07/02/2025 - Edición Nº3242

Economía

Análisis radial

"Pelotazo en contra para Milei", señaló Jorge Joury por FM 98.9 y Pinamar TV

03/02/2025 09:48 | "El manual de la política dice que en tiempos de tranquilidad los gobiernos no deben levantar olas, ni menos auto provocarse daños innecesarios. Esta vez, Javier Milei con su visión homofóbica, creó un enemigo que no estaba en el mapa y se ganó el repudio multitudinario en las calles de todo el país. El Presidente en Davos embistió contra la diversidad sexual. El duro mensaje contra el mundo gay pegó fuerte en todos los sectores y preocupó al gobierno, que no se esperaba esta reacción en pleno verano. La marcha además, reactivó al espectro opositor". Así lo señaló el periodista Jorge Joury en el programa "A las cosas por su nombre", que conduce Hugo Manzo por la FM 98.9 y Pinamar TV.


por Redacción


El analista añadió que: " Otro dato para destacar que dejó la marcha es que los grupos piqueteros y sindicalistas también se subieron al colectivo gay para activar un plan de lucha.Además, hay que decir que ninguna fuerza de oposición tiene hoy el poder convocatoria que se vio en las calles de las principales ciudades argentinas y que tuvo alguna réplica casi simbólica en el exterior. 
La realidad mostró esta vez la figura de un presidente a contramano que empezó a caminar por un callejón sin salida. Sin embargo, ahora el gobierno insistirá en enviar al Congreso un proyecto para eliminar la figura del femicidio.
La manifestación que reunió a unas 20 mil personas en CABA y a otras tantas en el interior, surgió en respuesta a los recientes discursos de Milei, quien vinculó la homosexualidad con la pedofilia, lo que generó un fuerte rechazo en diversos sectores políticos y sociales.
El mandatario nacional utilizó el ejemplo de dos homosexuales de los Estados Unidos “que, enarbolando la bandera de la diversidad sexual, fueron condenados a cien años de prisión por abusar y filmar a sus hijos adoptivos durante más de dos años”.
“Cuando digo abusos no es un eufemismo, porque en sus versiones más extremas, la ideología de género constituye lisa y llanamente abuso infantil. Son pedófilos, por lo tanto, quiero saber quién avala esos comportamientos”, instó.
"Fue un video editado", fue el justificativo que encontró Milei para tratar de despistar que en Davos vinculó la homosexualidad con la pedofilia. Así, reculó de forma parecida a cuando habían tenido lugar las movilizaciones en defensa de la universidad pública.
Con su discurso furibundo contra las políticas de género, el Presidente le entregó en bandeja a Cristina Kirchner una ventaja inesperada para ampliar la grieta a su favor y volver al ruedo político. Ahora, los inversores miran atentamente si el kirchnerismo con esta movida puede recuperar chances electorales y esperan el curso de los acontecimientos en un año electoral que puede deparar sorpresas. En momentos en que la economía le sonríe a la Casa Rosada, los asesores presidenciales deberían hacer un mea culpa por haber colocado con sus consejos a Milei a merced de los leones.
Davos fue un pequeño Waterloo en la guerra cultural de Javier Milei. El presidente que alardea de acelerar en las curvas descubrió, de repente, que iba a contramano. Su discurso ultraconservador contra el feminismo y la diversidad sexual lo puso en una postal color sepia que gran parte de los argentinos repudió hace tiempo.
Conviene aclarar que encuestas y estudios de opinión en redes sociales le permitieron constatar al Gobierno el mal paso que había dado Milei. Lo que siguió resulta muy descriptivo de la manera en que el presidente libertario se conduce en la política: pragmático a prueba de balas, no tiene inconvenientes en pisar el freno a fondo cuando vislumbra la pared.
Se retractó a su manera: atacando. El primer mensaje para acomodar lo que dijo en los Alpes suizos lo destinó a acusar de mentirosos a quienes tildaron de homofóbico un tramo de su mensaje, aquel en el que justo después de recordar el caso de una pareja gay condenada por abusar de sus hijos adoptivos afirmó: “En sus versiones más extremas la ideología de género constituye lisa y llanamente abuso infantil. ¡Son pedófilos!”.
Milei quiso poner a salvo la narrativa. Denunció una suerte de conspiración para deformar sus expresiones en la que ubicó a periodistas y también al jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, que había salido a criticarlo en defensa de la diversidad sexual. “No se pongan en nuestro camino. Frente a cada curva que ustedes quieran inventar, nosotros vamos a seguir acelerando”, advirtió el Presidente.
Aplicó una lección que aprendió muy bien Donald Trump en los tempranos 80: “Pase lo que pase, cantá victoria. Nunca admitas una derrota”. Es una de las tres reglas que –tal como ha contado el ahora presidente de Estados Unidos- le enseñó el inescrupuloso abogado Roy Cohn, su fuente de inspiración para la construcción de su imperio empresarial.
Con la marcha multitudinaria lanzada el sábado pasado, la Casa Rosada aceleró el operativo “olvídate de Davos”. En público, le tocó a Manuel Adorni el engorroso papel de explicar que Milei no dijo lo que dijo ni lo volverá a decir. Negó enfáticamente que su jefe considere la homosexualidad como sinónimo de pedofilia. Enfatizó que Milei “no atacó al feminismo” sino a los “negocios asociados”. Que el Gobierno respeta la diversidad. Que hubo “interpretaciones malintencionadas”. Que no hay razones para pensar que pueda haber cualquier tipo de discriminación promovida desde el poder.
También se supo que la Casa Rosada  decidió mandar al freezer el proyecto de “igualdad ante la ley” con el que muchos libertarios se habían entusiasmado al calor del discurso suizo. Aquella idea tenía como eje central eliminar del Código Penal el agravante por femicidio.
La marcha fue acompañada por organizaciones como Madres de Plaza de Mayo, un sector de la CGT y figuras del peronismo.
La protesta que tuvo réplicas en Córdoba, Río Negro, Santa Fe, Mendoza, entre otras provincias. Mientras que se estima que congregó a 20 mil personas en la Ciudad de Buenos Aires, según indicaron desde el Gobierno porteño.
La movilización contó con una amplia presencia de dirigentes políticos opositores. Entre ellos, se sumó a la convocatoria el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, quien había anticipado durante la semana su respaldo a la marcha.
Con la columna de La Cámpora, arribaron también a la movilización el diputado nacional Máximo Kirchner, la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, la ex legisladora Lucia Cámpora, la diputada nacional Paula Penacca y los senadores Eduardo "Wado" de Pedro y Mariano Recalde, entre otros dirigentes",
finalizó el analista.
 

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