Análisis radial
" A rezar, que el cuarto oscuro es un enigma", dijo Jorge Joury por la FM 98.9 y Pinamar TV
"El domingo próximo puede ganar cualquiera. Es la elección más impredecible de la historia. Nadie se anima a levantarle el brazo a ninguno de los candidatos, porque las diferencias son mínimas. Además, esta semana todavía puede jugar el factor sorpresa e inclinar la balanza. Las tres posibilidades están sobre la mesa: que gane Javier Milei en primera vuelta. O que el ballotage sea entre él y Sergio Massa o con Patricia Bullrich y que el ministro de Economía quede afuera de la gran final. Todas las posibilidades están en el bolillero. También el factor miedo puede que le juegue en contra Milei y le acerque a Bullrich las fichas para ganar". Así lo señaló el periodista Jorge Joury en el programa "A las cosas por su nombre", que conduce Hugo Manzo por la FM 98.9, Coast y Pinamar TV.
El analista añadió: " También está creciendo el cordobés Juan Schiaretti y esos votos seguramente se los está sacando a Massa. En este contexto, hay seis millones de votantes en la pecera que aún no definieron el voto y serán los que saldrán a pescar los candidatos.Si preguntamos al más veterano de los politólogos cómo calificaría a la actual campaña política, seguramente diría que es la más sucia de la historia, cargada de golpes bajos, carpetazos, ollas de corrupción que se destapan y descalificaciones. Un andarivel que va entre la locura de algunos y la irresponsabilidad de otros.
Todo ocurre cuando en la recta final hacia las elecciones generales el país económico tambalea al borde del precipicio y quienes se postulan para gobernarlo apuestan sin escrúpulos todo lo nuestro para llegar al poder.
La crisis económica y los casos de corrupción no hacen otra cosa que marcar el final de una campaña que más allá de clarificar nuestras mentes no ha hecho otra cosa que sumar vértigo y confusión a las tensiones políticas. ¿A quién votar en este marco? es la pregunta generalizada.
Nadie logra definir cómo impactará este tembladeral en la intención de votos de los argentinos. Los consultores aseguran que disminuyó el nivel de indecisos pero las certezas son escasas.
Las pocas coincidencias giran en torno a que la elección no se definirá en primera vuelta, y que la lucha está muy pareja entre los tres principales contrincantes.
Todo indica que la inflación y el dólar van a seguir dominando la agenda hasta el domingo 22, día en que hablarán las urnas. El caso Insaurralde y el de “Chocolate” Rigau repuso como nunca, el tema de la corrupción sistémica en el territorio bonaerense y hay muchos políticos que tiemblan en que no les toque el turno.
Dentro de este contexto, Sergio Massa aplicó un golpe bajo. Fue pedir si hay debate de segunda vuelta, "que si nos toca participar, tres universidades hagan evaluación psicofísica y psicológica de los candidatos. Si no nos toca participar también. Porque, en algún momento, el alcoholismo de un general nos llevó a la guerra. Ser presidente requiere de una estabilidad emocional en campaña que no te puede llevar a decir cualquier cosa”.
De esta manera, el candidato presidencial de Unión por la Patria dio a entender cierta inestabilidad mental en los postulantes opositores.
Y como si fuera poco, reapareció en escena el presidente ausente, Alberto Fernández. Impávido pidió que se procese a Javier Milei bajo el cargo de “intimidación pública”. Lo hizo en razón de sus dichos acerca de la composición química de la moneda de los argentinos. El atribulado candidato la redujo a condición de “menos que excremento”.
La iniciativa presidencial de cargarse a Milei a días de las elecciones provocó la ira de Massa. No es para menos. La intempestiva irrupción del jefe de Estado en una campaña donde nadie lo quiere ni necesita solo sirvió para regalar una luminosa centralidad a Javier Milei.
Patricia Bullrich, no obstante, sigue siendo competitiva. La idea de sacudir a Milei le estaría dando resultados. Hay quienes ven una migración de votantes de LLA a la candidata de Juntos, pero también hay que aclarar que el crecimiento del cordobés Schiaretti le juega en contra.
A una semana de las elecciones, Patricia Bullrich también disparó la última bala de plata destinada a contener el voto larretista. Anunció que su otrora enemigo interno, Horacio Rodríguez Larreta, sería su jefe de Gabinete en el caso de ser electa presidenta.
Mientras tanto, en el campamento de Massa se cultiva el optimismo. El máximo objetivo es meter al ministro en el balotaje. Los asesores de campaña están seguros de que lo logrará. La principal directiva es cuidarse de pegarle a Bullrich porque entienden que esos votos van directo al líder libertario. También aseguran estar registrando un corrimiento de Bullrich a Massa.
La gente está mareada por la tormenta de acusaciones cruzadas y el ruido en la City, paralizada por operativos y allanamientos, lo cual suma desorganización a la economía. Además, el último dato de inflación del 12,7% no hizo otra cosa que confirmar los peores augurios para el tiempo por venir.
En los mentideros de la política se dio por descontado que la operación para bajar a Carlos Melconian, el candidato a ministro de Economía de Patricia Bullrich, también buscó favorecer a Milei.
Las grabaciones que muestran a Melconian como traficante de influencia y como un viejo verde que trata de sacar ventaja sexual de su posición de director del Banco Nación, según Patricia Bullrich se hicieron con inteligencia artificial.
El escándalo del yate de Insaurralde fue otro de los golpes que dejó renga a la política bonaerense. Hasta el último sábado de septiembre, Insaurralde fue una pieza central de la maquinaria de poder bonaerense que moldea desde hace años la política, la Justicia y los negocios provinciales. Fue quien comandó un sistema de financiamiento oscuro que era un secreto a voces pero que nadie se atrevía a cuestionar. Se convirtió además en el líder de los intendentes del conurbano que facilitó la avanzada de Máximo Kirchner sobre el PJ bonaerense. También el interlocutor principal con la oposición de Juntos por el Cambio. Y una piedra incómoda en los zapatos de Kicillof a través de la cual los jefes comunales -al menos varios de ellos y un sector de la conducción camporista- buscaron inquietar en los últimos tiempos al gobernador.
Con Insaurralde fuera de la cancha, y a una semana de las elecciones generales, en el sistema político provincial se empiezan a preguntar quién o quiénes quedarán a cargo de esa maquinaria que crujió con el estallido del caso “Chocolate” y el viaje por la costa del sol española del ex funcionario. Por lo pronto, en las últimas horas se supo que en la legislatura bonaerense hay 500 ñoquis que nunca van a trabajar y que gran parte de esa suma millonaria va a parar a las cajas negras de la política.
Y en el plano económico, para tener una idea del festival de populismo electoral y de emisión, cabe consignar que, desde las PASO hasta hoy, la base monetaria se expandió de $6,6 billones a casi $7,1 billones, al tiempo que los pasivos remunerados del Banco Central –que incluyen la bola de nieve de Leliq– crecieron de $17,9 billones a $21,9 billones. De este modo, la expansión monetaria sumó en los dos últimos meses la friolera de alrededor de $4,5 billones", finalizó el analista.
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