por Fabricio Moschettoni, editor de Impulso Baires. Twitter @FMoschettoni
El expresidente Mauricio Macri sigue intentado facilitarle al presidente Javier Milei un acuerdo entre ambas fuerzas políticas, pero sin embargo hay nubarrones por todos lados que lo están obstaculizando: “Javo hace todo difícil, es imposible así”, razonó este fin de semana largo ante este columnista un dirigente que tiene buena relación con ambos sectores.
Por el lado de Milei, se resiste a reformular el funcionamiento de su gobierno y de crear espacios para poder dejar que otras fuerzas políticas cercanas puedan colaborar desde el Ejecutivo, mientras tanto dice que los entendimientos deberán ser de trazos políticos y en el mismo Parlamento que por otra parte no deja de agredir.
El problema es que, en el mejor de los casos, entre La Libertad Avanza y el Pro pueden reunir 78 diputados de los 129 necesarios, y estarían bastante lejos de una espalda en el Senado que le permita hacer posibles los trámites parlamentarios. Pero además dentro del mismo Pro las cosas no están bien para sellar una coalición con Milei, porque los gobernadores, intendentes y varios parlamentarios se resisten, como también es el caso del exalcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
Si muchos pensaban que el acuerdo entre LLA y el Pro era cuestión de una reunión entre Milei y Macri están mirando otro canal, porque ninguna de las formaciones está actuando de manera monolítica. Los primeros tienen el problema en Milei, que es su cabeza, y los segundos encuentran obstáculos en los referentes por debajo de Macri, que le dicen al exmandatario que no están dispuestos a inmolarse porque no entienden la lógica de funcionamiento del titular del Ejecutivo.
Con pragmatismo, un macrista fundacional del Pro razonó ante este columnista: “mirá, en LLA si a Milei le va mal se terminan con él, nosotros llevamos como un cuarto de siglo como partido político y todos queremos seguir haciendo política. Si el gobierno no funciona y la crisis se extiende la gente lo va a cuestionar muy fuerte, y a nosotros si estamos al lado mucho más, por lo tanto el único entendimiento debe ser reflexivo, consensuado y con reglas muy pero muy claras”.
Si en un supuesto caso Milei y Macri llegaran a un acuerdo la cuestión está todavía verde para garantizar gobernabilidad, y ahí entran a jugar posibles actores provinciales, el bloque que comanda el diputado Miguel Pichetto y al menos un sector de la UCR. Con los referentes provinciales la semana pasada el presidente terminó mal cuando les echó funcionarios del gabinete, a los radicales no para de agredirlos, y entre los diputados del bloque de Pichetto son mayorías los que no quieren saber nada con el oficialismo.
En ese marco los radicales mandaron una carta al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, exhortándolo a que formalice la nómina de legisladores para la Bicameral de DNU, en tanto se espera que el mega DNU de Milei sea bochado en el Congreso.
La llegada próxima de las sesiones ordinarias será otro problema para el presidente libertario, porque el Congreso, con la influencia de los gobernadores, podrá marcar agenda con leyes vinculadas a la distribución de recursos que el presidente luego podrá vetar, pero al regreso al Parlamento habrá ratificación por lo tanto la cuestión se puede complicar mucho más para el oficialismo.
Milei se encerró en un laberinto que armó de manera muy sofisticada y no puede entender su propia lógica, pero si no consigue un buen acuerdo con gobernadores y el Parlamento su posición será todavía más incómoda.
Hay que decirlo con todas las letras y sin dudar: Milei es el único que puede conseguir la gobernabilidad de su propia gestión, pero tiene que cambiar de mentalidad, si no lo hace comenzó el final de su proyecto.
En tanto, el empresariado internacional que tenía planes de llegar al país colocó freno de mano, las principales embajadas están sembrando dudas sobre la factibilidad de Argentina como socio comercial y geopolítico, y todo se debe al incierto clima político creado por el presidente Milei.
Al mundo de la diplomacia no le convence más el libertario, y el mundo de los negocios lo ven como un riesgo absoluto porque consideran que además de la situación política de ingobernabilidad hay una latente cuestión social para atender.
Hoy se conocerá la inflación, y el dato será duro. Habrá un experimento de baja con respecto a diciembre y se situará en alrededor de 20 por ciento, pero sin embargo esa reducción es por la fuerte caída en el consumo debido al enflaquecimiento de los bolsillos de los argentinos.
Si la gente no tiene dinero en sus bolsillos o en créditos blandos para consumir cambia su humor de manera muy rápida. Ese es un clásico de Argentina, y no atender esa situación es no conocer nuestros propios patrones de actuar.
Milei quiere implantar estilos políticos de otras latitudes y en otro tiempo. Cada vez menos son los que lo entienden, y cada vez más son los que tienen dudas.