
por Redacción
El analista añadió que: " Lo que observamos es que Cristina en esta negociación se fue quedando con retazos de su verdadero poder, al punto de haberse tenido que inclinar ante su ministro de Economía y los caudillos provinciales e intendentes del PJ, que terminaron por imponer la fórmula para las elecciones. La lista de unidad consuma una vieja ambición de Massa, que nunca fue únicamente una candidatura presidencial sino el propio liderazgo del peronismo. Una fórmula acordada además con el presidente, que deja afuera de la pelea nacional al kirchnerismo tras 20 años de presencia en la disputa por el “sillón de Rivadavia”.
Seguramente desde el kirchnerismo buscarán justificar la claudicación hablando de un repliegue táctico en la provincia de Buenos Aires: con posible reelección de Kicillof y la presencia mayoritaria de referentes del espacio en las listas legislativas. De esta manera, el kirchnerismo buscará seguir liderando a un peronismo en la oposición. Sin embargo, más allá de las prendas de negociación, y los análisis prospectivos de cómo podría reconfigurarse el justicialismo ante una posible derrota nacional, lo cierto es que el repliegue desnuda con particular crudeza la gran debilidad política actual del espacio bajo la conducción de la actual vicepresidenta.
En el plano político, el ambicioso Sergio Massa se quedó con todo. La fórmula Wado de Pedro-Juan Manzur se estrelló como un barrilete sin cola y una rebelión del peronismo del interior terminó por provocar un terremoto político sin precedente, al filo del cierre de listas.
Unión por la Patria va a las elecciones con una fórmula libre de kirchnerismo, lo cual ha hecho crujir el tablero de la política nacional y pone en duda el futuro liderazgo de Cristina.
La idea de Massa es hacer campaña sin dejar el ministerio de Economía, teniendo en cuenta que es el negociador de temas clave, como el acuerdo con el Fondo Monetario (FMI). Massa se muestra hiperactivo, a tal punto que hoy, a un mes y medio de las PASO, deberá lidiar con los pagos pospuestos la semana pasada al FMI por USD2.700 millones y reprogramados para este viernes. El ministro apunta a realizarlos en forma parcial. Este lunes, estrenó su doble rol cerrando la refinanciación de vencimientos con los países del Club de París y con una reunión de su gabinete en Economía, para definir nuevas medidas.
Para Massa es central seguir comandando en persona una economía compleja no sólo por los altos índices de inflación, sino también por negociaciones que están en curso, como las que se llevan a cabo con el Fondo Monetario. Entienden en su entorno que esta semana se cerrará lo pendiente del acuerdo. El ministro se comprometió con los propios a tener el convenio de adelanto de desembolsos cerrado antes del 30 de junio. Es para el jefe de Hacienda un factor vital que siga comandando él mismo la transición económica y el diálogo directo con Kristalina Georgieva y, sobre todo, con la Casa Blanca y el Tesoro, los validadores políticos del aval del organismo.
A lo que apunta Massa, es entrar en el selecto grupo de ministros de Economía que se lanzaron como candidatos a presidente y ganaron las elecciones, como en el pasado lo fueron Fernando Henrique Cardoso, en Brasil; Emmanuel Macron, en Francia, y Santiago Peña, en Paraguay. Lo que hay que destacar es que “fueron candidatos después de gestiones muy exitosas en el Ministerio de Economía, pero no sería el caso de Massa que tiene un 114% de inflación anual, múltiples controles de cambio y una pobreza que alcanza al 40% de la población.
El razonamiento de los gobernadores es que con Massa en la fórmula la posibilidad de una desestabilización en la economía se achica y su nivel de conocimiento es mucho más alto que el de Wado de Pedro. La mayoría de esos caciques que fueron dóciles al kirchnerismo durante tanto tiempo ya renovaron su poder, al adelantar las elecciones provinciales. Pero temen lo que vendrá: creen que es el momento de reordenar al peronismo. Y que si no se puede ganar hay que alentar un cambio de liderazgo.
La fórmula Massa-Rossi deja afuera al kirchnerismo del ticket principal por primera vez desde que Néstor Kirchner llegó inesperadamente a la Presidencia, en 2003", finalizó el analista.