por Télam
El magnate anunció la semana pasada que hoy haría un "gran anuncio" desde su residencial de Mar-a-Lago, en el sureño estado de Florida, a las 21 (las 23 de Argentina), y su asesor Jason Miller aseguró la semana pasada que Trump "anunciará que se postula a la presidencia".
Miller prometió una declaración "muy profesional, muy formal", aunque se espera que el expresidente esté rodeado de simpatizantes, informó la agencia de noticias AFP.
Es poco probable que Trump, de 76 años, demore el anuncio, tal como le sugirieron algunos asesores, debido a que ya anticipó que "quizás sea el discurso más importante pronunciado en la historia de Estados Unidos".
Si efectivamente lanza su candidatura, podrá tener su revancha con el actual presidente, Joe Biden, de 79 años, a quien nunca le reconoció su victoria de 2020 y que también tiene intención de postularse.
Al terminar su mandato, Trump dejó Washington sumido en el caos, luego de haber agitado a sus simpatizantes que terminaron por asaltar el Capitolio el mismo día en que los legisladores se disponían a aprobar la victoria de su rival.
Trump se retiró de la arena política pero siguió recorriendo el país y recaudando fondos y dando discursos por todo el país.
El exmandatario esperaba que en las elecciones del 8 de noviembre sus candidatos arrasaran en las urnas y derrotaran a los demócratas para volver triunfante y lanzarse a la carrera presidencial.
Sin embargo, los demócratas conservaron el control del Senado y si bien pareciera que los republicanos se quedarán con el control de la Cámara de Representantes, será por menos margen del que esperaban.
Con esos resultados decepcionantes, sobre todo por la derrota de algunos de los candidatos apoyados por Trump, varios republicanos le han pedido que de un paso al costado.
Eso le despejaría el camino al gobernador de Florida, Ron De Santis, de 44 años, quien tras revalidar su mandato se convirtió en la nueva estrella del partido y anticipó que su lucha "apenas comienza".
Trump conserva su popularidad entre las bases e incluso las encuestas lo dan como vencedor de las primarias republicanas.
Sin embargo, los numerosos problemas legales que enfrenta amenazan su vuelta a la Casa Blanca.
El magnate es perseguido por la Justicia por haberse llevado documentos clasificados de la Casa Blanca, por intentar anular las elecciones en las que fue derrotado y por promover el ataque al Capitolio.
La semana pasada, sus abogados impugnaron una citación de la comisión especial del Congreso estadounidense que investiga dicho ataque, argumentando que el expresidente sigue gozando del llamado privilegio ejecutivo casi 22 meses después de dejar el cargo, y no puede ser obligado por el Congreso a comparecer.