El plan de Manes para jubilar a Macri

La situación explotó al denunciar que Mauricio Macri hizo "populismo institucionalizado". Y, por si fuera poco, también señaló que había operadores amarillos que manejaban la Justicia y que "espiaban" incluso a los integrantes de su propio gobierno. Aún no hay mediciones en las encuestas sobre el efecto que han causado sus declaraciones, pero sus asesores le aconsejaron que hoy la gente elige más el camino de los duros para encarar lo que está por venir.

Mientras tanto, Macri juega al misterio con su futuro político y empuja los movimientos electorales de Rodríguez Larreta, de Bullrich y de Vidal, pero deja correr las versiones sobre si volverá o no a ser candidato. “Ningún político escribe un libro para que lo lean, sino para lanzarse a alguna campaña”, dice una de las frases del manual clásico de la política. El ya escribió, y publicó, dos libros en estos tres años.

En este contexto, Macri adelantó en las últimas horas desde sus redes sociales la tapa de su nuevo libro titulado “Para qué” e informó que el 18 de este mes saldrá a la venta. De esta manera, tras el éxito de “Primer tiempo”, el referente del PRO incursiona nuevamente en el mundo editorial con un título en el que tratará temas de liderazgo y el poder sobre la base de su experiencia empresarial y política, inclusive a nivel internacional.

En cuanto a Manes, lo votaron un millón y medio de bonaerenses y eso le envalentona. Quiere parecerse al Alfonsín del 83. Una frase de la entrevista que concedió a La Nación+, que quedó picando para la gran mayoría, resonó con fuerza en la coalición opositora: "Desde el nuevo radicalismo, como lo hizo Raúl Alfonsín, queremos convocar a una nueva mayoría que es silenciosa. La mayoría de la Argentina no quiere los extremos".

Manes ya pegó varios portazos ante Juntos por el Cambio, pero en este caso fue el más frontal, derecho contra la cabeza de Mauricio Macri, al que evidentemente pretende jubilar. No olvidemos que Macri había tildado a Hipólito Yrigoyen de populista, aunque después se arrepintió.

Pero, más allá de las palabras y posiciones sentadas a través de redes sociales, la vida bonaerense de Juntos juega a otro ritmo. Ni en el PRO ni en la UCR imaginan una ruptura por este tema. “Se dobla, pero no se rompe”, aclaró en las últimas horas un legislador radical. Es que los bloques legislativos son la herramienta con la que cuenta la oposición para imponer su número en Diputados, pero sobre todo en el Senado provincial, donde la distribución de fuerzas con el oficialismo es equitativa: 23 bancas para cada bloque.

Desde la vereda del PRO argumentan que “puede haber distintas posiciones, pero a nadie le conviene generar un clima de ruptura”. Pero hay que entender que esa postura es para el mediano plazo, ya que para lo que resta del año la Legislatura debe abordar el Presupuesto bonaerense y la Ley Fiscal 2023 que el gobernador Axel Kicillof enviaría en el correr de este mes. En esa votación Juntos tratará de mantenerse unido. Todo esto ocurre en un clima tenso, donde sobrevuelan las discusiones sobre una modificación a la ley  de las PASO en la Provincia. En este punto, si se avanza, es el oficialismo quien intentará fragmentar los bloques de Juntos. En el PRO y la UCR aseguran que las PASO es el único camino que tienen para llegar ordenados al armado de listas y no van a votar la suspensión. Más aún, tras los dichos de Manes.

También hay que decir que gran parte de la estructura del neurocirujano se apoya sobre la fortaleza electoral de la UCR en la provincia de Buenos Aires, donde el radicalismo gobierna en 32 de 135 municipios. 

Si vamos a los inicios de la tormenta que desató Manes, usó  para pegar fuerte dos palabras diseñadas como insumo de campaña: “populismo institucionalizado”, que es algo que no existe, ya que el populismo es uno solo.  Con eso sistematizó la acusación. Cuando alguien del estudio del canal donde lo entrevistaba el periodista Luis Majul lo frenó para decir que no podía hablar de espionaje sin sentencia judicial, Manes --que había calculado cada palabra--, sacó pecho e insistió. “Yo creo que populismo institucional es tan grave como populismo económico”. En un lado, ubica a Macri y en el otro a Cristina, dos actores que equipara y considera tóxicos para el sistema político. 

Macri armó un partido de la nada y en 15 años ganó la Ciudad, la Nación, fue el único capaz de frenar al kirchnerismo y cambió la Argentina para siempre. Manes a quién te comiste? ?? pic.twitter.com/J3fJI0E1jB

— Darío Nieto (@DaroNieto) October 3, 2022

Frente a este escenario explosivo, el PRO salió en bloque a tirar contra la cabeza de Manes. Lo hizo con la convicción de que quería romper la alianza, pero la mesa nacional de la UCR se resguardó en silencio. Algunos lo interpretaron como una señal de apoyo total al diputado. Para otros, es el comienzo de un tiempo de pulseadas. El ala más dura radical no dijo nada pero tuvo ganas. El entorno de Mario Negri está convencido que Manes no sólo busca escalar imagen propia, sino que pretende hacer volar por los aires a JxC, y las alianzas cruzadas de halcones radicales y halcones del PRO. 

