08/02/2025 - Edición Nº3243

Politica

La semana que pasó

La vida cotidiana: Demasiado ruido…

10/12/2023 | Un día para celebrar en Argentina, porque es abrazarse al regreso de la vida, como hace 40 años, y revivir ese pacto democrático entre argentinos. Cada asunción presidencial nos mostrará para siempre el rostro de un pueblo esperanzado en la resolución de nuestros problemas por la vía de la paz y en democracia. Hace cuarenta años asumía Raúl Alfonsín, y hoy lo hará Javier Milei.


por Fabricio Moschettoni, editor de Impulso Baires. Twitter @FMoschettoni


Del editor en primera persona

Amaneció en La Plata y escribo estos párrafos de manera emocionada. A mi izquierda un texto del Informe de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas, el recordado Nunca Más, que dice en la parte final de su prólogo: “(…) Las grandes calamidades son siempre aleccionadoras, y sin duda el más terrible drama que en toda su historia sufrió la Nación durante el período que duró la dictadura militar iniciada en marzo de 1976 servirá para hacernos comprender que únicamente la democracia es capaz de preservar a un pueblo de semejante horror, que sólo ella puede mantener y salvar los sagrados y esenciales derechos de la cultura humana. Únicamente así podremos estar seguros de que NUNCA MAS en nuestra patria se repetirán hechos que nos han hecho trágicamente famosos en el mundo civilizado”.

Un párrafo del informe Nunca Más es la mejor manera de recordar ese regreso a la vida, en honor a los 30.000 desaparecidos y en el reconocimiento a quienes hasta el día de hoy siguen manteniendo alta esa causa: las Abuelas y las Madres. Porque fueron 30.000.

Esta mañana, a las 9.30, la UCR de La Plata realizará un homenaje al expresidente Raúl Alfonsín en el monumento de Plaza Moreno.

Hoy, a 40 años, los argentinos también nos debemos sentir parte de la emoción del recambio democrático. Durante este domingo el presidente Alberto Fernández le entregará el mando a su sucesor, Javier Milei, elegido democráticamente por una amplia mayoría en balotaje. Cuando esa imagen se produzca y empiece a dar vueltas al mundo seguro que la emoción en nuestro pecho se sentirá, y posiblemente en muchos de nosotros alguna que otra lágrima se va a escapar.

La situación es diferente entre aquel lejano 1983 y este 2023. En aquella oportunidad salíamos de la peor tragedia que vivió el país y se iba la más sangrienta de todas las dictaduras que soportó el pueblo argentino desde aquel primer golpe de Estado a Hipólito Yrigoyen, el 6 de septiembre de 1930; pero hoy estamos tranquilos porque a pesar de los enormes problemas económicos que tenemos, los argentinos sabemos que la salida se encontrará en democracia, con los tres poderes republicanos funcionando y en libertad para poder manifestar nuestras opiniones sin que nadie nos haga silenciar.

Ahora bien, pasando a la actualidad buscaré honrar la liberta de expresión siendo respetuoso y dando el crédito suficiente que va a necesitar el gobierno que está por asumir.

Se va un presidente gris (no fue ni blanco ni negro, fue gris), que no tuvo liderazgo, que no consiguió ninguno de los objetivos que se planteó cuando asumió en el cargo, y que por sobre todas las cosas nos mintió en innumerables cuestiones. Alberto Fernández se transformó en el peor presidente de toda la vida democrática del país. Dejó un país dividido, no pudo aprovechar la tragedia de la pandemia para unirnos a los argentinos, fue soberbio, arrogante y no predicó con el ejemplo, porque jamás nos vamos a olvidar la foto de la fiesta en Olivos cuando todos llorábamos por nuestros queridos muertos.

Javier Milei asume hoy con un inventario preocupante, y no tendrá demasiado tiempo para celebrar porque los problemas que hay son más grandes que una reducción a lo económico, y para encontrar vías de salida va a tener que rearmar consensos mínimos para que los argentinos recuperemos la dignidad. Vamos a escuchar atentos el mensaje del nuevo presidente cuando hable a los argentinos y al mundo, para ver qué dice, cómo piensa enfrentar los mayores desafíos y sobre todo conocer en quiénes cargará los mayores esfuerzos.

