
por Redacción
Lo mismo sucedía si queríamos cambiar de compañía telefónica. Porque implicaba necesariamente cambiar también el número de contacto. Y nos hacía perder promociones, descuentos y beneficios. Elegir una tarifa mucho más económica, nos presentaba un dilema. Pagar más, pero mantener el número. O pagar menos y perderlo.
Un mundo de situaciones y esfuerzos se ponían en marcha en ambos escenarios. Antes de la aparición de la tan adorada y bienvenida portabilidad numérica. Primero, había que tener, o conseguir, la plata para comprar uno nuevo. Pero después, debíamos buscar la manera de hacerles llegar a nuestros contactos nuestro nuevo número. Si, un nuevo número.
Entonces esperábamos a ver a cada uno para pasárselo. O le pedíamos a algunos amigos que se lo transmitieran a otros. Y así hasta lograr reconstruir una agenda, que jamás volvió a ser la misma. Siempre alguien quedaba en el camino, intentando comunicarse sin éxito. Hasta perder la esperanza y también el contacto. Una situación que afortunadamente se revirtió. Logrando que, pase lo que pase, podamos mantener el mismo número. La portabilidad.
Un antes y un después en la industria de la comunicación móvil
El 1º de marzo de 2012 marcó un antes y un después en la comunicación móvil de Argentina. Porque entró en vigencia la portabilidad numérica. Habilitando a todos los usuarios a cambiar de celular e incluso de empresa. Y mantener el número de teléfono. La medida se reglamentó en el país en el año 2000. Pero demoró 12 años en ponerse en práctica. Y aún más en ser ofrecida por las compañías.
Actualmente, cuando buscamos celulares para comprar. Cualquier oferta de internet incluye la portabilidad. La posibilidad de cambiar de aparato y compañía conservando el número de teléfono móvil. Todas las veces que queramos y necesitemos. Y con cualquier tipo de contrato. Ya sea con la modalidad de facturación. O recargando crédito cada vez que lo necesitemos. En todos los casos, tenemos derecho a la portabilidad numérica.
¿Cómo se hace la portabilidad numérica?
Si queremos cambiar de compañía de celular y mantener nuestro número. Sólo hace falta ponernos en contacto con la empresa a la que queremos pasarnos. De manera presencial o a través de las vías de comunicación que dispongan para tal fin. Una línea de WhatsApp, un chat online o llamando al número de atención al cliente. Y acreditar identidad.
Si nos acercamos a una sede de atención al público, tendremos que presentar el DNI. Nos pedirán completar y firmar una solicitud y nos entregarán un chip. En la modalidad virtual, nos pedirán que enviemos una foto del DNI y una serie de datos para validar nuestra identidad. Y nos enviarán un código vía mensaje de texto para concretar la portabilidad. Y nos mandarán el chip por correo.
Sólo hay que cumplir cuatro requisitos y puede concretarse desde cualquier empresa hacia cualquier empresa. Hay que ser mayor de edad. Y titular de la línea que queremos cambiar de compañía. No hay que tener iniciado ningún trámite de portabilidad en otra empresa. Y haber permanecido un mínimo de 30 días en la compañía de telefonía que queremos abandonar.
La portabilidad no tiene costo y no nos deja incomunicados. Puede demorar hasta 10 días mientras mantenemos el antiguo servicio. Mediante el modo presencial, el cambio demora 24 horas. Remotamente, se hace dentro de los 10 días posteriores a la solicitud. Dependerá de la zona en la que vive el usuario y los plazos de entrega del nuevo chip. En cualquiera de los dos casos, la compañía nos indicará en qué momento cambiarlo.
En ese momento, habremos cambiado de empresa y seguiremos comunicados. Sin ningún tipo de trámite habremos cancelado nuestro contrato con la compañía anterior. Y comenzaremos a pagarle a la nueva. A la que podemos volver a cambia a futuro.