28/03/2024 - Edición Nº2926

Politica

Contrapoder / opinión

Hay que dejar de apuntarle al libre pensamiento

06/09/2022 | En mi larga carrera periodística, pensé que nunca más volveríamos al pasado más oscuro de la década del 70. Me cuesta entender el actual contexto de frases agresivas entre la dirigencia política, similares a las de aquella época y que derivaron en hechos sangrientos. Deberíamos memorizar, que aquello terminó en una fractura social que abonó el clima golpista del 76. Aunque hoy no es el mismo escenario, pero abriga temores de que se convierta en el principio de un camino sin retorno. Lo peligroso, es que el Gobierno ya eligió a sus enemigos: los dirigentes opositores, la justicia y los periodistas independientes.


por Jorge Joury *


En esa dirección, las tres toneladas de editoriales a las que aludió el ministro del Interior, Wado de Pedro, son claramente una expresión antidemocrática. Habría que recordarle al funcionario, que la prensa no inventó los cientos de argumentos que con tanta precisión expuso el fiscal Luciani, cuando señaló que con la anuencia del kirchnerismo, Lázaro Baez compró el equivalente a 20 ciudades de Buenos Aires.

Otro dato preocupante, es que la agencia oficial de noticias Télam, también quedó en el centro de la polémica, luego de difundir una bochornosa nota con ilustraciones delirantes, solo apta para fanáticos. En una serie de dibujos, se analiza el atentado contra Cristina Kirchner desde un lado interesado y artero, donde opinan funcionarios y especialistas que vinculan a medios y políticos con los “discursos de odio”.

Titulada :“Funcionarios y especialistas coincidieron en reclamar ‘responsabilidad’ a políticos y medios”, en el texto cuasi panfletario que la agencia nacional subió a su web el sábado pasado, los entrevistados “aseguraron que el ataque a la vicepresidenta no es atribuible a un hecho aislado, sino a manifestaciones públicas que "incitan a la violencia’”. Una expresión que desnuda una vocación autoritaria, en la búsqueda del discurso único.

Entre los que opinan, están la titular de la Defensoría del Público de la Nación, Miriam Lewin; a cargo del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), Victoria Donda; la investigadora e integrante del directorio de Radio y Televisión Argentina S.E, Cynthia Ottaviano; la directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina, Mariela Belskel; el director del Centro Ana Frank de la Argentina, Héctor Shalom y el sociólogo Ezequiel Ipar, quien lidera el Laboratorio de Estudios sobre Democracia y Autoritarismos (LEDA) de Unsam/Conicet.

Junto al texto, aparecieron fotos de carteles en contra de políticos oficialistas que se utilizaron en diferentes marchas opositoras, y una serie de ilustraciones que son las que generaron el repudio de políticos y periodistas en redes sociales.

De los tres gráficos, el que más rechazo generó fue el que muestra una pistola que en la punta del cañón tiene un micrófono. (Es el dibujo que ilustra este artículo) Incluso, en Twitter, la palabra “Télam” llegó a ser tendencia.

Las autoridades de la agencia oficial, deberían meditar en que ese organismo funciona con el dinero que aportamos todos los argentinos con nuestros impuestos. No es un ente para que nos disciplinen el pensamiento, sino para que nos cuenten la realidad tal cual es. Si es que son profesionales de verdad, deberían asimilar que la libertad de prensa es lo opuesto a un arma de fuego. Lo que se observa, no es otra cosa que fascismo explícito, que siempre esconde bajo la mesa, la intención solapada de iniciar una cacería del que piensa distinto. 

Quienes intentan avanzar sobre el territorio de la ley, no deberían desconocer que nuestra Constitución Nacional, en su Art. 14 y su Art. 75 inc. 22 protege la libertad de expresión en todas sus formas y que, los instrumentos de derechos humanos que complementan a nuestra carta fundamental, son el fiel reflejo de la defensa irrestricta a esta libertad. También debe tenerse en cuenta, que la Corte Interamericana de Derechos Humanos en su Opinión Consultiva 5/85 (La Colegiación Obligatoria de Periodistas), sostuvo que el Art. 13 de la Convención Americana fue diseñado para reducir al mínimo las restricciones a la libre circulación de información, opiniones e ideas.

No hay que olvidar que en Venezuela, el dictador Nicolás Maduro impuso en su momento una ley contra el odio. Lo hizo de manera encubierta para silenciar a la oposición, encarcelar y torturar dirigentes y silenciar a los medios.Por el mismo camino,  la titular del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), Victoria Donda, convocó al  Consejo Federal de Políticas Públicas Antidiscriminatorias para iniciar la redacción de un proyecto de ley contra esos mensajes públicos para que sea debatido en el Congreso de la Nación.

En este marco, el bloque de diputados de Juntos por el Cambio pidió la renuncia de Donda, señalando que “ejerce violencia contra opositores políticos”. Los legisladores apuntaron contra la titular del INADI que, en referencia al atentado a Cristina, aseguró que “las armas de los odiadores las cargan Macri, las Bullrich, los Milei, las Granata y los López Murphy”.

En este marco de desencuentros, nos quedamos con las ganas de ver en la Plaza de Mayo la foto de la convivencia nacional, como ocurrió en los sucesos de Semana Santa con Alfonsín y la oposición en el balcón de la Rosada. O el abrazo histórico de Perón y Balbín. Pero esta vez primó la grieta y asistimos a un pobre discurso en una plaza que explotaba y donde llevó la voz cantante la actriz y dirigente sindical ultra K, Alejandra Darín. Esta mujer, no hizo otra cosa que despertar a los demonios que abonan la fractura social.

En estas horas cargadas de pirotecnia verbal, sería apropiado rememorar aquel "Nunca más" histórico, la frase que pronunció el fiscal Strassera en el juicio a la Junta Militar y que expresó el sentir de una sociedad. 

Que quede claro, que la seguridad de una mandataria debe ser una cuestión de Estado.Nadie debe ser indiferente a lo que le ocurrió a Cristina Kirchner. Pero la obligación de protegerla es del Gobierno. Dejemos entonces ahora actuar a la justicia, para que llegue hasta las últimas consecuencias. Es vital para conocer la verdad y condenar a los responsables. Ya no hay lugar para los autoritarismos.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la Universidad Nacional de La Plata. El 22 de noviembre de 2017, el Concejo Deliberante de La Plata lo declaró "personalidad destacada en el periodismo".