26/07/2024 - Edición Nº3046

Politica

Contrapoder

Creciente temor por el plan motosierra de Milei

16/08/2023 | Javier Milei le pateó el tablero a la clase política. Tiró del mantel y cosechó 7 millones de votos, pero deja varios interrogantes por el camino ¿Es su techo o puede seguir creciendo? ¿Si gana, con qué recursos va a gobernar en una Argentina quebrada?¿Qué reacción social es esperable si achica tanto el Estado y deja mucha gente en la calle?¿Cuán abierto queda ahora el resultado de octubre?


por Jorge Joury *


El tema que más preocupa ahora a varios sectores de la ciudadanía, es el denominado "plan motosierra" de Javier Milei. En las últimas horas, en un canal de TV, el líder libetario tachó con una fibra casi todo el mapa del Estado. Adelantó que un eventual gobierno suyo contaría con ocho ministerios, eliminando 10 e inclusive el de Ciencia, así como privatizaría el Conicet .También aplicaría la misma fórmula para algunas empresas del Estado. Y con respecto a la obra pública, la dejaría en manos del sector privado. Hay quienes advierten con rigor objetivo, que si queda mucha gente en la calle, el movimiento sindical podría desatar una temible ola de protestas que podrían desembocar en un caos en las calles con consecuencias imprevisibles.

Tras el reseteo del gabinete y con el ministerio de Capital Humano instalado, Milei también adelantó que le daría salida a los programas sociales de forma "progresiva", otro factor seguro de conflictividad.

Además propone "arancelar todas las prestaciones y auto gestionar el servicio de salud en trabajos compartidos con la salud privada", así como "promover leyes que permitan que tanto profesional como paciente puedan pactar honorarios a pagar".

En materia de educación, la fuerza impulsa la anunciada incorporación del sistema de "vouchers cheque educativo", ya que se opone a la obligatoriedad y la gratuidad del sistema educativo público. 

Bajo el eufemismo "proteger al niño desde la concepción", la plataforma de La Libertad Avanza propone la eliminación de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.

Luego, se propone "eliminar la obligatoriedad de la Educación Sexual Integral (ESI) en todos los niveles de la enseñanza". Sostuvo que educar a los jóvenes sobre la sexualidad en los establecimientos educativos "deforma la cabeza" y es "adoctrinamiento".

Otro tema que hace ruido, es la "desregulación del mercado legal" de la venta de armas de fuego y "proteger su uso legítimo y responsable por parte de la ciudadanía". 

Lo cierto es, que el veredicto de las PASO puso al descubierto con toda crudeza el estado de hartazgo de la sociedad con la clase política. Milei se convirtió en un fantasma que dejó con la pera temblando tanto a Patricia Bullrich como a Sergio Massa, ante la firme sospecha de que con viento a favor podría ganar en primera vuelta.

Y la sensación que quedó después del batacazo de Milei, es que tanto el kirchnerismo como el macrismo evidencian claros signos de agotamiento, difíciles de revertir frente a una sociedad que busca de manera urgente algo nuevo y no se lo pueden mostrar.

Los consultores coinciden que el león libertario irradia imagen positiva en el segmento de jóvenes, varones, menores de 30 y especialmente en niveles socioeconómicos bajos. "Si la elección fuera en esa vereda, ganaría en primera vuelta”, sostienen. Otro dato para destacar es que “algunos de ellos convencieron a sus padres, se dio una inversión en ese sentido”, explican.

Cuanto más joven es el voto, mejor le va. El discurso de autonomía, de libertad y los principios de cierto individualismo emergen contra un Estado, que muchos jóvenes, sobre todo después de la pandemia, ven como algo que cercena libertades.

Milei lo que hizo fue ponerle un freno de mano a la política tradicional, que perdió protagonismo y tiempo, por implosionar en luchas internas sin sentido ni destino. Eso no era lo que quería la gente y de esta manera, el líder libertario fue probablemente el único candidato que supo decodificar ese malestar ciudadano. Capitalizó la bronca con una cosecha electoral del 30% de los votos, que descolocó a todas las proyecciones de las encuestas. 

