Scioli en campaña jugará a lo Lula

Es su segundo intento por llegar a la Casa Rosada y lo hará con su manual estratégico de "ondas de amor y paz". Buscará a su estilo, todos los consensos posibles.

Scioli debe seducir a una clase media que se siente traicionada por el kirchnerismo. Es una franja de millones de personas que se ven descender de categoría de manera permanente, por la agonía de parar la olla y los efectos devastadores de la inflación. Además, al desencanto se le suman los últimos hechos de inseguridad en el conurbano que pusieron en riesgo la vida del ministro de Seguridad, Sergio Berni y los escándalos de corrupción que envuelven a Cristina, como la pésima gestión de Alberto Fernández. Reconectar con ellos no es tarea fácil, pero al ex motonauta no le queda más remedio que intentarlo.

Además, Scioli buscará volver a tener empatía con el público evangélico de enorme incidencia en el conurbano bonaerense por su enorme tarea social en los barrios. 

Al mismo tiempo, trabajará para seducir al empresariado y al mundo financiero a través de su manual de "la productividad" como fuente de crecimiento. 

Como embajador en Brasil, el ex motonauta demostró buena cintura para esa tarea acercando inversiones durante la gestión de Bolsonaro donde las relaciones con el gobierno argentino fueron extremadamente tensas. El campo también está entre sus metas a través de políticas que lo favorezcan.

Scioli ya comenzó con las recorridas de campaña y estuvo en varios municipios del conurbano bonaerense, donde siempre es bien recibido por los intendentes. De esta forma, moldea su perfil de candidato hablando de producción, empleo e integración regional, y lo reforzó recorriendo empresas pymes de la provincia.

El embajador en Brasil está convencido que la coalición gobernante debe ampliar su base electoral para enfrentar lo que viene y en ese sentido ya comenzó a enviar guiños a sectores de la oposición.

Uno de ellos es Javier Milei y su electorado, que ya recibieron la primera señal. Pero además, ahora lo extiende no sólo al peronismo no K, que tiene al cordobés Juan Schiaretti como referente, sino también a un sector del radicalismo, específicamente, el que lidera el neurocientífico Facundo Manes.

El embajador en Brasilia admitió que podría ofrecerle al diputado radical la conducción de un ministerio de Desarrollo Humano en un eventual gobierno suyo.

Para poner blanco sobre negro, Scioli sostuvo que : "Cada etapa democrática genera una nueva demanda en la sociedad. Yo percibo una demanda creciente en buscar puntos de encuentro, de acuerdos. A veces encuentro en dirigentes de los distintos partidos pilares de la democracia, como el peronismo y el radicalismo, coincidencias en su visión de futuro, en lo que viene".

En ese sentido, afirmó que ha conversado al respecto no sólo con Manes sino también con el ex gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey, aliado hoy de Juan Schiaretti.

Del diputado radical destacó su "calidad humana y profesional y creo que su experiencia sobre el desarrollo humano, educación, ciencia, tecnología, son un gran aporte a la política".También agregó que: "Con Facundo, la mirada que tiene, su experiencia internacional, su visión de futuro, es la que me encuentra en puntos de coincidencia". Consultado si le ofrecería al científico la conducción de un ministerio de Desarrollo Humano, respondió: "Claro que sí. Ese es mi pensamiento y mi visión de lo que se viene. Le ofrecería a Facundo Manes un Ministerio de Desarrollo Humano, ¿por qué no?". "Creo que es el tiempo de grandes acuerdos, de incorporar consensos, de unir esfuerzos, de desarrollar en plenitud la Argentina", sostuvo Scioli. Respecto del peronismo no K, Scioli también mencionó las coincidencias con sus dirigentes. "Cuando veo lo que está haciendo Schiaretti en Córdoba, en términos de reforma fiscal, énfasis a sectores productivos, tengo coincidencias. Con Urtubey también empatizamos, habla de desarrollo, de puntos de encuentro", dijo.

