27/07/2024 - Edición Nº3047

Politica

Análisis radial

"La semana de mayor zozobra institucional", dijo Jorge Joury por la FM 98.9 y Pinamar TV

26/02/2024 09:56 | "El boicot que quieren poner en marcha los gobernadores contra el gobierno de Javier Milei es la mayor situación de zozobra institucional vivida hasta el momento, porque amenaza al principal pilar del programa de emergencia que es el déficit cero. Además, puede hacer peligrar la paz cambiaria". Así lo señaló el periodista Jorge Joury en su análisis político en el programa "A las cosas por su nombre", que conduce Hugo Manzo por la FM 98.9 y Pinamar TV.


por Redacción


El periodista añadió que : " La que comenzó es una semana de ferocidad política no solo por la tensión con los gobernadores, sino porque además Milei hablará el viernes en el Congreso para inaugurar el período de sesiones ordinarias y se espera que pronuncie un discurso de alto impacto que apuntará al corazón de la casta.
En lo que tiene que ver con la rebelión de los gobernadores, once provincias, entre ellas Chubut, le deben a Nación casi $400.000 millones que se pagan con coparticipación. Se trata de pasivos del Fondo Fiduciario de Desarrollo Provincial que fueron refinanciados y se pagan con descuentos del reparto automático de fondos. 
El Gobierno nacional también le asestó en las últimas horas un duro golpe a Kicillof, al eliminar el Fondo para el Fortalecimiento Fiscal de la Provincia de Buenos Aires.
Había sido creado durante la gestión de Alberto Fernández tras una protesta policial contra el gobierno de Axel Kicillof, y marcó un punto de conflicto entre Casa Rosada y Horacio Rodríguez Larreta, porque se financió con la quita de un porcentaje de los fondos de la coparticipación federal correspondiente a CABA
La pelea desatada con Chubut no es por los $13.500 millones que no recibió la provincia de la coparticipación. Se trata de algo mucho más profundo. Es la discusión respecto a sobre quiénes recaerá el mayor peso del ajuste necesario para alcanzar el déficit cero. La política de “déficit cero” pasó de ser un eslogan a una realidad al conocerse la evolución de las cuentas fiscales en enero. El superávit de las cuentas públicas entusiasmó a los inversores y volaron acciones y bonos, al tiempo que se desplomó el dólar. Pero ahora cualquier marcha atrás sería duramente castigada.
El superávit fiscal alcanzado por el Gobierno en enero marcó un antes y un después en estos primeros meses de gestión. El dato sorprendió a los propios funcionarios del equipo económico, que -tal como relata el presidente- se habían puesto esa meta para marzo.
Alcanzar tan rápido el equilibrio de las cuentas públicas transmitió a los mercados la idea que esta vez se va en serio en esa dirección y que dejar de financiar al Tesoro con emisión es mucho más que un eslogan. El problema es que dejó la vara muy alta.
Cualquier retroceso, aunque resulte temporal, en la política de déficit cero, podría tener consecuencias desastrosas para el Gobierno. Si en los próximos meses volviera a aparecer el rojo fiscal, se perdería el efecto conseguido tras el dato de enero y volvería en forma inmediata la desconfianza. En otras palabras, impactaría en el riesgo-país y casi con seguridad los inversores buscarían refugio en el dólar. Entusiasmarse con el déficit cero no está mal, pero debe ser en su justa medida porque pueden surgir piedras en el camino.
No hay que olvidar que tras su visita a la Argentina, la número dos del FMI, Gita Gopinath, apoyó el compromiso del Gobierno de alcanzar el equilibrio fiscal. Pero al mismo tiempo encendió luces rojas: el ajuste no debe ser pagado por jubilados, beneficiarios de planes sociales y tampoco debe “afectar desmedidamente” a los asalariados, porque puede provocar un descalabro social en el corto plazo. 
 Le sugirió  además, ampliar la base política y proceder de forma pragmática para asegurar apoyo social y de otras fuerzas para garantizar la durabilidad y eficacia de las reformas. De alguna manera, son bengalas en el cielo para que Milei baje el tono de su lenguaje pirotécnico y busque acuerdos para llevar a buen puerto su programa de gobierno.
Gita Gopinath, dejó entrever el apoyo del organismo a las medidas impulsadas por el Gobierno de Milei, pero le pidió aumentar los esfuerzos en materia social, generar acuerdos políticos y una política monetaria y cambiaria "consistente".
En este contexto,  Milei está haciendo los deberes para poder levantar el cepo cambiario antes de julio. En esa dirección, se hacen gestiones con el FMI para obtener un desembolso de 15 mil millones de dólares. 
 Si bien en el equipo económico venían repitiendo que no tenían apuro en levantar los controles, la realidad es que la fuerte caída de la brecha cambiaria –ahora es de apenas 30%, y sigue bajando– habilitaría al Gobierno a adelantar sus planes. La medida no es sólo clave de cara al ingreso de dólares de la cosecha gruesa, previsto para comienzos de abril, sino también para ir dando mayores señales de normalidad a una sociedad que está transitando por estas semanas el momento más duro del cambio de régimen económico.
La estrategia del Presidente es, no solo levantar el cepo, sino mostrarle a la sociedad que también habrá un fuerte ajuste de la casta. La racionalización de gastos en YPF, la eliminación del INADI, y la supresión de los fondos fiduciarios, anunciados en la última semana son sólo algunas señales. También hay que decir que el Banco Central (BCRA) está acumulando reservas a un ritmo históricamente alto para esta época del año. Ya sumó 8 mil millones de dólares en lo que va de la gestión Milei. Y la inflación empezó a mostrar un sendero de desaceleración marcado (para febrero, Economía cree que el IPC podría ser del 15 por ciento). Sin embargo, todavía hay poco para ofrecerle a una población que con salarios desplomados enfrenta una canasta de precios prohibitiva.
Lo que cayó muy mal en la opinión pública, son los dichos de Milei quien reivindicó "la motosierra" y justificó el golpe a los bolsillos de los jubilados. Su argumento fue que "es el segmento etario que menos pobres tiene en Argentina".
En el plano político, en tanto, la estrategia seguirá siendo la de presionar a los gobernadores con la caja a cambio de apoyos. “En el gobierno dudan de que los gobernadores se banquen mucho tiempo más sin plata y estiman que deberían comenzar a aflojar.
En lo que tiene que ver con las conversaciones con Mauricio Macri se avanza a paso firme. Hay propuestas de incorporar al gobierno segundas líneas, es una señal clara que un acuerdo está llegando a buen puerto. El macrismo puso varios nombres sobre la mesa: podrá no haber coalición formalizada, pero varios alfiles podrían ocupar sillas relevantes en ministerios clave. Las versiones ubican al diputado Hernán Lombardi como posible secretario de Turismo y Medioambiente y Daniel Scioli se quedaría sólo con el área de Deportes, mientras que Alejo Maxit, ex responsable de la gestión del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la Anses durante la gestión macrista podría volver al mismo puesto junto con Mariano de los Heros, como número uno del organismo previsional. En tanto que Javier Iguacel, ex secretario de Energía durante la gestión de Macri, podría ocupar una silla en Arsat. Son todas negociaciones en marcha que ayudarían a ampliar la base política del Presidente",
finalizó el analista.