Loris Zanatta: "Los líderes carismáticos no dejan herencia porque se creen líderes semi divinos", e ironizó sobre un balotaje insólito

El reconocido historiador Loris Zanatta fue entrevistado por Cristina Pérez en Radio Rivadavia y dijo sobre los movimientos políticos de la vicepresidenta Cristina Kirchner que “hay una confusión tan grande y a mi también me cuesta mucho entender. Pero sí me resulta claro que todas estas actuaciones de Cristina Kirchner están dirigidas al interior de su propio movimiento, no al país. Es un juego muy delicado de medir fuerzas, pero no se entiende bien con quien”.

“Quiere pasar directamente a una representación directa de un pueblo imaginado porque ya no se sabe de quienes estamos hablando”, evaluó y agregó que “parece Blanca Nieve y los siete enanitos. Blanca Nieve quiere imponer su liderazgo carismático, no sé si lo logrará”.

Sobre si se está en la decadencia del kirchnerismo, celebrando dos décadas, dijo: “el ciclo está en su fase descendiente si lo miramos como kirchnerismo, pero al mismo tiempo no me olvido que el kirchnerismo con rasgos nuevos tiene raíces más profundas en el movimiento peronista que se remontan en el tiempo en otros movimientos de los años Sesenta y Setenta” y que esta situación se va replicando “en las formas”. Si bien sostiene que esta cuestión de movimientos populares no es tan fuerte como antes sigue existiendo con otras formas.

“Argentina tiene que ingresar al Siglo XXI sí o sí con el peronismo, porque aunque el peronismo no sea el partido hegemónico que fue y probablemente nunca más lo será, el peronismo forma parte del paisaje cultural, político, social del país y por lo tanto tiene que ingresar al siglo XXI con el peronismo”, analizó.

“Nunca pensé en definir a Cristina Kirchner en realidad. Diría que fue un intento de repetición de Eva Perón de acuerdo con la famosa frase de que la tragedia se define como farsa, la veo un poco así. Demuestra todavía cierta capacidad de convocatoria y hay que tomarla en serio porque es una lideresa con cierta capacidad de guerra de posición”, dijo.

Agregó: “todos observamos que Argentina está en condiciones especialmente graves pero no tenemos las grandes protestas sociales y populares que vimos en otros momentos cuando estaba en condiciones malas pero no tan malas como ahora. Eso demuestra en forma gráfica que el movimiento peronista tuvo una enorme capacidad de movilización en contra de sus adversarios y tiene gran capacidad de contención cuando está en el gobierno”, y dijo que a esta altura no le sorprendería que CFK “juegue la carta de oposición dentro de su propio gobierno”.

Irónicamente dijo que si en Argentina se llega a las elecciones de manera previsible, podría ser un candidato como Sergio Massa el que proponga el oficialismo, pero si hay alguna crisis grave “uno puede encontrarse en Argentina un balotaje entre Milei y Grabois” porque si la situación se desmadra “los antisistémicos son los que ganan”. Sin embargo destacó que ese dicho extremo es parte de una ironía y que pretende que se lo ubique de esa manera y no con otra entidad.

“Igual no soy adivino, son demasiados los candidatos que se están presentando”, y agregó que “como siempre los líderes carismáticos no dejan herencia”.

Sobre por qué no dejan herencia esos liderazgos dijo que es porque “son líderes semi divinos, cumplen una religión más religiosa que política y no conciben su espacio político como plural sino como secta o comunidad religiosa con un jefe custodio de la ortodoxia”.

Y dijo que esa característica no solo es para Cristina, sino que fue para Hugo Chávez, Fidel Castro y todos líderes populistas de América.