por Jorge Joury *
La hora no es una casualidad, ya que el ala dura del gobierno planea una jornada larguísima con un colorido despliegue de música bailable y proyecciones en enormes pantallas para unas 40 mil personas. Será a la manera de un festival, o de un recital con la presencia de figuras del mundo del espectáculo. Según los organizadores, todo irá a contrapelo del estilo “quedado de Alberto Fernández" y de “enojo y violencia política” de la oposición, de cara a la próxima temporada electoral, entre dudas existentes sobre el lugar que va a ocupar Cristina en las listas.
Este 17 de noviembre, donde se celebra el Día de la Militancia, funcionará como clausura de 2022 y a 3 días del Mundial, pero también como antesala del 2023. La Cámpora, a través de sus primeras espadas buscará reavivar el entusiasmo entre sus seguidores para diferenciarse del estilo “aburrido” de la Casa Rosada. La estrategia es arengar a la militancia para la campaña que se viene, con cierto aire similar al de los festejos del Bicentenario que precedieron la añorada victoria de 2011, con el 54% de los votos.“ Desde la militancia agitamos la bandera de que somos la renovación. Siempre lo fuimos”, remarcó una de las cabezas de la movida. En la misma dirección, Máximo Kirchner, el sábado pasado, se apropió del slogan de Juntos por el Cambio al decir: “El cambio somos nosotros”.
La misma fuente puso de relieve que "Cristina quiere que la cuidemos nosotros y nosotros vamos a encargarnos que no le pase nada". La declaración es una suerte de auto-reivindicación tras los cuestionamientos por las fallas de la custodia que permitieron que un hombre le gatillara un arma a centímetros de la cara, hace dos meses y medio, en la puerta de su casa en Recoleta. No obstante, sus custodios oficiales se mantendrán atentos y mezclados entre la multitud, ataviados de civil, para evitar enturbiar el entusiasmo de la atmósfera.
Creen que el marco superará las 40 mil personas, con 2000 invitados vip, entre la dirigencia camporista, funcionarios nacionales y provinciales. La CGT regional y los intendentes prometen movilizar a miles de personas. Axel Kicillof, ya lanzado como candidato a la reelección, estará firme entre las primeras filas. En su discurso Cristina pondrá énfasis en la provincia de Buenos Aires, donde será el eje de su campaña, pero fiel a su estilo mantendrá el suspenso sobre su candidatura. A pesar del operativo clamor para que CFK sea candidata a presidenta, todos saben que es muy posible que sólo se proponga para una banca en el Senado para tener fueros y que trabaje en pos de reunir las voluntades para ejercer como principal decisora a la hora de armar las listas, desde lo más alto. Se cree que lo hará junto a los eslabones fundacionales, como su hijo, presidente del PJ bonaerense. Aunque fuentes del espacio se atreven a decir que no hay otra figura que pueda funcionar en caso de que el plan económico de Sergio Massa fracase y el ministro de Hacienda no esté en condiciones de competir. También se cree que le apuntará a Alberto para que se baje de su intento reeleccionista y se referirá también al plano judicial. “Cristina ruega que al menos su hija Florencia quede fuera de la causa”, según un operador de Comodoro Py, muy al tanto de los expedientes. La vice tiene fueros, al igual que Máximo Kirchner, pero no su hija menor. El derrotero del caso se definirá luego del 24 de este mes, cuando se complete la audiencia que comenzó esta semana en la Cámara de Casación. El peor momento que viene, perciben en el Instituto Patria, será cuando se dicte la sentencia por el caso Vialidad. Creen que eso podría ocurrir en la primera quincena de diciembre y no hay ninguna estrategia por el momento sobre qué hacer. Es decir, no están previstas movilizaciones ni convocatorias, si el resultado es una condena con pena de prisión, algo que se sabe no se haría efectivo en ese momento.En cuanto a la movida política, en las entrañas del kirchnerismo están convencidos que lo que se necesita en este momento es que "La Jefa" conduzca a todo el peronismo, ordene a la militancia y a la dirigencia en forma piramidal. De arriba hacia abajo con un mismo objetivo: sostener al ministro de Economía, Sergio Massa, presionar para contener a los sectores más perjudicados y mantener viva a la coalición oficialista.La realidad marca que hoy la tierra cruje en el oficialismo. Queda claro que si el kirchnerismo quiere ser competitivo en el 2023, hace falta alguna determinación capaz de renovar entusiasmo, en vez de sólo estirar y tratar de llegar al 2023 sin levantar olas. Algo debe mostrarse, que no sea prioritaria, solitaria, o supuestamente, haber acomodado más o menos la macroeconomía.
Este domingo 20 empieza, por fin, el Mundial de Qatar. Un mito urbano difundido en charlas de café que pregona que la política circunstancialmente hibernará, que la gente vivirá inmersa en la fiesta popular, que el estado de ánimo colectivo dependerá a fin de año de la suerte de la selección.La ciudadanía en general dejará todo cuando juegue Argentina y en esas jornadas habrá apagón noticioso alternativo. Los jueces no tendrán que firmar sentencias, ni los funcionarios hacer anuncios o convocar reuniones. Solo será un momento, con la esperanza de que la Selección tenga la vara muy alta. Pero la realidad económica inexorablemente tarde o temprano volverá y no hay nada que la pueda tapar.
*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la Universidad Nacional de La Plata. El 22 de noviembre de 2017, el Concejo Deliberante de La Plata lo declaró "personalidad destacada en el periodismo".