Por estas horas el signo de interrogación para muchos es : ¿Qué quiere Manes?  Las coincidencias confluyen en que el plan es jubilar a Macri y sacarlo de la cancha. Apuntaría a jugar en la interna de Juntos por el Cambio sin que intervenga el ex presidente. En su círculo más íntimo creen que está decidido a ponerse en la disputa con una fórmula de alto condimento electoral, es decir, incluir un peronista de peso que esté por fuera del armado de JXC para morderle los talones al PRO.

“Facundo sabe que no se puede ganar una elección sin una pata peronista, pero sabe además que de otra manera no se puede gobernar y encarar las reformas de fondo que necesita la Argentina”, comentan sus alfiles. Esa pata peronista está compuesta por tres gobernadores: Juan Schiaretti, Omar Perotti o Sergio Uñac, con quienes imagina encabezar un binomio. 

El neurocirujano, no descarta volver a darle vida a la tan mentada "avenida del medio", en la que también están anotados el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti; el ex mandatario salteño Juan Manuel Urtubey; Emilio Monzó; Florencio Randazzo; los referentes del lavagnismo y los socialistas.      

Las conversaciones que comenzaron este año entre algunos de esos dirigentes quedaron en suspenso, luego de que varios de ellos creen que todavía no es hora de pegar el salto para construir un nuevo espacio, más aún cuando no está claro si las PASO seguirán en pie. El único que por ahora se muestra entusiasmado con dar ese paso es Monzó, que opera como articulador de los referentes "antigrieta".

Esa es la estrategia a largo plazo en un camino que, de acuerdo a como vayan los números, tendría un primer mojón  en febrero o marzo con una foto de Manes y Gerardo Morales. “Ya está todo acordado”, coinciden en el espacio. En ese momento, Morales respaldaría a Manes dándole la bendición como candidato radical.

Ambos jugadores radicales con PASO, jugarían dentro de la interna de JxC. Es decir, no se van del espacio. Sin PASO, jugarían por afuera. Y al analizar esa interna, vuelven a Macri. “Macri tiene derecho a buscar un candidato peronista como hizo con Pichetto para la fórmula, ¿y resulta que si nosotros buscamos a uno, eso no vale?. Por las dudas aclaran que "no estamos pensando en tipos como Pichetto que ahora salió a decir disparates, como que en estas próximas elecciones tienen que enfrentarse dos candidatos como Cristina y Macri. Para nosotros, Cristina y Macri son iguales, son tóxicos para la democracia de este país porque terminan radicalizando todo”. En esa lógica tampoco quieren alianzas con el kirchnerismo, por lo menos no lo dicen. Consideran que Wado de Pedro, el canciller de La Cámpora, en ese esquema, es lo mismo que Cristina.

El radicalismo esta vez quiere jugar fuerte y se siente con derecho a hacer valer sus pergaminos centenarios con padrones y  sedes en todas las provincias y pueblos. La mesa de la UCR tiene tres candidatos con ganas de ponerse traje de presidente: Manes, Alfredo Cornejo y Gerardo Morales. El único que tiene votos, dicen los que bancan al médico, es Manes. Ese es el peso de su parada, pero no alcanza. La ancha avenida del medio radical tiene un lado ultra que no lo quiere y sospecha de todo lo que hace. “Juega para romper todo”, dice alguien que trabaja con los diputados hace años. “¿No viste lo que hizo con la firma del juicio político a Alberto Fernández? Fue el único que no firmó”. En ese sentido, enumeran las veces que, en sus términos, jugó a la ruptura. Por eso, argumentan que no sólo quiere jubilar a Macri, sino que busca implosionar las llamadas “formulas cruzadas” como el caso de Cornejo con Patricia Bullrich. En esa cocina, anoche tejían versiones de todo tipo. Algunos señalan que  busca pantalla mediática porque cae en las encuestas o que cambió de equipo de comunicación.

“No cambió de equipo y no pasa nada de todo eso”, retrucan cerca del médico. Y para responder a las críticas, dicen: No son radicales los que critican, son directamente hombres del PRO.

En resúmen, Manes quiere ser presidente y no gobernador, jubilar a Macri y pretende que la UCR conduzca la fórmula de JxC. Ser cabeza y no furgón de cola. Un juego que el PRO no acepta. Y Morales tampoco. El  gobernador jujeño gobernador jujeño es  uno de los presidenciables de la UCR, pero Manes tiene los votos.

Las boinas blancas se cansaron de ser los peones del PRO y esta vez quieren jugar fuerte para sentar a uno de ellos en el sillón de Rivadavia. Habrá que ver hasta dónde les da el carretel en una interna que promete para alquilar balcones.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la Universidad Nacional de La Plata. El 22 de noviembre de 2017, el Concejo Deliberante de La Plata lo declaró "personalidad destacada en el periodismo".