Cuesta hablar de trascendidos y mucho menos analizarlos, pero hay que prestar particular atención sobre lo que está por venir.

Dejamos un presidente que nos mintió demasiado, pero encontramos uno que posiblemente fue muy ingenuo al principio porque en lugar de dar esperanzas planteó un pesimismo que llenó de incertidumbre y tristeza a cada hogar de los argentinos que viven al día, y por eso vemos las postales de personas comprando lo que más pueden en supermercados mientras las supermercadistas remarcan, y de automovilistas que van por algo de combustible mientras las petroleras comenzaron a aplicar un aumento voraz.

Los pasos previos de la asunción del presidente electo sembraron incertidumbre, y esa es una crítica.

Para destacar es buena la idea de bajar a nueve el número de ministerios, porque más allá de demostrar austeridad lo que posiblemente consiga es un gobierno más ágil en los primeros tiempos. También fueron interesantes las actuaciones de dos mujeres que prometen ser protagonistas todo el tiempo, como por ejemplo la futura canciller, Diana Mondino, que encasilló por la vía diplomática algunas rispideces que se produjeron en campaña con socios trascendentes como China y Brasil; y por otro lado la próxima ministro de Seguridad, Patricia Bullrich, que impuso mediante su personalidad un trabajo interesante entre esa cartera y Defensa para coordinar acciones contra el crimen organizado, y que además pudo ejecutar una muy buena transición con el ministro Aníbal Fernández.

También es interesante algunos signos de austeridad recortando gastos y burocracia.

Si las medidas económicas que están por anunciarse son las que trascendieron me gustaría dejar algunas generalidades que serán tan duras como las posibles definiciones de hoy.

En estos años y en este encuentro comunicativo de los fines de semana puntualicé sistemáticamente que una emisión exagerada de billetes era imposible que no genere inflación, ahora digo que un ajuste profundo va a generar una caída estrepitosa del consumo y además va a disparar los índices de la pobreza. Dicho en una frase tuitera: si no hay exportaciones nada tendrá sentido. Si no hay industria no hay desarrollo. El ajuste es un círculo tan vicioso como la emisión descontrolada, van en sentido opuesto, pero consiguen el mismo daño. 

El recorte exagerado del gasto público va a complicar el ingreso de empleados públicos y eso es cierto, pero la cuestión rápidamente se va a trasladar a la actividad privada y de manera catastrófica.

Argentina tenía en septiembre de este año 10,331 millones de personas con empleo asalariado registrado en sector privado, y 3,039 millones de personas con trabajo independiente (monotributistas y autónomos), según datos del ministerio de Trabajo que además indicaba una pequeña baja del segmento privado en -0.1% con respecto a medición anterior mientras que el trabajo público subía +0.4%.

Pero un recorte significativo en ingresos del sector público, -y en ciudades como La Plata se va a sentir demasiado por su perfil-, se va a trasladar al sector privado, fundamentalmente al movilizador sector comercial que depende directamente del nivel de consumo.

El pantallazo del gobierno que se va en materia de trabajo privado era heterogéneo, y expuso sobre el balance de septiembre que en seis sectores se registró una expansión mensual del empleo. En dos, el empleo se mantuvo estable; en otros seis, se observó una caída.

Entre las ramas de actividad que mostraron mayor dinamismo mensual se encuentran Explotación de minas y canteras (+0,5%); Suministro de electricidad, gas y agua (+0,3%); Transporte, almacenamiento y comunicaciones (+0,2%); Comercio y reparaciones (+0,2%); y Servicios comunitarios, sociales y personales (+0,2%).

Por su parte, la Industria manufacturera y Hoteles y restaurantes mantuvieron el empleo en el mismo nivel que el mes anterior.

Los sectores que mostraron caída en el empleo fueron Pesca (-2,6%); Agricultura, ganadería, caza y silvicultura (-1,3%); Construcción (-1,2%); Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler (-0,2%); Enseñanza (-0,2%); e Intermediación financiera (-0,1%).
En términos interanuales, fueron 12 los sectores que registraron variaciones positivas. Entre los de mejor desempeño, se pueden mencionar: Hoteles y restaurantes (+8,0%); Explotación de minas y canteras (+7,1%); Comercio y reparaciones (+4,9%); Construcción (+3,4%). En contraposición, los sectores que mostraron caída en el empleo fueron: Agricultura, ganadería, caza y silvicultura; e Intermediación financiera (-1,5% y -0,2%, respectivamente).

