"El FdT se amotina con Cristina y empezó a hacer agua", dijo Jorge Joury por FM 98.9 y Pinamar TV

El analista añadió que " Las actitudes de Tolosa Paz enfurecen a la vicepresidenta, porque apoya abiertamente el proyecto reeleccionista de Alberto y se pone en el centro de la escena de manera provocativa. Algunos sostienen que quiere acompañarlo en la fórmula como vicepresidenta y también hay quienes la ven como posible candidata a vicegobernadora de Axel Kicillof. 
La platense viene  marcando la cancha y tomando vuelo propio en el universo peronista por su fuerte temperamento y su postura enérgica en todas las discusiones. En la Casa Rosada se murmura que lo que le falta al Presidente, ella lo tiene bien puesto. Tal es así que algunos la llaman "la topadora de Alberto", como lo hace el escritor y periodista Jorge Asís cada vez que la menciona en sus artículos . Baste recordar cuando hace algunos meses, respondió a las críticas que le hacían al Presidente el ministro bonaerense, Andrés Larroque, y el secretario de Seguridad Provincial,  Sergio Berni, quien lo había provocado con su metáfora más celebrada. “El que trajo al borracho que se lo lleve”. Victoria fue la que les respondió a los dos con letra de Fito Páez. “Menos Circo Beat y más trabajo" .Tolosa Paz hizo algo a lo que Alberto jamás se animó en más de tres años de mandato. Lo encaró de frente a su colega Wado De Pedro. “Es un buen momento para que el ministro pueda aclarar si hubo o no falta de códigos. Hay que definirse si estás adentro o si estás afuera del Gobierno; y si no nos sentimos contenidos deberíamos dar un paso al costado, porque eso es lo que hace cualquier hombre o mujer de bien”, disparó la ministra. La estocada de Tolosa Paz contra De Pedro enfureció a Cristina, quien ordenó que salieran a responderle para ponerla en caja. En el Instituto Patria, “Vicky” se lleva hoy todas las maldiciones del kirchnerismo. La acusan, como si fuera un estigma, de “cheta”, y hay otras descalificaciones pero que no merecen ser citadas porque orillan el terreno del insulto.
El contraataque hacia la funcionaria por justificar que Wado de Pedro haya quedado afuera de la reunión con Lula, partió de dos espadas kirchneristas, María Teresa García y Florencia Saintout.La senadora bonaerense utilizó su cuenta de Twitter para escribirle –y arrobar– a Tolosa Paz tras sus declaraciones contra Wado de criticar “desde adentro como si estuviese afuera” del Gobierno y pedirle “dar un paso al costado”.“No entiendo, Victoria Tolosa Paz, ¿adentro o afuera de qué? Creo que todos trabajamos para sacar el país adelante. No me parece responsable su consideración sobre Wado De Pedro”, escribió quien fuera ministra de Gobierno de Axel Kicillof.
A su turno, tomó la posta la presidenta del Instituto Cultural provincial, también rival directa de Tolosa en la interna del Frente de Todos por la carrera para ser intendenta de La Plata, quienes de hecho se enfrentaron en las primarias de 2019 y Florencia Saintout resultó triunfadora.
“Atacar a Wado De Pedro pensando en la campaña electoral propia es lo más antiperonista que hay”, le enrrostró la funcionaria, y luego le recordó a Tolosa Paz que “primero la Patria, después el movimiento y por último las personas, te lo repito porque parece que nunca lo entendiste”.
Aníbal Fernández también se metió en la disputa y calificó de "chiquilinada" el enojo del ministro del Interior por no haber sido invitado al encuentro con Lula. La contraofensiva de Tolosa Paz también es seguida de cerca por la mayoría de los intendentes peronistas del conurbano. “Cristina está perdiendo autoridad y hasta Vicky se le anima”, dijo un cacique peronista de peso en la Tercera Sección electoral. Lo que se observa en la entretela  de esta pulseada de egos y desencantos, que se da en la proximidad de la discusión por la conformación de las listas de candidatos a senadores y diputados, las que van debajo del candidato presidencial y del gobernador. Allí siempre reinó la lapicera de Cristina, pero hoy cada vez son más los que se ponen en la cola para discutirla.
Otro que terció en la disputa, fue Máximo Kirchner, el líder de La Cámpora quien defendió al ministro del Interior. “Me extraña mucho del compañero Presidente que ahora esté tan cerrado a la voz de otro compañero que aparte se rompió el lomo para que sea presidente”, sostuvo.
La foto del peronismo se parece a la de un barco a la deriva y con un motín a bordo. Alberto Fernández, no se anima a pedirle la renuncia a Wado De Pedro. Y el ministro del Interior jura que no se irá del Gobierno por responsabilidad. Todo tiene que ver con que Cristina y el kirchnerismo se aferran a los espacios de poder donde están las cajas estatales con mayor recaudación: el Senado, el Anses, el PAMI, YPF y Aerolíneas Argentinas.
Hasta el Papa Francisco abandonó el barco peronista y pegó un portazo alarmado por el avance de la pobreza. Con el dólar cerca de los 400 pesos; con la inflación volviendo a subir en enero a más del 5%, los aliados amigables del pasado empiezan a alejarse sin escrúpulos del Gobierno. Lula también lo demostró el fin de semana pasado. El dato saliente es que no fue a visitar  Cristina al Senado. Fuentes oficiales deslizaron, off the record, que la reunión se frustró por el desacuerdo entre el presidente de Brasil y Cristina Kirchner respecto del lugar donde verse para conversar en privado. Otros aseguran que Lula no quiso meterse en la pelea entre Alberto y la vice. Además, admiten que la condena judicial a seis años de prisión por fraude al Estado en la causa Vialidad completó el escenario de preocupación. Lula no aceptó la invitación de la Vicepresidenta para desfilar por el Senado y hacerle la reverencia que sí le hicieron otros cuatro presidentes latinoamericanos.
Y a este dato se suma el éxodo de otros dirigentes que en su momento integraron la cofradía ultra K. El Frente de Todos se está descascarando y algunos gobernadores como el de Córdoba, Juan Schiaretti, con el apoyo de Urtubey están armando un frente con las raíces del peronismo histórico. Pero detrás de la ruptura de la coalición gobernante hay otro fenómeno del que hay que dar cuenta. El kirchnerismo y La Cámpora, están envejeciendo. Aquellos "pibes para la liberación" hoy tienen entre 45 y 50 años y carecen de ímpetu. Están desgastados  por dos años de una gestión de resultados pobres y cuestionan en voz baja  las decisiones unilaterales de Cristina y Máximo que ya no todos comparten. Faltan 11 meses para que finalice el actual mandato presidencial y lo que se ve en el oficialismo es la peor de las postales: un gobierno quebrado y donde nadie manda.
Alberto Fernández y Cristina Kirchner llevan dos meses sin hablarse. La última vez que lo hicieron fue cuando la Vicepresidenta se enteró que el Presidente había tenido una gastritis erosiva en medio del G20 que se estaba realizando en Bali, Indonesia. Un llamado a la distancia los unió por unos pocos minutos.
La última vez que se vieron personalmente fue algunas horas después del intento de asesinato que sufrió CFK. Fernández la fue a ver a su departamento en el centro porteño. Fue el 2 de septiembre. Pasaron cinco meses. Después de aquel encuentro trascendente no se vieron más. Así está la cúpula de poder peronista en el inicio del año electoral". finalizó el analista.