por Redacción
El analista añadió que: "Los actuales escenarios preanuncian la vuelta de los fantasmas de la intranquilidad social, frente a un país insatisfecho hasta en sus necesidades básicas. Una de las luces rojas, se encenderá este martes cuando las organizaciones sociales hasta ahora alineadas con el oficialismo, volverán a movilizarse hacia las puerta de los supermercados para protestar contra la suba de los alimentos y lo exiguo del bono de fin de año que decidió otorgar el Gobierno. Justo, este martes 20 de diciembre, es un aniversario sensible en la memoria colectiva. Las cenizas de aquel 2001 aún están humeantes frente a los elevados índices de pobreza".
Por más de dos décadas las jornadas de diciembre de 2001 se convierten siempre en una presencia espectral en el conurbano bonaerense, donde se encuentran los mayores nichos de pobreza. Aún al día de hoy movilizan imaginarios y condicionan decisiones estratégicas. En momentos de crisis, y el momento actual entra dentro de esta categoría, parecen acechar a los gobiernos de turno. ¿Por qué? Porque el 2001 fue una catástrofe social, con saqueos, represión y sucesos trágicos que obligaron al presidente Fernando de la Rúa a decretar el estado de sitio. No pareciera que eso vaya a ocurrir esta vez por la cantidad de planes existentes y porque los intendentes se encargarán de repartir alimentos en los distritos más pobres.
A pesar de que la inflación de noviembre bajó al 4,9% y el FMI mandará otra cuota de aire fresco con un reembolso de 6 mil millones de dólares por las metas que se cumplieron, la foto cruda de la realidad y las esquirlas del ajuste volverán a ocupar el primer plano informativo, Una vez más, las calles se calentarán porque el dinero no alcanza".
El gobierno de Alberto Fernández no pudo frenar la primera movilización de los movimientos sociales propios que protestaban contra un bono de $13.500 en dos cuotas al que consideran "miserable" para los más de 1.300.000 beneficiarios del programa Potenciar Trabajo.
Más allá del reclamo de mañana frente a los supermercados, este jueves 22 la tensión se elevará, ya que los piqueteros bloquearán “rutas en todo el país, aunque no se especificó cuáles. Si la Casa Rosada no atiende las demandas, el secretario general de la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), Esteban Castro amenazó con realizar, el 24 de diciembre a la noche “la Navidad de los pobres”. Una protesta parecida a la realizada en 2018 contra la administración de Mauricio Macri.
La Unidad Piquetera integrada por 40 organizaciones no alineadas, además anunció un acampe por tiempo indeterminado en la puerta del Ministerio de Desarrollo Social y en varios puntos del interior. Para los sectores más combativos el bono resulta “una verdadera burla” Casi "un escupitajo'', como lo definió Juan Grabaois. La intención de la UTEP es presentar un petitorio a los supermercadistas y, a la vez, forzar una reunión con las autoridades de Desarrollo Social para exigir la duplicación del monto otorgado.
Juan Grabois lanzó una dura advertencia a la Casa Rosada: "Hace muchos años que no escucho a nuestra gente cantar 'que se vayan todos' y no hay dirigente que lo pare", escribió en Twitter, junto a un video en el que los manifestantes entonaron ese cántico. "No sean necios. No le saquen a los humildes lo poquito que tienen. Ustedes ya se hicieron ricos pero medio país come mal y vive peor", advirtió.
El dirigente Esteban Castro, señaló que el bono “No conformó para nada. Es la mitad de lo que pedimos, parece una cargada. Hablamos con todo el mundo y dicen que no hay plata. Tiene que haber alguna negociación que compense y nos saque de este conflicto”.
Eduardo Belliboni, líder del Polo Obrero, se sumó al reclamo y agregó que “es un ajuste brutal para pagarle al FMI. No lo vamos a admitir. El bono parece una burla, los $6750 son menos que lo que gasta la ministra en un pan dulce. Pero además dieron 20.400 bajas de planes en forma arbitraria en el peor mes del año, en diciembre", finalizó el analista.