por Redacción
"Estamos viviendo alguna confusión en América del Sur. No es la misma de 2002, 2004 o 2006. Vamos a tener problemas políticos. Y en vez de quejarnos de los problemas políticos, tenemos que ser inteligentes e intentar resolverlos, intentar hablar", declaró el mandatario en un acto de graduación de nuevos diplomáticos en el Instituto Río Branco, en la capital del país, Brasilia.
Según Lula da Silva, los presidentes no están obligados a ser amigos ni a "caerse bien", sino a defender los intereses de sus respectivos países e intentar dialogar en busca de acuerdos.
"No me tiene que gustar el presidente de Chile, Argentina o Venezuela. No tiene que ser mi amigo. Él tiene que ser presidente de su país, yo tengo que ser presidente de mi país", dijo.
"Tenemos que sentarnos a la mesa cada uno defendiendo sus intereses. No puede haber supremacía del uno sobre el otro", continuó el mandatario, para quien lo importante es llegar a acuerdos cuando hay divergencias y estar dispuesto también a ceder.
El presidente brasileño instó además a los países sudamericanos a cuidarse entre todos porque "si no se cuida de quien está cerca mucho menos se puede cuidar de quien está lejos".