por Fabricio Moschettoni, editor de ImpulsoBaires / Twitter @FMoschettoni
El bloque de diputados de La Libertad Avanza está integrado por 38 legisladores, o sea que tienen apenas el 15% del peso legislativo en la Cámara Baja, mientras que en el Senado cuentan con 7 senadores, lo que significa alrededor del 10% del poder de fuego de ese ámbito. En ambos casos, los libertarios son demasiado dependientes de alianzas constantes, y sin ellas ningún proyecto podría ser aprobado.
Pero ahora se presentan tormentas de toda magnitud entre los 38 legisladores de la Cámara de Diputados luego de la explosiva reunión de bloque del día de ayer, posterior a la derrota legislativa por el escandaloso DNU del espionaje, en donde el sistema de inteligencia requería cien mil millones de pesos como gastos reservados. De los insultos, la presunta violencia de género y los escándalos es muy difícil retroceder, por lo que la fractura es inminente, o tal vez ya se produjo. A pesar de todo, el bloque de LLA en Diputados trató de desmentir el escándalo, pero sin ningún éxito.
Entre los actores centrales está la diputada Lourdes Arrieta, oriunda de Mendoza, y se la conoció luego de ser parte de la comitiva que fue a visitar a genocidas a la cárcel de Ezeiza, y sobre todo luego de que en las últimas horas denunciara al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, de organizar la actividad, y además de haber sido engañada.
En el otro extremo está el jefe de bloque, el santafecino Nicolás Mayoraz, quien acusó a Arrieta de ser funcional al kirchnerismo por facilitar el tratamiento del DNU del espionaje, y además sería el denunciado por la legisladora en una dependencia del Poder Judicial por presunta violencia de género en la reunión de bloque.
La ola del escándalo también lo involucra a Martín Menem, porque se despegó de la visita a represores, pero Arrieta sostiene que él la organizó.
La mediática Lilia Lemoine se metió en la telenovela acusando a Arrieta de ser “desequilibrada mental” y la trató de “la chica del patito en la cabeza”.
Por su parte, la diputada Rocío Bonacci, dijo que todo lo que denuncia Arrieta es verdad, y consideró que Mayoraz la trató con malos modales. Consideró que Mayoraz “dijo que no podía denunciar a un compañero de bloque. Todo fue en muy malos términos, con un tono que no corresponde”.
Como si fuera poco, intervino Marcela Pagano, legisladora que ayudó a Arrieto para que radique la denuncia por violencia de género contra el presidente del bloque. Pagano lo tiene entre ojo y ojo a Menem luego de que la vetó como presidenta de la Comisión de Juicio Político.
En el Senado de la Nación la batalla la está dando el legislador Francisco Paoltroni, oriundo de Formosa, quien cargó contra el funcionario Santiago Caputo por engañar al presidente Javier Milei con el polémico pliego para la corte del juez Ariel Lijo. A este legislador, el círculo íntimo de Milei lo quiere expulsar del bloque de senadores de La Libertad Avanza, mientras que se recostó bajo el ala de la vicepresidenta Victoria Villarruel.
¿Qué significa para el Gobierno semejante debilidad parlamentaria?
Si el Gobierno de Milei no vuelve a tender puentes con el expresidente Mauricio Macri, difícilmente consiga que el Parlamento lo acompañe en alguna ley que considere estratégica, sobre todo por la debilidad que muestran sus estrategias legislativas y la falta de conducción en el Parlamento.
Además, es posible que se discuta la presidencia de Martín Menem en la Cámara de Diputados, dado que apenas lo apoya una treintena de diputados nacionales sobre 257.
Lo principal es que, ante tanta vulnerabilidad libertaria, puede pasar cualquier pedido de juicio político que se formule sobre el presidente de la República.
Reacciones
Anoche hubo puentes del gobierno con el PRO, y aseguran que el senador Luis Juez, presidente del bloque “amarillo” dialogó tanto con Macri como con Milei para tratar de restaurar un marco de confianza.
De todos modos, en el macrismo están ofendidos con el entorno de Milei, y piden apartar a Santiago Caputo, luego de apuntarlo como el responsable de soltar a un ejército de trols a insultar a Macri y a los legisladores del Pro de una manera sostenida y con extrema violencia.