No hay pueblada que frene la verdad

Conviene recordar, que cercado por  diferentes causas judiciales, el ex presidente de orígen riojano asumió como senador nacional en diciembre de 2005 y mantuvo ese cargo tras sucesivas reelecciones hasta que falleció, en febrero del año pasado. Con esa estrategia, esquivó el rayo paralizante de la justicia. 

No sería la primera vez que Cristina apela a guarecerse detrás de la muralla legislativa de los fueros. En el 2017 resultó electa por la minoría en territorio bonaerense, mandato con fecha de vencimiento en diciembre de 2023. Pero luego lo interrumpió a los dos años para jurar como vicepresidenta. Fue la inmunidad, la que le permitió mantener su libertad, en medio de los fallos con prisión preventiva que sacaba la Justicia durante la gestión de Cambiemos. Sus compañeros del recinto por entonces, con Miguel Pichetto a la cabeza, se negaron a votar su desafuero.

Ahora el plan, es primero victimizarse y empezar a armar, entre otras acciones, un “17 de octubre” a su medida. La reconstrucción de esa épica, parece leerse entre líneas en el alud de mensajes solidarios de sus funcionarios, que se encolumnan detrás de ella disparando con munición gruesa, para señalar que está frente "a un circo armado por el Partido Judicial". 

Por ello, CFK cree que es la hora de reflotar la epopeya que protagonizaron los descamisados. Así como Perón tuvo aquella explosión popular en Plaza de Mayo para pedir su liberación, ella lo que está haciendo es trazar un paralelo imaginario con el 45′. Y lo hace, con la perspectiva de vestirse de prócer, por eso llegó a afirmar en su momento frente a los jueces que “la historia” ya la absolvió.

La certidumbre de que tarde o temprano, le llegará el largo brazo de la justicia a golpearle la puerta de su casa, precipitó la idea de construir una proscripción. Cristina llevará ahora su disputa calentando la calle, aún con el riesgo de que puedan producirse enfrentamientos entre grupos opositores como ocurrió en las últimas horas frente a su coqueto departamento de Recoleta. Y de acuerdo como salga esa movida, posteriormente redoblará su apuesta en las urnas, tal vez postulándose como candidata a senadora bonaerense reflotando el sello de Unidad Ciudadana, ante el fracaso del FdT, hoy deshilachado por disputas internas. 

La vicepresidenta  juega a instalar la persecución política, pero tiene varias instancias para apelar el futuro fallo judicial. Pasarán años, antes de que la sentencia de los jueces quede firme. Eso le permitirá movilidad política. Por eso, cada vez son más en su entorno los que se ilusionan con que sea candidata en 2023, aún cargando sobre sus hombros, el pesado prontuario de tres toneladas de expedientes con pruebas contundentes en la causa de la obra pública. La compra del equivalente a 20 veces la superficie de la capital federal que hizo Lázaro Baéz, y las huellas que dejó Cristina sobre ese accionar delictivo, es un dedo acusador que se le alza, señalándola como jefa de una asociación ilícita en el esquema más grande de corrupción que recuerde la historia argentina.

En el kirchnerismo también levantaron las antenas por la suerte de Máximo Kirchner. Si bien no está imputado en el caso Vialidad, su nombre aparece mencionado en los mensajes de José López y eso podría tener impacto en otras causas. No hay que olvidar que el Iphone del ex secretario de Obras Públicas aportó información a Luciani para contextualizar la dinámica de la toma de decisiones y determinar la consulta directa a la entonces presidenta sobre los fondos a Austral Construcciones. Por ejemplo, Máximo aparece en esos diálogos dándole instrucciones a Lázaro Báez para la pavimentación de 100 cuadras en Río Gallegos, lo cual lo deja pegado en el esquema de corrupción.

El Día de la Lealtad peronista, cae lunes, y sería el combo perfecto para poner en  marcha la multitudinaria marcha de la victimización de la jefa que se pretende instalar.

La idea comenzó su estado de germinación en el núcleo duro K. En esa dirección, por estas horas se suceden reuniones de organizaciones políticas, sociales y sindicales, con La Cámpora a la cabeza de las conversaciones y la logística.

Un dirigente de fuerte peso en la tercera sección electoral, ante una consulta resaltó que: “la idea es poner la vara bien alta y provocar un hecho que conmueva el escenario político, con la movilización de miles de personas para reventar la plaza”. No es casualidad que la coordinación de la movida tenga epicentro en el conurbano, donde Cristina tiene su mayor capital político. 

La intención es agitar el territorio y ponerlo en estado deliberativo para materializar la bronca cuando en el desembarco en la Plaza de Mayo. Ya existe un grupo de dirigentes de peso que está recorriendo barriadas para instalar la discusión en plenarios.

Otra muestra del clima de presión, son las pintadas masivas en paredones de todo el país con la leyenda “Todos con Cristina” y "Si tocan a Cristina va haber quilombo". Hubo también una campaña de despliegue de banderas. 

Hasta el propio Sergio Massa, se refirió al pedido de condena hacia su aliada: “Estamos ante un peligroso antecedente para la política. Es absurdo plantear que el Jefe de la Administración es responsable por cada uno de sus dependientes”, consideró el ministro de Economía.

De momento Cristina se volvió a correr de la escena para dejar la centralidad en Massa. Trata de no ser ella quien cargue con el costo político del tarifazo. Pero esta movida no la libera de la responsabilidad de sus errores, 

La victimización, es una estrategia que le resulta muy amigable a Cristina. Pero lo que no podrá ocultar bajo la alfombra, es que además de haberse enriquecido de manera obscena y cobrar 4 millones de pesos de jubilación, su gobierno ha destrozado la economía. El relato populista, producto de una visión equivocada y distorsionada del lugar que el Estado debe ocupar en nuestra sociedad se está agotando. 

Probablemente, en el futuro inmediato, como lo anticipé en varios de mis comentarios, Cristina esté planificando refugiarse en la provincia de Buenos Aires. Allí planea instrumentar lo que en su entorno denominan "la resistencia", en caso de sufrir un probable revés en las urnas en el 2023. 

Por ahora, con el dominio estratégico de las cajas millonarias que administran sus espadas y los recursos  millonarios que la Nación le manda a Kicillof, no escatimará en usar esos fondos para hacer política partidaria, dar planes, asegurar votos y reflotar el "Plan platita".

Con la economía en ruinas por la inflación y el país cada vez más empobrecido, se acerca la hora de terminar de comprender que Cristina es la líder indiscutida del fracaso nacional y popular. Y aunque todavía la sigue de un variopinto grupo de feligreses, donde se mezclan miles de pobres con funcionarios que viven una vida de lujos,  el relato K está llegando a su fin. Por más Hebe de Bonafini que llame a incendiar las calles, no hay pueblada que frene la verdad. 

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la Universidad Nacional de La Plata. El 22 de noviembre de 2017, el Concejo Deliberante de La Plata lo declaró "personalidad destacada en el periodismo".

Si no lo escuchaste, esta es la intervención de Jorge Joury en Radio Coast de Pinamar