por Télam
Con banderas de ambos países de fondo, los mandatarios se dieron un apretón de manos para las cámaras presentes antes de mantener el encuentro, el primero en persona desde la llegada del demócrata a la Casa Blanca.
Biden le dijo a su homólogo chino que "no hay sustituto" para las reuniones cara a cara y que estaba comprometido a "gestionar las diferencias para evitar que la competencia se convierta en conflicto".
Por su parte, Xi instó a "encontrar la dirección correcta" para las relaciones bilaterales.
"El mundo está una encrucijada" y "espera que China y Estados Unidos gestionen de forma adecuada su relación", añadió.
Ambos mandatarios "subrayaron su oposición" al uso de armas nucleares en la guerra de Ucrania, señaló la Casa Blanca en un comunicado al concluir la reunión.
Durante el encuentro hablaron "con sinceridad" sobre Ucrania y también Taiwán -entre otras cuestiones-, y Biden criticó además el "comportamiento agresivo" de Corea del Norte tras sus recientes lanzamientos de misiles, señalando que el mundo tiene que "motivar" a este país a "actuar con responsabilidad", indicó el texto.
Xi coincidió con su par estadounidense en linesas generales, respecto de las preocupaciones sobre Ucrania, y en la necesidad de hacer que los lazos bilaterales vuelvan a la senda del desarrollo saludable y estable, aunque fue categórico al advertir a Biden que Taiwán "es la primera línea roja" que Estados Unidos no debe cruzar, informó el periódico chino Global Times.
La comunidad internacional espera que China y Estados Unidos "manejen bien nuestras relaciones", dijo Xi y agregó: "Nuestra reunión de hoy ha atraído la atención mundial. Debemos trabajar junto con otros países para inyectar esperanza en la paz mundial, confianza en la estabilidad global e impulso para el desarrollo colectivo".
La relación de las superpotencias está en un punto mínimo ante las crecientes tensiones comerciales y geopolíticas, especialmente por la situación de Taiwán, las pruebas militares de Corea del Norte y las diferencias de posturas ante la guerra en Ucrania.
Xi, en el poder desde 2012, llega en alza al G20 tras ser reelecto por el Partido Comunista de China para un inédito tercer mandato que rompe con una tradición según la cual sus predecesores dejaban el cargo a los 10 años, y Biden aseguró que también llega "más fuerte" a esa cita, luego de las elecciones de medio mandato en Estados Unidos en la que su partido retuvo el control del Senado.
Más allá de la relevancia del diálogo cara a cara, no existe gran expectativa respecto de avances significativos en lo concreto en los principales puntos divergentes, tal como lo demostró la última conversación telefónica que mantuvieron a fines de julio.
En esa ocasión, ambos mandatarios charlaron durante 137 minutos, en una "franca" conversación telefónica en la que el líder asiático advirtió al mandatario de Estados Unidos no "jugar con fuego" por Taiwán, y el jefe de la Casa Blanca ratificó que la postura de su país sobre esa isla "no ha cambiado".