Costas dijo que Racing todavía no logró nada, porque las finales no se juegan sino que se ganan

Racing fue campeón de la Supercopa ante Cruzeiro en 1988 y perdió la siguiente final ante los de Belo Horizonte en 1992, por lo que ahora, 32 años después tendrá la oportunidad de “desempatar” el 23 de noviembre en el estadio La Nueva Olla, de Cerro Porteño, de Paraguay, cuando vuelvan a enfrentarse para dirimir cual de los dos se quedará con la Copa Sudamericana 2024.

“Pero todavía no logramos nada, porque las finales no se juegan, sino que se ganan. Y para lograrlo tenemos que seguir todos juntos, como pasó anoche, porque lo de la gente fue extraordinario. Y yo defiendo a Racing, que por esos somos el primer grande, y también al fútbol argentino”, expresó un emocionado Costas en la conferencia de prensa pospartido en las entrañas del Cilindro de Avellaneda.

“Es que justamente digo esto porque somos grandes y necesitamos un título internacional. Yo soñaba mucho con este momento y por eso lo valoro tanto. Pero el objetivo no está cumplido, porque falta un paso más, y habrá que ir a Paraguay, país al que quiero tanto y no solamente porque de allí es mi esposa, a jugar mejor que Cruzeiro para ganar y salir campeones”, resaltó.

Y en ese punto volvió a destacar a “este grupo que es bárbaro. Yo siempre voy a defender a mis jugadores, y ellos se lo merecen. Por ejemplo Roger Martínez me dijo que si hacía falta infiltrarle todo el cuerpo lo hicieran, pero que este partido no se lo quería perder por nada, y tuvo la oportunidad de jugar un puñadito de minutos al final”.

En tanto el héroe de la jornada, el colombiano Juan Fernando Quintero, autor de los dos goles en el 2-1 sobre Corinthians, se mostró también “muy emocionado y agradecido. Soy un elegido por poder vivir estas cosas, sobre todo después de ´pasar por los problemas familiares que tuve que vivir. Pero llegar a esta final, con esta gente de Racing que es tan especial, el un regalo de Dios”, reflejó por su parte quien también fuera campeón de la Copa Libertadores con River Plate anotando un gol clave en la “final de Madrid” ante Boca Juniors en 2018.