota que sería suicida para su supervivencia, ya que sería interpretado como terminar capitulando ante Cristina. Ese argumento es el que esgrime cuando algunos cuadros peronistas le piden que hable con su principal socia y normalice las relaciones en la cúpula del Frente de Todos. La negativa a hacer cambios en el gabinete y armar una mesa política como quiere Cristina, agrava la situación de guerra interna.

Alberto  no es el primer Jefe de Estado que se apoya en las giras internacionales para tomar distancia del fuego. Puede que utilice los viajes como mecanismo de distensión para clarificar ideas y tomar impulso. Lo hacía Carlos Menem, una vez frustrada su vana ilusión de una nueva reelección. Se escudaba en los viajes internacionales al final de su gobierno porque había perdido la iniciativa política y ya no contaba con una agenda doméstica. Hay analistas que sostienen que los viajes presidenciales pueden ayudar a la lectura de la situación en la que se encuentra la política local. Pero el Presidente debe entender que la toma de aire fresco es solo momentánea y termina cuando vuelva a sentarse el lunes próximo en el sillón de Rivadavia..

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la Universidad Nacional de La Plata. El 22 de noviembre de 2017, el Concejo Deliberante de La Plata lo declaró "personalidad destacada en el periodismo"