
por Jorge Joury *
Frente a este escenario de caos, inexplicablemente, la vicepresidenta Victoria Villarruel volvió a diferenciarse del presidente Javier Milei y se ubicó más cerca de Cristina Kirchner, que de su propio partido. Lo hizo al criticar la violencia en el Congreso, pero dijo que la marcha es un ejercicio de la democracia
También, se solidarizó con los heridos. Es una postura contraria a la que tomó la Casa Rosada, que calificó los incidentes como un intento de “golpe de Estado”. En este contexto, el gobierno deberá alinear el discurso en todos los frentes internos si quiere evitar que le entren las balas como está ocurriendo últimamente.
También hay que reflexionar sobre si el Presidente putea y denosta a los adversarios, incluidos los periodistas, está mostrando una manera peligrosa de ejercer la violencia desde arriba hacia abajo. Después no se puede pretender lograr un clima de aguas tranquilas para negociar con la oposición. Quien siembra violencia, recoge lo propio.
Y como si no faltaran problemas, se despertó la CGT de la larga siesta y ya le puso proa a su tercer paro general de 24 horas contra Javier Milei que será antes del 10 de abril.
Ante el clima de zozobra, también se pusieron en la cola los movimientos piqueteros que prometen volver a agitar la calle y quebrar el protocolo de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Anunciaron que se movilizarán de forma permanente “en defensa de los jubilados”.
Los 400 delegados de la UTEP votaron enfrentar las políticas de Milei en las calles y trabajar para la “unidad con el movimiento obrero y popular”. Además, buscan una jornada “multisectorial de movilización” en contra del acuerdo con el FMI.
Frente a este cuadro de situación, la Casa Rosada presentó la denuncia de los hechos y busca llevar la causa a Comodoro Py.
DENUNCIAMOS A LOS VIOLENTOS Y A LOS QUE LOS PROTEGEN
— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) March 14, 2025
A los grupos violentos, financiados y movilizados desde municipios, que intentaron desestabilizar el orden constitucional y atacaron a nuestras fuerzas de seguridad, los denunciamos por sedición, atentado al orden… pic.twitter.com/eQQhUYjiyY
En la presentación, el Ministerio de Seguridad acusó a los intendentes de La Matanza, Lomas de Zamora y a un dirigente que estaría cercano al sindicalista Luis Barrionuevo de haber intervenido en la organización de los barras.
Es obvio que nadie podía esperar una movilización pacífica cuando entre sus principales convocantes se encontraban barras bravas de equipos de fútbol que no han demostrado ser otra cosa que verdaderas asociaciones ilícitas, promotores de la violencia y la extorsión. Y hasta puso presencia uno de los máximos adalides del terrorismo, como el jefe motonero Mario Firmenich.
Lejos de ayudar a los jubilados, en nombre de quienes dijeron movilizarse, los violentos que se hicieron presentes en la marcha los pusieron claramente en peligro. Fueron dispuestos a la provocación y al choque con los efectivos policiales, con el lamentable resultado por todos conocido: más de un centenar de detenidos y una veintena de heridos, entre ellos un joven fotógrafo, Pablo Grillo, que lucha por su vida luego de recibir el impacto de una cápsula de gas en el cráneo. La Justicia y la propia Policía Federal deberían esclarecer este lamentable hecho de manera rápida y transparente, determinando las responsabilidades de la aparente mala praxis en la represión policial.
Hoy damos cuenta de parte de los retazos dolorosos que dejaron picando numerosos enigmas. Entre ellos, quien subvenciona a los barrabravas. Se comenta que muchos de estos sujetos cobraron 50 mil pesos cada uno para desatar el caos. Hay quienes aseguran que la plata vino de los bolsillos de personajes oscuros de la política bonaerense.
En esa dirección, el Gobierno vinculó a los intendentes de La Matanza y de Lomas de Zamora con los incidentes. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, aseguró que tienen fotos de grupos de violentos que se reunieron en ambas municipalidades para luego trasladarse al centro porteño. También anticipó que expulsarán del país a dos extranjeros que fueron detenidos.
Hay que aclarar, que no hubo tirón de oreja desde la cúpula del Gobierno para Patricia Bullrich, luego de que justificara la grave herida del fotógrafo Pablo Grillo en su ideología, en lugar de apelar a la cautela y pedir que se investigue lo ocurrido. Al contrario, la funcionaria, una de las más elogiadas por Milei en público como en privado, que supo ganarse la difícil confianza de Karina, fue condecorada simbólicamente, en privado.
