27/07/2024 - Edición Nº3047

Politica

Contrapoder

La ley de la selva y el temor al león libertario

26/08/2023 | Se nota el vacío de poder, un clima desestabilizante, la sensación de un gobierno en retirada y una ciudadanía que se siente desguarnecida. Alarma el descalce de Alberto Fernández con la realidad. La ola de saqueos ha puesto al país a las puertas de la ley de la selva. Hay comerciantes y vecinos que tuvieron que armarse para defenderse de los vándalos. La psicosis y el miedo a la violencia desenfrenada, invade los barrios y enrarece el clima pre electoral.


por Jorge Joury *


Los más de 100 ataques con epicentro en el conurbano bonaerense, con réplicas en Neuquén, Mendoza, Córdoba, Chaco y otras provincias, ocurren en un momento de extrema fragilidad social, económica y, sobre todo, política. Casi medio país en la pobreza y la inflación tocando las dos cifras mensuales, son el telón de fondo de estos episodios.

Y en este marco, preocupa la impotencia del gobierno para esclarecer los hechos y llevar tranquilidad a la población. Patricia Bullrich denunció que hay desgobierno total y pidió que se declare el estado de sitio.

Mientras el país se debate en medio de la incertidumbre, Alberto Fernández y Cristina Kirchner estuvieron ausentes. La última vez que se los había visto en público fue el 13 de agosto, el día de las PASO. El ministro de Economía y candidato oficialista, Sergio Massa, también se mostró lejos de los sucesos, negociando con el FMI en Washington, pero trajo la buena noticia de haber logrado el desembolso de 7.500 millones de dólares. 

En cuanto al Presidente, recién el miércoles pasado por la tarde reapareció en Neuquén para contar que estuvo en comunicación “hasta la 1 de la mañana” con la intendenta de Moreno, Mariel Fernández “para saber qué estaba pasando”. “Hay que cuidar la convivencia democrática”, planteó Alberto Fernández. Y completó con una frase que sorprendió y dejó a las claras el vacío de poder existente: “No hablo porque no soy candidato”.

La oposición aprovechó el escenario y puso su cuota dramática.  El tuit de Milei evocando el 2001 y Patricia Bullrich agitando la posibilidad de un estado de sitio le dieron al gobierno nacional la excusa para ponerlos en la picota.

“Es trágico volver a ver luego de 20 años las mismas imágenes de saqueos que veíamos en el 2001. Pobreza y saqueos son dos caras de la misma moneda. La Argentina no resiste más este modelo empobrecedor que se sostiene por la fuerza de quienes viven a costa del esfuerzo de los argentinos de bien”, disparó Milei a través de Twitter.

“El gobierno tiene que ordenarse y, si necesita algo porque esto se desborda, tendrá que llamar al Congreso y pedir medidas más drásticas. Si se pierde total y absolutamente el control, el gobierno tiene que llamar a pedir el estado de sitio. Hoy todavía no lo sabemos, pero tiene que evaluar  todas las hipótesis de lo que puede llegar a suceder”, declaró la candidata a presidenta de Juntos por el Cambio.

Ambas frases de los dos candidatos de la oposición que recibieron más votos en las PASO y que deberán enfrentar al Gobierno en el 22 de octubre, no hicieron más que darle al oficialismo los argumentos para acusarlos de estar relacionados a estos episodios que tuvieron entre el fin de semana y la noche de este martes sus momentos más angustiantes.

El clima político está muy enrarecido y se presenta en la figura de mecha corta. Paradójicamente, esto ocurre a 8 semanas de las elecciones generales, lo  cual obliga a reflexionar en torno a algunas dudas sobre el futuro electoral. Los interrogantes apuntan en su mayoría a qué puede llegar a suceder con una hipotética presidencia de Javier Milei y su famosa motosierra . Lo que levanta olas es el futuro de  la institucionalidad. Por ejemplo, el director de Poliarquía, el politólogo Eduardo Fidanza advirtió los peligros que asoman en torno al león libertario, que repudia las posiciones políticas moderadas y que después de ganar, lejos de girar al centro, endureció todavía más su discurso. 

“Podemos ir a lo que muchos temen, que es a un episodio de ingobernabilidad en la Argentina”, alertó Fidanza y agregó: “Si Milei llevará adelante este estilo, podemos darnos cuenta de que la grieta era un juego de niños”.

Para Wall Street, un balotaje entre Milei y Massa como protagonistas implicaría un escenario conflictivo. Los financistas dudan de la gobernabilidad que el líder de LLA pueda aportar a una Argentina que atraviesa una crisis prolongada, que comenzó a finales de 2011 cuando Cristina Kirchner impuso el primer cepo cambiario.

La mayoría de los especialistas coinciden en que la economía ya estalló, aunque aclaran que se trata de un estallido dentro de las condiciones de un gobierno peronista, lo cual significa que no habrá, ni debería haberlo, un final anticipado del gobierno de Alberto Fernández. 

Desde la izquierda más dura hasta la derecha más reaccionaria, Milei seduce y levanta olas, o al menos llama la atención. Los medios lo han erigido como el gran showman del Apocalipsis, haciendo rating gracias a su inagotable histrionismo. Se trata de un fenómeno que ya mete serios temores, no solo en el denominado círculo rojo, sino en el espacio que él acertó en llamar “la casta”.

