
por Fabricio Moschettoni, editor de Impulso Baires. Twitter @FMoschettoni
“Soy precandidato a presidente de la Nación, y el sábado vamos a ir viendo con todos”, dijo anoche el gobernador de Jujuy y titular del Comité de la UCR, Gerardo Morales, en el programa “A dos voces”, por TN. Así respondió al ser consultado sobre si sería el compañero de fórmula de Horacio Rodríguez Larreta.
Los puentes de diálogo vienen fluidos hace tiempo y el anuncio sería el mismo sábado. Con Morales como compañero de fórmula, Rodríguez Larreta se está asegurando un pilar fuerte para la conducción del Senado de la Nación y conseguir leyes claves para un posible período presidencial.
Y el triángulo de poder continúa porque al ser precandidato a diputado nacional por Provincia de Buenos Aires, Miguel Pichetto sería el próximo presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, en caso de que gane el alcalde “amarillo” la presidencial.
Es decir, Rodríguez Larreta estaría mostrando hacia el cierre de listas un esquema de gobernabilidad en donde demuestre confianza para conseguir leyes estratégicas en materia de reforma económica e institucional que el país necesitará desde el primer día del próximo gobierno, y además compone una línea sucesoria ordenada en donde sus partes interpretan a la perfección la partitura.
Desde el primer minuto de campaña oficial, o sea luego de que se inscriban las candidaturas, seguramente Rodríguez Larreta busque mostrar el factor clave de la gobernabilidad con experiencia aportada por su carrera política pero también por sus dos principales pilares en el Congreso de la Nación.
El esquema que aportará el alcalde porteño es interesante como modelo de gobierno para estudiar, porque desde el retorno a la democracia no hubo en el país un trío que, si se termina cristalizando, tenga una sintonía tan fina en el objetivo de gobernar sin perder un solo minuto de tiempo.
Ahora hay que ver otros roles importantes dentro de un hipotético gobierno de Larreta, como por ejemplo en las figuras de la también presidencial Elisa Carrió o en la del diputado José Luis Espert, que hasta el momento no declinó su postulación pero tiene buena relación con el “amarillo” y su gente en algunos distritos ya se está vinculando con los intendentes larretistas.
La gobernabilidad es lo que está en juego en la Argentina próxima, y así quedó demostrado claramente con los incidentes que se registraron en Jujuy, tal vez un anticipo del rol opositor que buscará el kirchnerismo para los próximos tiempos.
Larreta busca ofrecer seguridad y claridad, y en la experiencia de Pichetto y Morales espera lograrlo.