En cuanto a Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta se detonaron mutuamente y el  oficialismo peronista, que se convirtió en la alianza Unión por la Patria (UP), resultó el principal castigado: en un hecho histórico se ubicó por debajo del 30% en una elección nacional –apenas alcanzó el 27,27% de los sufragios–, al tiempo que también por primera vez se ubicó en el tercer puesto. 

Pero el llamado de atención que recibió la dirigencia de Juntos por el Cambio no fue menos severo: retrocedió 15 puntos respecto de su performance en las elecciones legislativas de 2021, al pasar del 43% al 28,27%.

Tras el batacazo de Milei, los intendentes del peronismo hicieron un mea culpa hacia adentro por haber subido al candidato libertario a la disputa que lo terminó teniendo como vencedor en las primarias. Ahora definirán una estrategia en conjunto con el objetivo de desactivar la alternativa de La Libertad Avanza.

Entre los propios jefes comunales reconocieron que les salió el tiro por la culata luego de haber impulsado a Milei para que tanto Bullrich como Larreta perdieran votos en el Conurbano. No solo se repartieron boletas del líder libertario, también le pegaron carteles y sumaron fiscales para el día de la elección.

Que Milei se haya impuesto a nivel país sin estructura, sin fiscales, con antecedentes negativos en las elecciones provinciales que se llevaron a cabo a lo largo del año, sin el clásico “aparato” de la política; que Juntos por el Cambio haya perdido tanto apoyo y que el oficialismo se ubicara tercero, son mensajes a descifrar, pero no inéditos. Ha pasado con otros países de América Latina si observamos el caso de Gabriel Boric en Chile, el de Pedro Castillo en Perú, Guillermo Lasso en Ecuador o Gustavo Petro en Colombia. Se trata de outsiders no apoyados por ningún partido y sin estructura.

Las encuestas detectaban algo en Argentina y en el resto de América Latina. La mayor parte de la opinión pública manifiesta que quiere nuevos partidos, nuevas gentes, un cambio que no significa que apuesten al mismo cambio.

Además, la elección del domingo pasado echa por tierra que la estructura sea tan fundamental.  Personajes como los antes mencionados y Milei son candidatos de fuera del radar que ganan de manera sorpresiva porque representan un voto contrario al sistema y pueden ser tanto de derecha o de izquierda.

Los políticos no se dan cuenta que ya llegó y hay una nueva sociedad. En ese nicho, los valores son diversos, la relación entre los padres y los hijos no es la de antes, tampoco entre los alumnos y maestros, o de los curas con los feligreses. El sentido de autoridad se reventó, la gente se vincula no a través de partidos ni organizaciones religiosas sino directamente a través de las redes sociales y produce fenómenos que no estaban detectados.

De todas maneras, el resultado de las PASO  no asegura el triunfo de Milei en las generales, pero lo deja posicionado en los umbrales de la Casa Rosada. 

En la creencia general, existe el convencimiento de que la historia va a terminar ballotage, aunque habrá que ver entre quienes. Es raro que Milei pierda vuelo, ya que cuando un candidato viene de abajo y produce semejante terremoto, los especialistas opinan que todos sus votantes se consolidan porque sienten que han ganado, es absurdo que piensen en cambiarse. 

No obstante, no está dicha la última palabra y aún puede haber sorpresas de cara a los comicios generales del 22 de octubre. La ecuación es sencilla, apenas tres puntos de diferencia separan a las fuerzas políticas que obtuvieron el primero y el tercer lugar en la competencia electoral. Se trata de un virtual triple empate, que podría definirse simplemente por la actitud que adopte el casi 10% de ciudadanos que se inclinaron por agrupaciones políticas que quedaron fuera de carrera o el 5% de electores que optaron por votar en blanco, al margen de algo más del 30% de la población que no concurrió a emitir su voto.

Poniendo el foco en el 31% de electores que se abstuvieron de participar el domingo pasado, se trata de gente que siente que la sociedad actual no funciona, que los líderes actuales no representan y además no quieren ser representados. Los que se abstuvieron es más fácil que voten por Milei porque no eran partidarios de Juntos por el Cambio o del gobierno y tienen bronca con todo.

