La calle raspa y se oye el tic-tac de las bombas

Con un dólar que roza los $300 y una inflación galopante, la máquina de crear pobreza no para de mandar gente al precipicio. En el marco internacional, detrás de Líbano, Sudán y Venezuela, Argentina se consolidó entre los países del mundo con la inflación más alta.

Encima, con un salario mínimo de 230 dólares, uno de los más bajos del continente, los trabajadores están que arden porque no hay paritaria que dure.Los sueldos se derriten en medio de la ausencia de un plan efectivo para bajarle la fiebre a la economía. Ni hablar de los jubilados, que son los más atrasados y los que más pierden.

En medio del clima de malestar, la CGT, presionada por las bases tuvo que salir a anunciar una movilización para el 17 de agosto.¿No será tarde?.

El especialista en consumo Guillermo Olivetto lo sintetizó en una frase: "Cuidado que la calle raspa y las mechas están puestas". El peligroso tic-tac de las bombas de tiempo, es a todas luces un llamado de atención que hay que atender cuanto antes, porque las consecuencias pueden ser impredecibles. 

Lo que no se entiende, es que con semejante panorama de carencias, el gobernador Axel Kicillof active el Plan Platita para destinar 7.260 millones de pesos en regalar viajes de egresados a los estudiantes bonaerenses.

En lo que va de julio, el Banco Central viene aplicando un festival de impresión de papelitos de colores. En 14 días emitió 195 mil millones de pesos para financiar el rojo fiscal y otros $ 421.411 para sostener los bonos del tesoro. El BCRA emite a marcha forzada, encima no tiene reservas y superó los $ 7,1 billones en LELIQS.

A eso hay que sumarle un panorama financiero realmente complicado en materia fiscal y de deuda pública. Hoy por hoy las estimaciones de déficit fiscal primario privadas parecerían indicar que el gobierno no podrá cumplir con la meta de déficit acordada con el FMI. Es probable que el déficit total que incluye los intereses la deuda pública terminé en el orden de 4,5% del PBI y el primario (sin contar intereses) sería cercano al 3%. Como todos los años la mayor parte de este déficit la veremos en el segundo semestre. 

La pregunta es cómo se financiará este déficit teniendo en cuenta que hoy el mercado de deuda en pesos está prácticamente cerrado para el gobierno nacional. Incluso parece difícil que la Casa Rosada pueda renovar la deuda en pesos que vence en los próximos meses, siendo septiembre el mes con mayores vencimientos del año.

También se le suma que el proceso estanflacionario (estancamiento e inflación) se está profundizando y la economía parece estar en medio de dos crisis simultáneas: la cambiaria y la de la deuda argentina. 

El desafío de Batakis es desactivar las bombas para el tercer trimestre del año. Es que, además del vencimiento de 510 mil millones de pesos previsto para el 27 de este mes, en la segunda semana de agosto se conocerá el temible índice del costo de vida de julio, que casi nadie espera que sea inferior al 7%, aunque hay pronósticos muy superiores. Además, en septiembre se producirá la mayor cantidad de vencimientos de deuda. Será un período en el cual la coalición gobernante estará al borde del precipicio y sus resultados podrían marcar la suerte de la ministra de Economía, de quien se podría decir que su situación sería comparable a la de esos directores técnicos de equipos de fútbol que pelean el descenso y que si pierden tres partidos seguidos saben que tendrán que hacer las valijas y marcharse.

En este contexto, la moneda se deshace con el correr de las horas. La plata cada vez vale menos y los bancos no saben donde guardarla, porque las bóvedas ya no dan abasto para guardar tantos billetes. Los argentinos se sacan de encima el dinero cada vez con mayor apuro.Con un 5,35% de inflación en junio, la perspectiva más alta en julio, nos acercamos a la foto de una inflación anual del 90%.

Ese sería el ritmo más rápido desde la hiperinflación hace tres décadas. El manuel populista de restricciones se va agotando, junto con la paciencia.

