27/07/2024 - Edición Nº3047

Politica

Pensamiento crítico

El republicanismo se ejerce con la coherencia, y es hacer lo que se dice

22/02/2024 07:48 | Un portal político publicó una noticia incómoda para el diputado del PRO Damián Arabia, que además es el armador más importante de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Si bien pertenece a su vida privada, aparentemente el legislador habría mostrado algunas fotos que lo dejaron expuesto.


por Fabricio Moschettoni, editor de Impulso Baires. Twitter @FMoschettoni


Ayer publicaba el sitio La Política on line que el diputado del PRO, Damián Arabia, “se fue al carnaval de Venecia en medio del ajuste”, y en el título entrecomillaba algún dicho suyo que sería el epígrafe de una publicación formulada en Instagram: “Me voy a beber todo el vino del VIP”.

“El diputado Damián Arabia viajó a Italia a uno de los eventos más exclusivos del planeta. Cuesta miles de euros por día sin incluir el disfraz”, resume la nota de LPO que es ilustrada con una foto del legislador con una máscara muy típica de esos festejos.

La publicación brinda varios detalles ilustrados con fotos que luego no se encontraron en el IG del parlamentario por lo que seguramente las quitó de su cuenta.

Damián Arabia tuvo encendidas participaciones en las sesiones de tratamiento de la Ley Bases, e incluso es una de las armas de ataque de los “halcones” no solo hacia el kirchnerismo sino también a los ex socios de la coalición Juntos por el Cambio que mantienen distancia con el gobierno de Javier Milei.

Se presenta como un republicano, tiene pensamiento liberal y ganó una banca en las últimas elecciones por Ciudad de Buenos Aires. Es muy conocido en el ambiente político como el armador más importante de Bullrich, ocupando el lugar que dejó vacante el diputado Gerardo Millman.

La nota generó una catarata de rechazos, incluso en Juntos por el Cambio, en donde militantes y referentes la compartían en sus perfiles con duros comentarios, en particular lo hicieron los radicales a quien Arabia cuestionó en varias oportunidades.

Luego de eso, el diputado en sus redes sociales hizo una publicación en donde no menciona puntualmente la nota, pero se entiende que se refiere a la misma, y dijo: “Lo que yo haga con mi vida privada, con mi orientación sexual y mi tiempo libre, no debiera ser tema de conversación pública. Que intenten atacarme con eso para no discutir mis ideas, demuestra que les estoy tocando los kioskos y tienen miedo. Así que saben qué? No voy a parar”.

Sin embargo, no se objetó la vida privada del diputado Arabia en cuanto a lo que él dice sentirse afectado, que por supuesto debe ser respetada más allá de ser un hombre público de gran exposición, pero quedó expuesto en una suma incomodidad, porque en medio de un ajuste feroz e insensible del gobierno que integra y defiende no es posible que muestre semejante momento de placer.

La coherencia es decir lo que se piensa, pero también hacer lo que se dice. Ser republicano es una conducta pública y privada, se trata de ser respetuoso y defensor absoluto de la república y también de ser austero, sobre todo en momentos en donde hay 57% de pobreza, gente sin trabajo, tarifazos todos los días, jubilados humillados, y una situación de angustia que está afectando la salud mental y física de muchos argentinos.

Si efectivamente la publicación dice la verdad en tiempo y espacio, Arabia debe una respuesta contundente a la ciudadanía.

No se duda de su honorabilidad ni de cómo debe utilizar su tiempo libre, pero hay momentos en donde no tener empatía termina siendo un factor que erosiona la credibilidad.

Más allá de las coincidencias o no con Arabia, una buena parte del arco político lo observaba como figura de recambio en el espacio que milita porque es una persona inteligente y de participación constante.

Por esas cuestiones tiene que hablarle de frente a la sociedad.