En épocas de pandemia recuerdo a un conocido dirigente del empresariado pyme de La Plata que ante la pregunta sobre si preveían despidos me dijo: “mirá no tenemos crédito porque las carpetas no pasan por los bancos y las tasas son altas, el Estado está ayudando pero no alcanza y las ventas bajan, aunque antes de echar a un empleado preferimos bajar las cortinas del negocio: así de claro. Ellos son parte de nuestra familia”.

Es posible que haya pérdida de empleo acompañado de caídas de pymes industriales y comerciales, si no se generan vías alternativas de sostenimiento.

Hay que estar atentos sobre los meses que están por venir. Si la caída de la actividad económica se verifica con fuerza, también otras ramas de la economía muy dinamizadoras como la construcción entrarán en problemas serios.

Por otra parte, está la quita de subsidios a la energía, y ver cómo impactará en actividades que, durante el ajuste del ex ministro de Energía Juan José Aranguren en el gobierno de Macri se sintieron mucho. Por ejemplo, es una incógnita saber qué pasará con los clubes de barrios, que contienen a miles y miles de chicos, cuando llegan facturas impagables, o incluso qué sucederá con la universidad pública cuando tenga que enfrentar esos gastos extraordinarios. Esas son dos actividades puntuales que pasaron un pésimo momento durante el necesario ajuste 2017-2019.

Esta situación puede ser angustiante para enormes cantidades de argentinos de bajos recursos, pero también es posible que pulverice a los sectores medios.

Los tiempos que vienen deben ser tomados con seriedad y serenidad. La calle puede ser un escenario difícil, con manifestantes realizando cortes, con ciudadanos que van a sus trabajos y no puedan llegar porque no los dejan pasar, y con fuerzas de seguridad que cumplirán un rol clave y tendrán que actuar con firmeza, pero sin vulnerar derechos.

La dirigente política, económica, empresarial y social tendrán que estar a la altura de la circunstancia y controlar a sus representados: recurrir al pedido de paciencia y tolerancia es imprescindible. No deben existir desbordes, no puede pasar que empecemos con la política de escraches. Hace unos días el dirigente político Juan Grabois fue escrachado cuando tomaba un café con su padre y afortunadamente gran parte de la dirigencia repudió el episodio e incluso tuvo un gran gesto el mismísimo Milei quien se comunicó con el agredido. El propio presidente Milei unos días antes del balotaje fue escrachado en el Tetro Colón.

Si el ajuste es tan duro como pronostican, indefectiblemente deben existir redes de contención, y además el gobierno entrante tiene que darse una práctica constante de diálogo con el Congreso, en donde es absoluta minoría, y también es oportuno que recree instrumentos como un Consejo Económico, Político, Productivo y Social, para generar dispositivos que no permitan un desplome del aparato productivo del país.

Argentina puede tener un año 2024 brillante en exportaciones de productos primarios, y esa situación generará importantes ingresos para equilibrar la balanza comercial. Esa recuperación tiene que ir acompañada por paz social y un ajuste prolijo, sin motosierra y con un sentido equilibrado.

El plano platense

Hoy comienza una nueva gestión en la Ciudad. Julio Alak regresa a la intendencia en un clima en donde tendrá a favor al gobernador Axel Kicillof con el que tiene excelente relación, pero un signo político en el gobierno nacional totalmente adverso.

Alak es un referente de diálogo por lo que es posible que sea una pieza clave para los momentos difíciles que se vienen el país. Naturalmente los ciudadanos de cada localidad van a recurrir a sus intendentes como primera instancia ante momentos angustiantes, y tal vez en La Plata sea necesario poner en marcha el Consejo Económico, Político y Social, una idea que hace varios años presentó en el Concejo Deliberante el ex edil del Frente Renovador, José Arteaga.

Se va Julio Garro de buena manera. Estuvo gestionando hasta el último minuto y eso habla muy bien de él y de su equipo de trabajo. Ayer en un video le dijo a los platenses cómo dejó el municipio y lo detalló área por área.