La dramática salida del ministro de Economía Martín Guzmán llevó a que muchas empresas subieran los precios. Simultáneamente, miles de argentinos corrieron a los supermercados para tratar de abastecerse antes de una devaluación del peso y las constantes remarcaciones.De cara al futuro, los analistas ven al Gobierno del presidente Alberto Fernández sin herramientas ni una estrategia creíble para enfriar la inflación. Algunos esperan que el Banco Central acelere sus devaluaciones diarias del peso, lo que le permitiría gastar menos dinero en defender la paridad móvil, aunque eso ejercería aún más presión sobre los precios.

El economista Salvador di Stéfano comparó la suba del dólar con la dinámica inflacionaria en la Argentina y los Estados Unidos: "Lo que le decimos al hombre de a pie es que no se enganche más con el dólar a $300. El dólar hoy está en $300 pero puede ir a casi $400 para fin de año pero, ¿sabés cuánto es eso? Un aumento del 33% de acá a fin de año y los alimentos van a subir más del 33%. Entonces, ¡andá y comprate cosas! Este no es el momento de los billetes; es el momento de las cosas. El país entró en una dinámica inflacionaria que no va a parar. Entonces, andá al supermercado y poné la tarjeta hoy porque para el 7 de agosto cuando venza el resumen ya te habrás ahorrado entre un 7% y 10%", aclaró.

El analista político Hugo Haime evaluó el escenario político y apuntó a la falta de coordinación entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner, a pesar de que hay una frágil tregua entre los socios. "Estamos en una situación de un gobierno absolutamente debilitado, con una conducción política que no sabe qué es lo que quiere, y eso genera problemas muy importantes", agregó Haime.

"La idea de que entra en crisis la conducción política, discuten Alberto Fernández y Cristina Kirchner, básicamente; Sergio Massa intenta terciar de algún modo, eso complica la situación. Mientras no esté clara la conducción política, eso se va a complicar cada vez más", consideró.

Haime evaluó que el Gobierno "está en el peor de los mundos" en un escenario que consta de "una inflación desatada; los sectores más pobres, cada vez más sumergidos; las clases medias que no llegan a fin de mes y se le mueren las expectativas; los sectores altos o empresarios que no le creen al gobierno". La bomba perfecta.

Con la salida de Guzmán, el gobierno logró tapar la mirada periodística sobre el misterioso avión venezolano con personajes siniestros emparentados de manera directa con el terrorismo iraní, pero el mundo nos mira con una lupa por las relaciones peligrosas que se alientan desde el oficialismo.Tal vez el riesgo país por encima de los 2.745 puntos, sirva para ejemplificar la peor foto de la Argentina: no somos confiables para el mundo y eso se paga con un precio muy alto.Son muchos en el oficialismo los que se preguntan hasta cuando durará la "tregua" entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner, que ahora volvieron a dialogar, en tensas charlas. Cristina Kirchner sigue insistiendo con más cambios en el gabinete y por ahora respalda en silencio las medidas de Batakis, pero lo ve como un anuncio para evitar la crisis, con la promesa hacia sus militantes de que luego habrá redistribución.

En este nivel de agonía, cuesta soportar un año y medio más de un gobierno que no le da respuestas a la gente. La líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió no ve avances dentro de la coalición de gobierno y alertó que Alberto Fernández podría renunciar “en estos días”. Mientras tanto, desde el peronismo siguen culpando a la derecha de todos los males que están provocando ellos.¡ Despierten, muchachos!.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la Universidad Nacional de La Plata. El 22 de noviembre de 2017, el Concejo Deliberante de La Plata lo declaró "personalidad destacada en el periodismo".

Crédito: la foto utiliada en la ilustración fue tomada del portal Infobae.com en el siguiente vínculo https://www.infobae.com/politica/2022/05/12/marcha-federal-piquetera-las-columnas-se-concentran-en-distintos-puntos-de-la-ciudad-y-complican-el-transito-porteno/