Scioli es uno de los dirigentes que se menciona como eventual candidato de la Casa Rosada en una PASO del Frente de Todos. En el kirchnerismo pronostican que el ex gobernador bonaerense podría enfrentarse a un postulante kirchnerista, como el ministro del Interior Eduardo 'Wado' de Pedro.

Scioli plantea una hoja de ruta para el desarrollo estratégico, al enumerar la capacidad creativa de la juventud, la solidez de los profesionales y el atractivo turístico de la Argentina, las últimas innovaciones de la economía del conocimiento, la robótica, la inteligencia artificial; el despliegue de las energías renovables, la minería y los agroalimentos, “pensando al empresariado pyme como el gran agente de transformación productiva”. También recuerda su trayectoria, en 25 años de vida política: diputado nacional, secretario de Turismo y Deportes, vicepresidente de la Nación, dos veces gobernador de Buenos Aires y candidato presidencial respaldado por el 49% de las y los argentinos.

Con dos frases, Scioli se desmarca de cualquier comparación con el actual Presidente y responde a las críticas que recibió durante años de un sector del kirchnerismo. “A veces se confunde moderación con tibieza. ¡Todo lo contrario! Ser moderado es mucho más difícil que ser extremo, es ser firme y tenaz con las ideas que se llevan adelante, lo que permite construir consensos para viabilizar políticas que mejoren la vida de nuestra gente y garantice la igualdad de oportunidades”.

Scioli conserva muy buenas relaciones personales y políticas con intendentes, legisladores y autoridades partidarias del denominado peronismo territorial, así como entre las dirigencias sindical y empresarial. Hace menos de un año, fue el efímero reemplazante de Matías Kulfas en el ministerio de Producción, hasta que Silvina Batakis renunció a Economía y la suplantó por Sergio Massa. Pero el episodio no interfirió en sus relaciones con el albertismo. Scioli, además, hace un culto de la resiliencia, palabra que menciona también en su proyecto.

“El Pichichi”, como se lo conoce por su perfil de goleador en el fútbol, tiene atragantada aquella derrota contra Mauricio Macri. Hace unos meses regresó como ministro y fue al poco tiempo desplazado con la llegada de Sergio Massa, también rival hace 8 años y hoy uno de los hombres que más  resiste su candidatura en el FdT.

El cristinismo más duro tampoco había sido nada amigable cuando fue gobernador de la Provincia de Buenos Aires, y de hecho, si bien logró ser vicepresidente, no tenía la mejor relación Néstor Kirchner, que varias veces lo vapuleó públicamente. 

En ese sentido, cuando se le preguntó sobre la aprobación de Cristina Kirchner a su candidatura. Scioli prefirió evadir la respuesta precisa y evocó una frase de un periodista para referirse al tema. “El traidor que nunca traicionó”, sostuvo sin mencionar a la actual vicepresidenta.
Sobre su currículum, dijo que "no tengo que dar pruebas de coherencia, previsibilidad y confiabilidad. Fui vice de Néstor, goberné 8 años la provincia con Cristina, muchas veces con matices, con diferencias".

Afirmó que Brasil le dió la posibilidad de actualizarse y de modernizarse. De incorporar una visión de futuro. "Espero que el pueblo argentino tenga la posibilidad de agarrar este otro camino: elegir entre el shock del ajuste o de la expansión productiva", sostuvo.
En ese sentido, a través de sus redes sociales, el embajador argentino en Brasil comenzó a compartir resultados de su gestión en la Embajada.

A ello se sumó un video que comenzó a circular en la web titulado "Acá está el Pichichi" -apodo con el que se lo calificó a Scioli- en donde con imágenes rápidas y una pegadiza canción hace un repaso por la carrera del exgobernador, tanto en su etapa deportiva como en la política, y con la vuelta a su distintivo color naranja.

Habrá que ver ahora cómo lo trata La Cámpora en este escenario donde abunda la pirotecnia partidaria y los golpes bajos.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la Universidad Nacional de La Plata. El 22 de noviembre de 2017, el Concejo Deliberante de La Plata lo declaró "personalidad destacada en el periodismo".