"Señales de un paro con luces y sombras", dijo Jorge Joury por FM 98.9 y Pinamar TV

El analista añadió que: "La medida de fuerza significó un primer test para el gobierno donde el sindicalismo mostró su poder de fuego, pero dejó la puerta abierta para el diálogo. No obstante, el presidente Javier Milei respondió con un: "No les tenemos miedo".
Desde la CGT estimaron en 700 mil personas la asistencia a la convocatoria central. En tanto, la policía de la Ciudad evaluó en 80 mil las personas que se desplazaron por las calles.
Políticamente, el evento dejó un mensaje para ir descifrando: la imagen del gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, junto a un grupo de intendentes que le hacían de blindaje y que implícitamente decidió darle su respaldo definitivo. También estaban el Cuervo Larroque y el empresario de medios y periodista Roberto Navarro. Se trata de una suerte de foto mirando a las próximas elecciones. Esto implica que el gobernador empieza a construir un liderazgo. La foto se completa con la ausencia del camporismo en ese bloque bonaerense. Máximo Kirchner y alguno de sus seguidores anduvieron deambulando casi en soledad, frente al grupo de Kicillof que apareció compacto de cara al proceso de reconstrucción en el que entró el justicialismo. Kicillof se mostró  como único gobernador del PJ presente que  
ya comenzó a construir su propia base de sustentación política.
Lo que no se puede dejar de observar es que en un momento en que la inseguridad ciudadana alcanza niveles máximos, con casos desgarradores como el asesinato de “Uma”, el gobierno se ve obligado a “distraer” a más de 1600 efectivos para controlar un paro realizado en tiempo récord para un gobierno que recién lleva 45 díasde rodaje. 
Otro dato a tener en cuenta, es el peligroso mensaje del sindicalista Pablo Moyano al referirse al Ministro de Economía: “Lo van a llevar en andas, pero para tirarlo al Riachuelo”. Queda en claro que Moyano ha cruzado una línea que nunca debería haber violado y que puede tener un costo judicial, por tratarse de amenazas de muerte e incitación a la violencia Este tipo de declaraciones no solo son irrespetuosas, sino que también reflejan una escalada peligrosa en el tono de la retórica política.
La ministra de Seguridad Patricia Bullrich minimizó la movilización y opinó que solo “paró el 0,19% de los trabajadores del país”. “El país entero trabajó, pero claro que hay ciertos núcleos que están atados”, manifestó al señalar que recibieron “muchísimas denuncias de apriete”. “Más de 3 mil denuncias para judicializar, tenemos las listas de gremios y gente que fue extorsionada para ir al paro o para no entrar a las fábricas”, agregó la funcionaria.