El Gran Hermano de un gobierno en fuga

La mayoría de los ministros emigran y dejan a Alberto en la soledad absoluta. Arranca un sálvese quien pueda y los funcionarios abandonan la Casa Rosada para ir a defender sus feudos.

Otra señal de la decadencia que sufre el FdT, es que los tres ministros  salientes-Juanchi Zabaleta, Claudio Moroni y Elizabeth Gómez Alcorta- se  cansaron de Alberto, y de la falta de conducción política. No hubo crisis ni conspiración. La pregunta que se hacen los observadores es:  ¿Por qué debería cambiar esta situación con las nuevas ministras? Todo indica que la interna está en su proceso más alto de ebullición por la falta de diálogo en la cúpula de la coalición oficialista. Sin conducción y sin metas claras, se agrava la posibilidad de encarar un proceso electoral, sin naufragar en el camino.

Máximo Kirchner anticipó su presunción de que su madre no será candidata. Se supone que es la voz oficial de ella. Consideró que el motivo de ese paso al costado es el enorme esfuerzo que le demandaría un nuevo mandato. Tal vez la respuesta esté en una encuesta de la consultora Reale Dalla Torre. Allí se observa que la jefa del kirchnerismo por más que triunfe Lula en Brasil, perdería por amplísimo margen un balotaje ya sea con Horacio Rodríguez Larreta o, incluso, Mauricio Macri. En realidad, es la misma debilidad que se avizoraba en 2019, a pesar de la convicción de Máximo de que aquel año habría podido alzarse con la victoria. 

Hay dirigentes que visitan con frecuencia a Cristina que la ven bajoneada, con menos energía que otras veces. Está renuente a exponerse en actos públicos y comentan que puede haber habido un punto de inflexión después del atentado que sufrió.También se culpa constantemente de  la elección de Alberto Fernández y que está consciente que esta administración es la más pobre en resultados económicos. En el 2015 Cristina perdió por un 22% de inflación y hoy esa cuenta se acerca al 100% anual. Las últimas imágenes de la pobreza en las calles, con miles de personas haciendo colas en las sedes del Anses, mendigando el último bono del Gobierno, son un pelotazo en contra para el FDT

Los números finos de la economía dan cuenta que la Argentina no crea empresas en términos netos desde 2011, el año en que empezaba aquel segundo mandato. Se acababan de perder el autoabastecimiento energético y los superávits gemelos.

En medio de este naufragio de expectativas, Massa tiene la ciclópea tarea de tratar de estabilizar la economía desde una coalición de brazos caídos en la que, a lo sumo, los que no han perdido el entusiasmo decidieron destinarlo a sus respectivos proyectos personales. Cerca del tigrense admiten que no será candidato en el 2023, apenas tiene un 6% de aceptación, igual que el Presidente. No quiere hundirse en el lodo de una derrota generalizada. Su objetivo es evitar que la situación se desmadre y eso tal vez le alcance para subirle el precio a futuro y quedar como un referente en el 2027.

Frente a los virtuales rumores de la salida de Cristina Kirchner de la cuadrícula de candidatos, ahora en el peronismo se abren las ventanas para aquellos que quieren asomarse al 2023. En esa lista no hay muchos nombres propios que aparezcan en el espacio político como una opción posible. 

En las filas del oficialismo, además de Alberto Fernández, resurge el actual embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli. El ex gobernador, que hizo una buena gestión frente a Bolsonaro, tiene ganas y está entusiasmado con la posibilidad de competir en los próximos comicios. A todos sus interlocutores les repite lo mismo: si Alberto Fernández se presenta a unas PASO, él no se presentará, comenta su entorno. En caso contrario, saltará a la cancha. Muchos coinciden en que el Presidente amenaza con presentarse, porque no quiere perder centralidad para no terminar atrapado bajo la sombra del "pato rengo".

Otro de los eventuales nombres, fogoneado por Máximo Kirchner, es el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, que hace largos meses que levantó el perfil, viajó al exterior con gobernadores y trata de mantener algún tipo de equilibrio entre su lugar de pertenencia política y el rol institucional y político que ocupa en el Gabinete. Para el diputado camporista, tiene “la edad justa” para ser candidato a presidente, pero los analistas políticos coinciden en que habrá que instalarlo por el alto nivel de desconocimiento que presenta.

Por el momento no aparecen otros nombres relevantes y con posibilidades de competir en las próximas elecciones. Tampoco hay gobernadores peronistas con volumen ni vocación de poder como para llegar a la recta final de la competencia, ni algún otro nombre propio que se asome como una opción de unidad del espacio. El peronismo vive su peor momento en materia de liderazgos.

En definitiva, para poder tener chances de ganar el año que viene, el oficialismo no tiene más opción que competir unido o por lo menos simularlo. La diversificación de votos solo ayudará a la oposición.

Sin diálogo con Alberto Fernández, el kirchnerismo por ahora solo tiene en foco acelerar el plan para sobrevivir electoralmente en la provincia de Buenos Aires.La idea es llevar a Cristina como cabeza de lista a senadores para darle fueros y protegerla ante los embates de la justicia.

Kicillof, dijo que Cristina Kirchner "tiene todas las condiciones para ser presidenta", al tiempo que envió un mensaje al interior del Frente de Todos y subrayó que "hay que pasar urgente a la etapa distributiva y mejorar ingresos".

El regreso de la mesa política que el Frente de Todos activó en los últimos días en territorio bonaerense tiene como uno de sus objetivos retener la Provincia. La idea es “Blindar el conurbano”, repartiendo recursos  y por ello desde el momento en que comience la campaña hará su reaparición estelar el "Plan Platita".

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la Universidad Nacional de La Plata. El 22 de noviembre de 2017, el Concejo Deliberante de La Plata lo declaró "personalidad destacada en el periodismo".