Muchos recordaremos la transición del 2015 entre el saliente Pablo Bruera y el un joven Garro que comenzaba a gestionar. Los pastos altos y la desidia en espacios públicos tal vez sea lo que guardemos como la última imagen de ese tiempo.

Garro se va bien, por la puerta grande, y tiene importantes chances de ser el articulador de una oposición constructiva en la Ciudad, con altísima probabilidad de convertirse en una alternativa a futuro. Lo respalda su juventud, y si sigue siendo tan pragmático como hasta ahora tendrá una nueva oportunidad. Pero esta vez deberá escuchar más, tendrá que probar a su entorno, posiblemente cambiarlo o ampliarlo, y sobre todo refutarlo constantemente porque muchas veces los entornos hacen cometer errores graves a los dirigentes, y en cierta forma eso ocurrió.

Alak va a tener un Concejo Deliberante numéricamente difícil, pero es hábil para la relación con ese Cuerpo. En una de sus gestiones anteriores, entre 1997 y 1999, tuvo un deliberativo adverso y se movió muy bien.

El intendente entrante tendrá diez bancas que lo defiendan, y la oposición tendrá 14, con 12 de Juntos por el Cambio y 2 de La Libertad Avanza.

Habrá que ver cómo se mueve Juntos por el Cambio hacia el futuro, aunque se manifestará por diferentes bancadas. Por un lado, el Pro que conducirá el garrismo, aunque tendrá matices internos, llega con 7 u 8 ediles, le siguen los radicales que presentarán entre 3 y 4, y un monobloque a cargo de Belén Muñoz, que se identifica con el senador saliente, Juan Pablo Allan.

Por otra parte, hay expectativas en Juntos por el Cambio sobre los primeros pasos que haga Marcelo Leguizamón en el Senado de la Provincia. El hasta hoy secretario de Gobierno de la Municipalidad recibió el acompañamiento de Garro en su asunción como senador provincial, y es uno de los mejores armadores territoriales de esa coalición.

La renovación generacional de Juntos por el Cambio es otro de los temas en agenda. De principio, en el Pro mueve bien el entrante concejal Nicolás Morzone, también hay otros referentes como la diputada Julieta Quintero y el secretario de Cultura y Educación del segundo mandato de Garro, Martiniano Ferrer Picado. En la UCR está el presidente del Partido, Pablo Nicoletti, y asoma el flamante diputado nacional Pablo Juliano.

Uno de los problemas más grande que tiene JxC es el “envejecimiento” de su modelo, y los partidos que lo integran deberán tomar nota de esa realidad. En cierta manera en La Plata durante la última campaña le faltó la frescura que tuvo en 2015.

También hay que ver a otro actor importante, aunque algo atomizado como es La Libertad Avanza. El papel que hizo Luciano Guma como candidato a intendente fue muy bueno, sobre todo se destacó en el debate de candidatos. Les queda un bloque de dos concejales, y si bien el número es pequeño habrá que ver cómo se organizan y buscan un perfil. Por otra parte, hay que estar atentos sobre lo que pueda hacer la diputada nacional Carolina Píparo, a quien algunos observan como un arma liberal de fuste para pelear por la intendencia en cuatro años, aunque eso dependerá de la suerte de Milei en el gobierno nacional.

Por otra parte, ya tiene autoridades el Consejo Escolar. Dejó la presidencia Morzone para asumir la banca de concejal culminando una gestión muy buena. Lo reemplaza el experimentado Iván Maidana, que fue presidente del Concejo Deliberante en épocas de la Alianza y hoy reporta a Julio Alak.

Uno de los que hizo quedar muy bien a los platenses en el gobierno nacional es José Arteaga, quien estuvo al frente de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) modernizando el organismo, descentralizándolo y además siendo el ente descentralizado que lideró el ranking de transparencia. Sin dudas Arteaga no defraudó.

Uno de los que esperamos que nos deje muy bien en la gestión que inicia es el ex fiscal Marcelo Romero, que será subsecretario de Seguridad del ministerio que conduce Patricia Bullrich. En esta columna siempre hemos destacado su calidad técnica en la materia, y por esa razón estaremos con la lupa sobre él, comentando sus aciertos, pero también marcando si comete errores. Aunque le tenemos fe. 

Hasta el próximo fin de semana.