por Redacción
El trabajo se realiza en conjunto entre los ingenieros Francisco J. Ibáñez y Santiago D. Barrionuevo, del Grupo de Sensores y Electrocatálisis del Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA) perteneciente a la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP y al CONICET), los químicos Mauricio Llaver y Rodolfo G. Wuilloud, del Laboratorio de Química Analítica para Investigación y Desarrollo de la Universidad Nacional de Cuyo, y el físico Horacio Troiani del Centro Atómico Bariloche, destaca un extenso informe publicada en la web de la UNLP.
La motivación de los investigadores para el desarrollo de este sensor resulta compartida por los productores y los consumidores, pues la calidad y seguridad de los productos enológicos dependen fuertemente de la concentración de iones inorgánicos en su composición. “El vino es un alimento, según el Código Alimentario Argentino, y como tal está sujeto a comprobaciones y controles. Por ello es importante contar con herramientas analíticas para poder someter al producto a distintos exámenes” explica Mauricio Laver, quien es químico, tiene un doctorado en ciencias y actualmente está realizando estudios posdoctorales con la dirección de Francisco Ibáñez.