Fausto Spotorno: "si no empezamos a crecer estamos fritos como país"

El reconocido economista dijo en Radio Rivadavia sobre el 2022 que “en Argentina un año equivale a siete u ocho años de cualquier país normal. Empezó con inflación que estaba en 40%, en febrero llegó a 4.7% y estallaron los programas de televisión porque veníamos de una inflación del 2.5% al 3%, y todavía la guerra (Ucrania Rusia) no había empezado. Conocimos la inflación de febrero en marzo en donde había empezado la guerra”.

“Terminamos con una inflación raspando el 100%, con una economía que dejó de crecer, una cosa que para mi es interesante como economista, no sé si tan interesante para el resto, fue que a mediado del año todos los economistas proyectaban crecimiento de 3.5 a 4.5 por ciento con inflación de 60%, esa era la proyección del 2022, y terminó con crecimiento probablemente por arriba del 5.5 e inflación de 100%. Pasó que la gente dijo que a los pesos no los quería más (desde mitad de año)”.

El episodio de confusión de cambios en el ministerio de Economía, con la salida de Martín Guzmán y la llegada de Silvina Batakis posiblemente haya influido.

En ese momento, en la postpandemia, hubo una especie de boom de consumo en donde la gente no quería pesos y compraba bienes.

“Ahora, terminado el año, ese boom de consumo de tres meses se quedó”, y la gente no tuvo más plata y los bienes quedaron altos.

El economista reconoció algunas cuestiones positivas por sectores: “por ejemplo el turismo” y también nombró al petrolero y gas.

De todos modos dijo que “eso lleva a un escenario positivo hacia adelante” en función de un mejoramiento macroeconómico.

Para este año que empieza, dijo: “está todo atado con alambres, y entonces hay que esperar que no soplen vientos fuertes porque se va todo al demonio. Creo que lo que (Sergio) Massa vino a hacer es un programa para llegar al 2023 y dejar el paquete al próximo gobierno en donde tendrá que hacer cosas con impacto negativo inicialmente porque tengan que ordenar, y eso hace que los políticos se pongan reticentes a pagar ese costo”.

Acerca de si la política se da cuenta de la fragilidad de la situación actual, dijo: “es difícil saber, los economistas la vemos frágil pero también vemos una enorme oportunidad que tiene Argentina para exportar”, aunque dijo que “hay que hacer las cosas bien” para que se pueda avanzar.

“Del lado de la política a veces suelen subestimar los problemas y sobreestimar oportunidades, y es un error garrafal”, evaluó el economista.

“El 2023 va a ser un año de durar, de aguantar”, y agregó que el límite en tiempo será “hasta donde dé”.

Luego dijo que hace unos meses hay una reducción de gasto público y que si eso sigue el año que viene se va a ver una mejora fiscal, y por otra parte el control de la emisión monetaria, aunque también se advirtió que hay una incógnita con las Leliq.

Las Leliq terminan siendo una especie de emisión monetaria de todos modos, con lo cual la situación termina siendo preocupante.

La bola de Leliq es una promesa de emisión monetaria según definió por lo tanto es un problema para estar atento.

En cuanto a un crecimiento económico que no llegue, dijo que “hay que empezar a crecer, si no empezamos a crecer estamos fritos como país, porque el crecimiento económico hace que la gente salga de la pobreza”.