En la mirada del politólogo Jaime Durán Barba es “muy difícil” que Milei pierda la elección. No obstante, JxC y Unión por la Patria “deberán tener una campaña muy sofisticada técnicamente para ganar”. Al candidato de La Libertad Avanza “lo votan por enojo, no por opción ideológica”, sostiene.

El hecho de que las PASO no hayan podido definir más que unas pocas formalidades, sin poder despejar la incógnita acerca de quién podría asumir la presidencia de la Nación en un demasiado lejano 10 de diciembre, ha sumado un nuevo factor de incertidumbre y de inestabilidad, tal como se ve en el mercado financiero, donde los títulos públicos argentinos cayeron fuertemente y las distintas cotizaciones del dólar experimentaron importantes alzas.

A partir de ahora se empiezan a encender semáforos en rojo en el camino del león libertario. Los operadores económicos, además de detestar la incertidumbre, privilegian la racionalidad económica y la fortaleza política. Tienen en claro que un hipotético triunfo  en octubre de Milei generaría dudas sobre la futura gobernabilidad, en tanto una proyección del resultado del domingo lo ubicaría con un bloque no superior a 40 diputados nacionales. Del mismo modo, la debilidad con la que emerge de los comicios el ministro de Economía, Sergio Massa, siembra incertidumbre sobre los próximos pasos del gobierno nacional frente a los desafíos financieros. Las afirmaciones de Sergio Massa planteando una falsa disyuntiva sobre si “va a haber trabajadores o esclavos” y del gobernador Axel Kicillof reivindicando la necesidad de un Estado cada vez más intervencionista, son ejemplos de la insistencia en fracasadas políticas populistas que distan de llevar tranquilidad al círculo rojo y a futuros inversores.

Hay un frente de tormenta que puede acelerar la fragilidad económica. Ante este escenario, todos los actores están obligados a actuar con la mayor prudencia y responsabilidad.

Estamos viendo la foto de un virtual kirchnerismo en retirada, que está obligado a no profundizar el gasto público ni a impulsar más medidas que desembocan en una inflación aún mayor en los meses que quedan hasta diciembre y que terminará profundizando los nichos de pobreza. 

El descontrol de precios afecta al que menos tiene y empuja día a día a cada vez más gente por debajo de la línea de pobreza. Solo en el último año se estiman dos millones de nuevos pobres, a razón de 20 pobres nuevos por minuto, algo así como un nuevo pobre cada tres segundos.

Quienes conducen las fuerzas opositoras deberán entender que las soluciones a los graves problemas del país no provendrán del mero voluntarismo ni de los gestos de un supuesto líder iluminado. Más allá de las lógicas diferencias, sería trascendente que los candidatos presidenciales de La Libertad Avanza y de Juntos por el Cambio procuren a partir de ahora tender puentes que brinden señales de que, en el futuro, será posible alcanzar coincidencias para dar una eficaz respuesta a los dramas que hoy afligen a los argentinos. De no ser así, el país sumará a sus crónicos problemas una peligrosa sensación de anarquía.

Kicillof es una última patada de ahogado para el kirchnerismo. El peronismo que estuvo tantos años con un pie encima, es probable que intente una renovación y retome sus banderas históricas. En esta carrera, a Massa le toca llevar la mochila más pesada y se convierte en el candidato más frágil. ¿Hasta cuándo aguanta la situación sin que explote frente a esta escalada de precios y el kilo de pan pisando los mil pesos? Es probable, que en este contexto Massa deje de ser el ministro de Economía en cualquier momento para convertirse en candidato puro, pero lleva el lastre de una gestión que ha fracaso por donde se la mire.

Alguien dijo que las sociedades cambian cuando las masas le pierden el miedo al cambio. No obstante, hay que tener en cuenta hacia dónde se va y los riesgos que ello implica, sobre todo, cuando se quiere utilizar una motosierra como herramienta para cambiar la historia. También da miedo el 140 % de inflación anual y el país con 50% de pobres. La moneda está en el aire.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información y analista político. El 22 de noviembre de 2017, el Concejo Deliberante de La Plata lo declaró "personalidad destacada en el periodismo".