La preocupación ha escalado hasta en la propia Iglesia, donde temen que un eventual gobierno de Milei genere muchas tensiones políticas por su escasa vocación en la búsqueda de acuerdos. Y sobre todo,  en la eventual llegada del caos social por la previsible resistencia a sus medidas en los sectores más castigados. Además descuentan que su relación con la institución eclesiástica será muy tensa. Más aún, en esos ambientes  hay quienes ponen en duda la visita del Papa al país prevista para el año que viene si el libertario llega a la Casa Rosada.

Para los mercados, Milei también es una incógnita difícil de analizar a nivel local y mucho más en el exterior. Nadie tiene la más mínima idea sobre cómo sería un gobierno suyo en el plano real, más allá de las explicaciones quirúrgicas que dio profusamente en los últimos días, utilizando la motosierra como herramienta fundamental.

En esas declaraciones aparecen anuncios claros sobre la reducción de un Estado gigantesco, pero poco sobre cómo podría implementarlo política y socialmente. La difícil dolarización, además, volvió a ocupar el plano central de esa escena, pero no deja de ser una cortina de niebla por la manera en que podría implementarse.

Cuando le preguntan a Milei cómo gobernará en minoría en el Congreso, también toca bocina irresponsablemente y después contesta que si es necesario lo hará vía referéndum. ¿Y luego qué, cerrará el Congreso? Hay que tener mucho cuidado con esas actitudes antidemocráticas.

Debemos ser conscientes que el futuro escenario legislativo tiene vital importancia, ya que en esa elección se define la integración de un Congreso federal. Es una herramienta fundamental para lograr construir los anticuerpos para lo que viene, más teniendo en cuenta que existe casi medio país en situación de pobreza, un modelo productivo ineficiente y una corrupción enraizada en lo más profundo del sistema. 

El desafío por delante, será lograr que funcionen nuevamente las instituciones republicanas de manera racional y con consensos para ir reparando el barco antes de que se hunda.

En este contexto, se hace necesario lograr gobernabilidad, construir acuerdos básicos, políticas de Estado por lo menos a 10 años y dejar de lado más parches, para terminar de una vez por todas con nuestros grandes flagelos, como la inflación y la pobreza.

Al país, por su grado de deterioro, ya no le alcanza con ese viejo apotegma de que “el que gana gobierna y las otras fuerzas acompañan”. Hoy se requieren cambios y reformas profundas y en esta dirección, el Congreso va a cumplir un rol fundamental, por cuanto, todas las transformaciones, no pueden ser llevadas a cabo por el Ejecutivo en soledad y de manera autoritaria, como declama Milei sin medir efectos colaterales.

Ya existen algunas proyecciones sobre cómo podría quedar el Congreso si el resultado de agosto fuera similar al de octubre.

La Cámara de Diputados de la Nación compuesta por 257 miembros, donde se alcanza el quórum con 129 de ellos, quedaría conformada de la siguiente manera: Unión por la Patria, que actualmente es la primera minoría, pone en juego 68 de sus 118 bancas y, si obtiene el mismo resultado en Octubre, terminaría con solo 92 diputados, Juntos por el Cambio, quedará lejos del número mágico del quórum, mejor posicionado, pero seguiría estando lejos del quórum, obtendría 107 legisladores, y la Libertad Avanza alcanzaría 47 diputados.

En lo que tiene que ver con el Senado de la Nación, de un contexto de 72 bancas se renuevan 24, correspondientes a las provincias de Buenos Aires, Santa Cruz, Misiones, San Juan, San Luis, Formosa, La Rioja y Jujuy, que eligieron por última vez a sus representantes en 2017. Entonces, la representación quedaría de la siguiente manera: Unión por la Patria 31, Juntos por el Cambio 30, La Libertad Avanza 8 y provincias unidas 3, sabiendo que el quórum se alcanza con 37 senadores.

Por lo tanto, si uno observa el resultado de las elecciones de agosto y se repiten en octubre, el nuevo gobierno deberá asimilar una gran dosis de sentido común. Va  a ser absolutamente imprescindible contar con grandes consensos para lograr las reformas estructurales que se necesitan. La gobernabilidad va a depender fundamentalmente de la búsqueda de acuerdos y de entender que la República no la salva "un elegido que levanta el dedo", sino entre todos.

Milei no es sólo un “outsider”. Acaba de subir al escenario a los gritos, con un tercio del electorado bajo el brazo.  Hay que empezar a verlo como una suerte de cruzado, que tiene una motosierra para utilizarla sin anestesia para todos los males del Estado, además de pólvora y fuego si fuera necesario. Esa foto, genera la lógica incertidumbre en los nichos más poderosos, como. empresas, sindicatos y medios, que le temen y lo rechazan por jugar a todo o nada. Los extremos no son buenos para una reparación nacional. 

Hoy más que nunca hay que pensar, en que están en juego la República y el futuro de la Argentina. En ese marco, hay que evaluar que si se tolera el desorden para evitar la guerra, primero vendrá el desorden y después la guerra, decía Nicolás Maquiavelo.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información y analista político. El 22 de noviembre de 2017, el Concejo Deliberante de La Plata lo declaró "personalidad destacada en el periodismo".