La ministra, lejos de lamentar el daño cerebral del cronista gráfico de 35 años, señaló que era un “militante kirchnerista”, sin guardar los recaudos del caso hasta saber el resultado de la investigación.
En señal de repudio y como ocurrió en su momento con el crimen de Cabezas, se llevó a cabo un "Camarazo" impulsado de manera espontánea por fotoperiodistas, camarógrafos y otros trabajadores de prensa, en repudio a la represión policial que se llevó por delante a Pablo Grillo.
Unidos y con sus cámaras en mano, los profesionales gritaron "fuera, Bullrich, fuera", frente al Congreso de la Nación y en rechazo al accionar de la ministra de Seguridad.
En este sentido, pidieron "que no nos repriman más en cada movilización". Y agregaron: "Exigimos a las empresas que resguarden a sus trabajadores y al Estado, que se pueda protestar, un derecho que está siendo violado en la República Argentina".
Los jubilados siempre fueron mansos, por eso los gobiernos nunca les dan los haberes que merecen y ajustan con ellos. No llevan armas tumberas, ni martillos a las marchas para romper veredas y arrojar piedras a los policías. Tampoco portan armas tumberas, ni bombas molotov, ni queman patrulleros y contenedores.
Esta vez hubo 7 patrulleros vandalizados, por sujetos que son los enemigos permanentes de la democracia. Se trata de los eternos socios del "Club del helicóptero", con fojas repletas de antecedentes policiales a los que los jueces ponen en libertad rápidamente. Son los mismos que en el 2017 durante el gobierno de Mauricio Macri, con la presencia estelar del "Hombre mortero", arrojaron 14 toneladas de piedras frente al Congreso. Pero después se quedaron quietos cuando durante el gobierno de Alberto Fernández y Sergio Massa los jubilados perdieron un 30% de poder adquisitivo con una fórmula nefasta.
Otro dato para destacar es que volvió el grito de: "Que se vayan todos" y también el bochorno hizo que en los barrios apareciera el sonido ensordecedor de los cacerolazos.
En un país que sufre un ajustazo bestial que sufrimos todos, el costo por los destrozos en la zona del Congreso es muy caro: asciende a $414 millones. El cálculo fue realizado por el gobierno porteño e incluye la reparación o sustitución de todo el mobiliario urbano que fue dañado. También deberán reponer 260 contenedores de basura que fueron quemados o vandalizados y que cuestan 4 millones de pesos cada uno.
Los incidentes hicieron recordar la película de terror por los crímenes de Kostecki y Santillán que obligaron al ex presidente Eduaro Duhalde a forzar una entrega anticipada del poder.
Para las autoridades nacionales, la oposición utilizó “a los pocos jubilados que van a manifestarse con todo derecho”, para llevar adelante una protesta frente al Congreso, justo cuando se debatían proyectos para investigar el accionar de Milei en el marco de la presunta estafa con $Libra.
Todo fue perfectamente orquestado por lo más sucio de la política. Con barras bravas que fueron a buscar caos, violencia y muertos. Los golpistas de siempre. No pasarán”, comentó, por su parte, el subsecretario de Prensa, Javier Lanari.
También se vieron escenas grotescas de diputados del oficialismo a las trompadas, a los gritos y arrojándose agua. Expusieron la falta de conducción y las internas a cielo abierto, en plena embestida kirchnerista.
La cuestión de las barras de fútbol que fueron usados por la política para embestir contra el Gobierno fue muy comentada y sorprendió, pero no tanto como la perplejidad que produjeron los dos episodios que se vivieron entre legisladores que, se suponía, participaban de un mismo proyecto político y sostenían al mismo presidente: Javier Milei.
Nada puede hacernos perder de vista que la movilización poco tenía que ver con la presunta reivindicación de los jubilados. La postal del día siguiente en los alrededores del Congreso ofreció la peor cara del vandalismo.
Lo que quedó expuesto no es solo que hay internas tan intensas bajo los pies del “triángulo de hierro”, sino que existe una peligrosa falta de conducción en medio del desafío a la Casa Rosada que lanzó en las últimas semanas el peronismo. En esto no hay secretos. En uno de sus últimos posteos, Cristina Kirchner le avisó a Milei que, para ella, al presidente se le dio “vuelta el reloj de arena”.
Los gritos de "que se vayan todos", es una señal de advertencia de la gente, cansada de tanta miserabilidad por parte de la clase política, nunca tan devaluada como hoy. Es hora de ponerse a trabajar por un futuro mejor antes de que truene el escarmiento.
*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información y analista político. El 22 de noviembre de 2017, el Concejo Deliberante de La Plata lo declaró "personalidad destacada en el periodismo".
Crédito foto interior: FATPREN